ELLAS CON MARCELA ORDENES: "La vida me premió con dos hijos gays"

Marcela Ordenes tiene mucho porque estar feliz y no puede ser para menos porque su país Chile va incluyendo cada vez más a la comunidad de la diversidad sexual. Ella celebró hace un par de años, junto con los activistas chilenos, la primera victoria por los derechos de las parejas del mismo sexo cuando el Congreso chileno aprobó la ley de uniones civiles o de hecho, que regula la convivencia y crea  un nuevo estado civil accesible a parejas heterosexuales y homosexuales. Pero sabe también que la batalla no ha terminado, que el triunfo será cuando sus dos hijos gay, Roberto y Leonardo tengan todos los derechos como sus otros hijos heterosexuales. 

Cómo sigue el trabajo de la asociación de madres y padres de la diversidad a la cual perteneces?

En este momento, estoy en un proceso de querer retomarlo, ya que por temas de salud, no lo he activado de forma más grande, seguimos trabajando desde las redes sociales y vamos a las marchas y eventos a los que somos invitados a dar nuestro testimonio.

¿Cómo van tus hijos? ¿Qué están haciendo ahora?

Todos mis hijos bien, mis dos hijos mayores, que son los homosexuales, están formando sus vidas, el mayor Roberto, en su casa desde hace tres años, tranquilo, desarrollándose en lo que estudió Diseño Interior, contento, soltero y viajando mucho. El que le sigue, Leonardo, también desarrollándose en lo que estudió, Psicología, contento y en una relación desde hace tres años, de hecho este domingo 10 de Junio se cambia a otra región, a La Serena, el norte de Chile a vivir con su pareja, un muchacho maravilloso. Ambos han logrado ir alcanzando sus metas, siempre apoyados en el amor de su familia y en lo unidos que somos.

Tú eres definitivamente una madre luchadora por la igualdad de sus hijos y de los hijos de tantos chicos y chicas gays o lesbianas, ¿ha sido este el máximo desafío de tu vida? ¿Cuáles son tus próximos pasos en esta lucha?

La verdad no lo he visto como un desafío, lo veo como lo que una madre que ama a sus hijos tal y como son debe de hacer, la orientación sexual de un hijo no puede condicionar el amor que le tengas, por ahí leí una vez “Que tu hijo sea homosexual no lo convierte en un mal hijo, si no lo apoyas te convierte en un mal padre”. Como lo he dicho siempre, mis hijos no cambiaron en nada. Por eso no es un desafío ser su madre, es un desafío educar al resto de la sociedad. Ha sido un desafío en el ámbito más político, como activista, hacer consciencia no es fácil, es un trabajo arduo, de todos los días, en una conversación con amigos, en un evento, en familia, hasta en una conversación en la fila de algo, si alguien toca el tema, no puedo evitar dar mi parecer. Sé que no puedo cambiar a todo el mundo, pero si he cambiado a un par de personas, familia o amistades o hasta desconocidos me doy por pagada.

¿Cuáles fueron los principales avances con respecto a la diversidad e inclusión LTGBQ durante el gobierno de Bachelet?


Lo principal creo yo, fue hacer efectivo el Acuerdo de Unión Civil, que aún se debe mejorar, para avanzar al matrimonio igualitario. También la introducción a debate de la Ley de Identidad de Género y su aprobación, que ha sido un verdadero trabajo de parto. En el primer campo, se determinó que sólo los mayores de 18 años podrán someterse a cirugías, mientras que el proceso de hormonización estará permitido desde los 14 años, siempre que sea analizado caso a caso por profesionales. (Cosa en la que no estoy de acuerdo, creo que bastaría con el apoyo de los padres, para que los profesionales tomaran los casos). También se aprobó en relación a la inscripción de nacimiento, que los mayores de 18 años podrán cambiar su nombre y sexo legal con un simple trámite en el Registro Civil, con los menores de edad aún se deberá pasar por tribunales. Esas cosas nos dejó como avances significativos el gobierno de la Presidenta Bachelet. Quedaron pendientes las aprobaciones de adopciones homoparentales, eso y la filiación de hijos de familias homoparentales, puesto que si hoy un padre o madre biológica muere, el padre o madre que le sobrevive, no obtiene la custodia de ese hijo. En esa lucha nos encontramos
debatiendo hoy.

¿Qué esperan las personas de la diversidad sexual y ustedes los familiares mejore o cambie con la llegada al poder por segunda vez de Piñera?

Nada, (me río), la verdad, sólo estaremos presentes en las calles, en nuestras demandas, en que no se desmorone lo avanzado, en seguir exigiendo que las leyes que quedaron por ser aprobadas, lo sean. A este gobierno le gusta compararse con países desarrollados,
porque al parecer le gusta sentir que somos desarrollados, pues en ese caso, veremos qué tan desarrollado será su gobierno. Pero la verdad es esa, no esperamos nada más que no desmorone todo lo que hemos logrado avanzar. Es un gobierno que se dice pro vida,
pero en la práctica lo sentimos todo lo contrario; pro vida, hasta que el niño nace y de ahí que se las arregle la madre o a una institución donde son olvidados. Nosotros nos mantendremos ahí en la lucha, ni un paso atrás.


El filme Una mujer Fantástica ha cosechado muchos éxitos dentro y fuera de Chile colocando el tema de la discriminación y desafíos que enfrente la población trans en tu país. La protagonista fue víctima de insultos en las redes sociales, ¿qué plantean ustedes al respecto? ¿Cómo trabajan con este sector de la comunidad?

Como Fads Chile, estamos siempre actualizándonos y compartiendo los avances en materia de reivindicación de derechos de la comunidad Trans y sus familias. Tratamos de seguir educando cada día, que se logre entender que no son personas extraviadas, sin
cordura, que están confundidas. Hacemos un trabajo para que se logre entender que las personas Trans no pasan por una etapa, no es una moda y que no cambian de parecer con los años, que lograr ser felices para ellos, ellas, es mucho más difícil, que los desafíos
son mucho más grandes, porque sus oportunidades de desarrollarse en nuestra sociedad latina son muy limitadas. La aprobación de la Ley de Identidad de Género es el primer paso, por eso trabajamos en que las personas entiendan que ellos, ellas, son personas comunes y corrientes, como tú o como yo, que deben tener los mismos derechos, si se deben regir por las mismas obligaciones. Trabajamos en eliminar los estigmas que significan ser Trans en nuestra sociedad, porque muchas, muchas veces, las personas Trans son asociadas a la prostitución y eso no es así. Si bien hay un porcentaje que ejerce el trabajo sexual, estamos en la lucha de que las nuevas generaciones, tengan por fin las mismas oportunidades educativas y de trabajo que el resto de la sociedad.

¿Cómo una madre o padre de una persona LTGBQ debería manejar esta situación?


Siempre desde tu amor, siempre recordando lo feliz que fuiste al ser madre o padre, lo feliz que te hacían sus travesuras, lo feliz que eras al verlo o verla dormir tranquilo, porque tú no permitirías que nadie le hiciera daño. Entonces, cuando te enteras de que tu hijo tiene una orientación sexual distinta, recuerda que te decías, “No permitiré que nadie te haga daño”, por ende, no seas tú el que se lo haga rechazándolo. Nuestros hijos, hijas, no han cambiado, siguen siendo los mismos niños que amamos y es más, ahora es cuando más nos necesitan. El amor, el apoyo de los padres es fundamental para su auto estima, para enfrentar la vida, para pararse seguros frente al resto y decir, “No necesito de tu aprobación, mi familia me ama y es lo que me importa”. Sé esa madre o padre fuerte que necesitan, para ayudarles a enfrentar la discriminación de la que alguna vez tendrán que enfrentar, para eso estamos, porque discriminación vivirán en alguna etapa de sus vidas, pero si vienen con un apoyo familiar, con el amor de sus padres, tendrán un
refugio y se sentirán protegidos.

¿Cómo asumiste el hecho de tener dos hijos gays? ¿Cuál fue el proceso, de qué forma lo viviste?

Un día antes de irse al servicio militar mi hijo mayor entra a mi habitación y me dice que
quiere hablar conmigo, cierra la puerta y se hinca a los pies de la cama diciéndome: “Mamá recuerdas a Yamato (un amigo), le respondo que sí y me dice que no es sólo un amigo, sino que es su pololo (novio)”. La verdad es que no fue para nada impactante, yo sabía desde hace tiempo o mejor dicho presentía que mi hijo era gay, su sensibilidad, su dulzura, sus juegos mas delicados, su forma artística de hacer las cosas, algo en él resultaba ser diferente, pero en la buena forma, me encantaba como era, pero algo me decía que era gay. Sólo lo hice acercarse a mi, lo abracé y le dije que lo amaba, que eso en nada cambiaba lo que sentía por él, que lo único que le pedía era que se cuidara, que tuviese pareja única, que usara siempre preservativo, que yo quería ver a mi hijo morir de viejo, pero no de Sida. Él me dijo que tenia miedo de defraudarme y le contesté que nunca me había defraudado, que seguía siendo el mismo hijo al que amaba, amable, buen estudiante, trabajador, responsable, un muy buen hijo. Lloramos juntos y lo primero que se me pasó por la cabeza en ese momento fue “Yo tengo que defender a mi hijo, no voy a permitir que nadie le haga daño”. A los meses, un par mas o menos, entra a mi habitación mi segundo hijo y me dice, “mamá tengo que hablar con usted”, cerró la puerta y se hincó a los pies de la cama, igual que mi hijo mayor y entonces algo helado corrió por mi espalda, abrí los ojos de un tamaño que no tengo y le pido que me hable:”Mamá, ya que vi como reaccionaste con lo que te dijo Beto (así le decimos a mi hijo mayor), es que yo me voy a atrever a decirte que yo mamá, también soy gay, a mi me gustan los hombres” WOW! no era uno eran DOS! Me dijo que lamentaba mucho desilusionarme y mi respuesta fue que no me decepcionaba en nada, que seguía siendo mi mismo hijo, que de él no me lo esperaba, pero que si él sentía así, yo respetaría sus sentimientos. Mis hijos, son lo más importante y en ese momento, la pena o la incredulidad que podría haber tenido pasó a un segundo plano, mi pena no era nada, en comparación a la cantidad de años en que ellos vivieron con miedo de contármelo y de pensar que yo los podría rechazar, así que la pena se transformó rápidamente en protección. No iba a permitir que nadie, ni familiar ni amigos ni desconocidos los vinieran a tratar diferentes o los vinieran a juzgar, porque yo sé lo que crié y yo crié dos hombres, muy buenas personas, responsables, buenos amigos, trabajadores, luchadores, comprometidos con el semejante, no porque sean mis hijos, pero los considero unos seres humanos muy completos. Como ves mi proceso fue automático, nada de luto, ni mucho sufrir, lo único que pensaba era en lo que tuvieron que vivir mis hijos, antes de contármelo y eso ya era suficiente dolor, de ahí en adelante todo lo demás sería alegría de estar juntos como familia, sólo que ahora seriamos una familia diversa. Eso nada mas.

¿En este proceso tuviste ayuda familiar?


Ninguna, yo más bien fui la fortaleza para todos, mamá se enteró para una navidad y quedó impactada, pero al mismo tiempo quedó tranquila, porque me vio a mi tranquila, recuerdo que les dijo a mis hijos “Pobre que me hagan sufrir a mi chiquilla, porque mamá como esta no van a encontrar”. Para el resto de la familia le fue difícil, pero el hecho que me vieran bien plantada y al frente de los dos como un muro con esa actitud de madre guerrera hizo que con el tiempo cambiaran su percepción, porque me han visto luchar, me han visto salir a las calles, a luchar por sus derechos, porque de a poco he ido junto a mis hijos, derrumbando mitos que ellos tenían y respondemos a sus preguntas y dudas con la verdad. Muchos parientes, ahora, aunque no van a las marchas, postean cosas a favor de la inclusión, en contra de la homofobia, postean cosas respecto del matrimonio igualitario, aun y cuando varios son muy católicos. Creo que hemos hecho con nuestro ejemplo de unidad, un pequeño cambio por lo menos en la mentalidad de nuestra familia. Los abuelos saben ahora, los tíos, los primos, los amigos, no oculto nada si me preguntan, porque mis hijos no hacen nada malo, sólo tienen una orientación sexual diferente a la que se supone la “normal”. Son tan iguales a cualquier hijo de vecino y de recalcarlo me he encargado yo.



¿Cómo llegas a Mums, movimiento por la diversidad sexual?


Creo que por el año 2009, de curiosa fui un día, porque Beto (mi hijo mayor) asistía a clases de 
inglés y me había contado que era un movimiento que defendía los derechos de las minorías sexuales. Pues bueno, fui y vi cómo eran los amigos de mi hijo, como era el lugar y me gustó, me cayeron muy bien, porque además, no podían creer que yo era la mamá, que lindos. En el 2010 comencé a ir de curiosa, a participar en esto, en lo otro, a ir a las marchas, con la polera que tú viste y que diseñó mi hijo, comencé a participar de todo, también de sus fiestas y se me ocurrió revivir el grupo de padres que habían tenido antiguamente, Fue así que el 2012, creamos Fads Mums Chile. Se unió un matrimonio motivado por la muerte de Daniel Zamudio, que tiene un hijo gay y luego una mamá de hija lesbiana y comenzamos a realizar un taller para ser monitores y así poder acoger a más padres que llegaran a nosotros, con dudas, con pena, con dolor fuimos creados con el afán de ser un grupo de contención y de ánimo para otros papás que estaban pasando por lo mismo.

Desde tu compartir y aprendizaje como una madre de dos hijos gays ¿qué le aconsejarías a esos padres y madres que están pasando por este descubrir de la diversidad?

Primero que recuerden esas caritas amorosas de sus hijos cuando eran pequeños, que olviden todos sus sueños personales, esos que uno pone en sus hijos…”quiero que mi hijo sea esto o lo otro” y que recuerden que ese ser pequeñito, será lo que quiera ser, que no es una extensión nuestra, sino un ser humano diferente. Segundo que piensen en el dolor de tener que ocultarlo muchas veces por años de años, para no causarnos un dolor a nosotros, mientras ellos sufren en silencio nosotros los padres decimos “No quiero que mi hijo sufra” y que pasa cuando no nos pueden contar que sienten distinto, por miedo, por terror a perdernos y a perder a su familia ¿acaso eso no es sufrir? abran sus mentes y sus corazones, no sean ustedes mismos responsables del dolor de su hijo. Tercero, ese niño que tuviste, esa niña, no ha cambiado, sigue siendo la misma, sólo que su orientación sexual, no es la que nos enseñaron como la “normal” ¡pero ya está!, tu hijo es gay, tu hija es lesbiana ¿qué harás, echarla de casa a que corra peligros y se pierda quien sabe con amistades que no le convengan o comprenderás mejor, que no porque no sienta como la sociedad dice, tu hijo es malo o tu hija es mala? Uno sabe lo que cría y lo que criaste no lo cambia la orientación sexual, si siempre ha sido bueno, responsable, estudiosos, buen hijo, lo seguirá siendo. Y cuarto abre tu mundo, deja las culpas, no se culpen unos a otros, no le pregunten a Dios, ¿por qué? lean, edúcate lo más que puedas, busquen grupos de ayuda, La culpa sólo los separará de sus hijos cuando ellos más los necesitan, no pregunten al cielo, porque no habrá respuesta, la respuesta está sólo en amarse tal y como somos: Una familia diversa pero familia al fin y al cabo y debemos
mantenernos unidos.

Definitivamente luego de ver la apertura del tema dentro de la sociedad chilena a raíz del caso Zamudio, que fue un trágico punto de quiebre para que se coloque los derechos LGBTI en la agenda de gobierno ¿cómo ves esta evolución? ¿pensaste que tomaría más tiempo?

La verdad, fue tan horrible el crimen de Daniel, que nadie en nuestra sociedad se quedó fuera. Los temas de la población LGTBI pasaron a primera línea y la gente comenzó a entender que el odio sólo lleva a más odio y que hoy podría haber sido Daniel, pero mañana podría ser uno de nuestros hijos. Hubo mucha pena, inclusive de gente homofóbica, fue horrible, nadie podría haber quedado fuera de aquel dolor. La verdad yo pensé que si llevaría más tiempo el que la gente abriera sus mentes y comenzara a ver como más natural a dos chicas de la mano, a dos chicos abrazados, hoy hay barrios en los que ni siquiera es tema en parte gracias al sacrificio de la vida de Daniel, para la gran mayoría de este país está siendo un tema cada vez más fácil de discutir, sólo la minoría cristiana, muy católica o evangélica son aquellos grupos los que no logran entender que esto de tener una orientación sexual no es ser distinto y no va fuera de ninguna “escritura sagrada”. Esta “evolución” de poder hablar el tema abiertamente, que sea discusión en televisión, que hoy me estés entrevistando es lo bueno de todo ese horror, que se pusieran en el tapete por fin los temas de la población LGTBI y sus demandas legítimas por lo demás, eso fue lo rescatable, lo bueno.


¿Cuáles son las más grandes dificultades que desde tu perspectiva no ha permitido avanzar más rápido al colectivo LGBTI chileno?

Creo en ese aspecto que es la desunión que hay entre las organizaciones, que de a poco se ha ido zanjando, pero aún quedan algunas que prefieren actuar por sí mismas y eso a veces entorpece el trabajo de otras que han decidido unirse, para hacer un frente común. Te comentaba que se hizo el año pasado el Frente de la Diversidad Sexual, al cual pertenecemos y que gracias a eso hemos conseguido el apoyo de varios sectores políticos, que nos ven como una sola fuerza y no como grupos divididos. Ahí yo creo entran los egos de algunas organizaciones como Movilh que le gusta trabajar solos y que eso provoca una cierta incertidumbre en la prensa, porque los ven siempre solos y creen que son los representantes de toda la población LGTBI y eso no es así, son una agrupación más, sólo que la prensa los ven como representantes y se acaba ahí el punto. Ojalá algún día ellos también logren entender que son parte de un colectivo, que debe estar unido para vernos unidos totalmente.

¿Cómo tomaron tus hijos el hecho que te hayas convertido en una madre activista

apasionada y comprometida?

Con orgullo, les da alegría verme con mi polera de “Yo Amo a mi hijo Gay”, saliendo a la calle sin miedos, a cara limpia y feliz de decirle al mundo que mis hijos son iguales a cualquier otro hijo. Además, eso les da a los chicos, a todos los chicos, una alegría muy grande, de ver que sus madres y padres, los apoyan en su lucha por sus derechos plenos, se sienten protegidos y los ayuda en su auto estima, que es algo importante que no se sienten solos, se sienten acompañados de la persona o de una de las personas más importantes en su vida, su madre.

¿Cuál fue el papel de los medios comunicación? ¿Hay menos estereotipos ahora? 

Fue y es importante, creo que de a poco se han ido encargando de derrumbar prejuicios, pero aun ponen “etiquetas” cuando ocurren casos de homofobia o de odio derivados de la homofobia. Me imagino que vende más decir “un crimen pasional homosexual, que un crimen pasional”. La prensa sí ayuda en cuanto a difundir lo que las organizaciones están haciendo en la lucha por la exigencia de nuestros derechos, ya salimos en noticias por la marcha, entrevistan a madres, padres, familias completas. En programas de televisión se hacen debates sobre la homosexualidad y sus mitos, invitan a concejalas (congresistas) trans a la televisión para que cuenten sus experiencias. Han hecho reportajes de familias homoparentales, donde muestran que son iguales a cualquier otra familia de barrio. Creo que en eso sí han colaborado, pero aún queda que derrumben las páginas amarillentas y dejen de poner énfasis en la orientación sexual de las personas y sólo las califiquen como son personas.

¿A qué personajes admiras o cuáles son los que te han inspirado? 


La verdad, la persona por la que siento admiración y fue un referente para mí y cuando conocí su historia, me dije ¿por qué yo no?, si ella pudo solita, yo también puedo!, ella es Jeanne Manford, en una marcha, que no era de la población LGTBI, era por otros motivos, en 1972, salió a la calle con una cartulina en sus manos, acompañada de su hijo, en la cartulina había escrito “Padres de chicos gays, únanse y apóyenlos”, ella es la fundadora de PFLAG en EEUU. Eso me marcó mucho, porque cuando yo me enteré de que tenía dos hijos gays, comencé a leer, a investigar y a preguntarme que hacer para que ellos sintieran que yo estaría ahí por siempre, con mi apoyo, mi amor incondicional, mi soporte y mi hombro cuando lo necesitaran. Ella me inspiró a participar en la organización Mums y a crear un grupo de padres que hicieran lo mismo, para que la gente viera que estos chicos, no están solos, nosotros estamos con ellos, ahora y siempre. Por otro lado, desde siempre he admirado a Oscar Wilde y ya de muy joven sabía que él era gay y la verdad es que no me importó en lo absoluto, leí toda su vida, sus libros, su pensamiento. De alguna forma siempre estuve ligada al mundo gay, a lo artístico, a la creatividad y creo que eso
se da más en las personas con más sensibilidad y sin menospreciar a los heterosexuales, creo que el mundo homosexual, nos ha entregado muchos personales, científicos, artistas, políticos, empresarios, dirigentes, reyes, príncipes, gentes con una mentes más amplias y hasta más sabias, con las altura de miras. Siempre quise ser parte de ese mundo y la vida me premió con dos hijos gays y ahora soy a mucha honra parte de ese mundo.

Un mensaje para los lectores de La Revista Diversa

Si algún chico, chica, se siente perdido, sin saber qué hacer, sin tener el apoyo de su familia, que busque apoyo en las organizaciones LGTBI, que busquen apoyo en familiares o amigos que no los rechacen y que les den una mano en la búsqueda de ese apoyo. Lo mismo si un padre o una madre no sabe qué hacer, si se sienten perdidos y sin esperanza, que busque apoyo en organizaciones de familias pro diversidad sexual, no se sentirán solos, se darán cuenta de que muchos padres están pasando por lo mismo y se sentirán apoyados, hablando un mismo idioma. Para muchos padres es vivir un luto, es como haber perdido un hijo, hija, esas organizaciones le ayudarán a vivir el proceso de recuperar la fe, la confianza y a darse cuenta de que lo único que necesita ese hijo o hija, es su amor, su incondicional amor, el mismo que sintieron cuando les nació. Al final les aseguro que habrá más padres activistas que como yo, luchamos en que la sociedad sea realmente inclusiva y que la inclusión no se quede

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