TRANSHISTORIAS por Lenna Guzmán: Vulnerabilidades y ataques en tiempos de pandemia.

Por Lenna Guzmán (Desde Sevilla, España)
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Pero a pesar de todos estos avances, la dotación de apoyo y de infraestructuras para albergar a las personas trans que se han visto expulsadas de sus casas y que carecen de hogar, debería servir como una salida digna. Su situación personal es dolorosa, a ello añadirles una situación mental estresante que muy a menudo les incapacita del trabajo. Y es que la mayoría de estas personas arrastran traumas, penalidades y vejaciones vividas, por lo que están muy estigmatizados con las vivencias del pasado.
Estas medidas desconocidas debieran complementarse con ayudas económicas. Llevamos muchos años denunciando esto y en ese sentido no hemos avanzado nada. Hay desinterés, la verdad y es muy triste.
Los derechos de las personas trans que también son parte del colectivo LGTBQ han quedado en papel mojado ante la falta de presupuestos y de subvenciones. Es más, la situación de pobreza del colectivo en tiempos de pandemia se ha recrudecido todavía más. Las personas trans siempre vivimos en vacas flacas. El aislamiento ha traído consigo la devastación de un colectivo mermado.
A las chicas trans de la calle se les ha frenado su trabajo llevándolas a situaciones límites. Muchas de ellas precisan de ayuda alimenticia que le son dadas. La vida para las prostitutas trans nunca fue fácil. En casa ni en clase pudieron estudiar ante el ambiente hostil en su contra. Es muy triste ver como son odiadas de día y deseadas de noche. Es una clara situación de violencia machista encubierta.
Una vez más, queremos incidir en que la mayoría de estas personas no llegaron a la prostitución por cuestiones caprichosas o de deseo sexual, no. Llegaron porque no había dios que les diera trabajo digno y están ahí porque necesitan ganarse la vida poniendo en riesgo su vida y lamentablemente muchas terminan siendo pasto de las drogas para poder paliar su tortura. Hay muchas que no teniendo casa dónde ejercer lo hacen en cualquier esquina bajo la intemperie, siempre expuestas a robos, agresiones físicas, violaciones o asesinatos. Esa es la cruda realidad, no es un cuento de ciencia ficción.
Hoy suelen trabajar en casa de citas o son las regidoras de su propio negocio. Pero el peligro persiste, pues muchas mafias políticas e internacionales se hicieron con el control de los rentables burdeles, hasta el punto que las mujeres decidieron hacer un sindicato para defender sus derechos ante los abusos del empresario, pero la respuesta democrática fue no permitir tal despliegue de derechos, ¿ que se puede esperar de unos corruptos políticos?
El panorama sigue siendo crudo. La sociedad ejerce una violencia pasiva que te aisla y te deja inutilizada. El silencio e se extiende cuando solicitas empleo una y otra vez. Así se te van cerrando las puertas, mientras tu futuro se nubla de mierda. La única salida que puedes tener es encontrar un trabajo mal remunerado y de interminables horas de servicio, son los trabajo que nadie quiere, y tienes la suerte de hacerte con uno.
Hay un estudio, que en su día lo leí y me dejó muy tocada, que decía que 1 de cada 3 trans opta por el suicidio, ¿acaso no son vidas humanas que debemos proteger? ¿Dónde están los derechos humanos para ellos y ellas? El mayor índice de muertes lo tiene el colectivo más vulnerable, dónde más del 70 por ciento no tiene trabajo. Es triste comprobar que la esperanza de vida de laa personas trans sólo llega a 5o años, mientras que el resto de la población llega en promedio a los 78 años. Pero más terrorífico es en América Latina donde la esperanza de vida ronda los 30 años. Injusto pero cierto.
Y la infancia trans tampoco se escapa de esta tortura. A nuestros niños se le vulneran sus derechos, a pesar de los avances. Muchos casos de este acoso escolar y familiar termina acabando en muerte. La estadística dice que todos los años se suicidará un niño trans.
Todo ello con el panorama de la política internacional liderado por Trump contra los derechos LGTBQ, amparado por una derecha radical que ya ejerce una terrible persecución. Todos los días leo autenticas aberraciones y ataques a nuestra moral, que incluso te pueden impedir entrar en un hospital. La supresión de identidades como en Hungría amenaza el seno de la Unión Europea aprovechando la pandemia. En España la ultraderecha también amenaza con lo mismo y hasta me he llegado a plantear huir del país.
La historia nuevamente se repite. No aprendemos por que no la vivimos en nuestras carnes. En el colectivo LGTBQ me da la sensación que desde hace tiempo se instaló una corriente izquierdista, que posibilita la hostilidad de la ultraderecha, cuando no debería de serlo. En España las asociaciones acaban siendo politizadas ante las subvenciones recibidas por el partido gobernante y esto no debería ser así. Es corrupción.
El caso es que el panorama tras la crisis del coronavirus va a ser mucho peor. Aquí en España se vuelven a repetir comportamientos transfobicos, como cuando un agente de seguridad insultó y vejó a una trans siendo grabado. Este delito de odio le costó ir a la cárcel, ¿y qué es lo que hacen los vecinos con la chica? Acosarle, insultarle y amenazarle para que se fuera.
Llevamos años trabajando duro y aunque se ha avanzado, el colectivo trans sigue recibiendo violencia. Esta persona trans agredida tuvo que huir de su ciudad escoltada por la policía. Estas situaciones me entristecen profundamente y me da la sensación de no haber avanzado nada. Que te traten como un criminal aún siendo la víctima de un delito es algo muy triste, que da mucho que pensar. La realidad es que las trans somos los caldereros que trabajan en el Titanic. Encima nuestra está la segunda clase, nuestras lesbis y por encima está la primera clase, nuestros amigos gays.
Las desgracias del colectivo las pagamos con vidas humanas y no hay derecho. No tuve la culpa de nacer así. Todavía no entienden que el ser humano es diverso. Y mientras sigan existiendo las diferencias, seguiremos sufriendo la exclusión. Por eso es preciso seguir trabajando en políticas de empleo dignas e igualitarias, para que nos den lo que la sociedad se encargó de robar.
Quiero acabar el artículo con un toque agradable y de esperanza por que no todo es tan negativo. Me quedo con que cada día, el papel de las personas trans va siendo más relevante porque ya contamos con empoderados abogad@s, model@s, polític@s, actrices y compositoras abriéndonos paso fuertemente para decir que existimos y que estamos dispuest@s a comernos el mundo.
Si algo es lo que nos diferencia de los demás es nuestra capacidad resiliente que nos hace ser grandes y especiales. ¡Deciros que la lucha trans nunca decaiga!
¡VENCEREMOS!
¡FORZA TRANS!
Excelente comunicado y mensaje, son valiosas son hermosas deberían ser tratadas como persona de primera categoría. Gracias por compartir este mensaje. Esperamos un mundo mAs
ResponderEliminarjusto para todos.
Mi deseo es pronto los trans sean tratado con amor y respeto. Bravo lorens
Creo q sigue habiendo desigualdad y rechazo hacia personas trans pero sinceramente creo q tienen oportunidades para formarse si por el hecho de tenerlo más difícil q es realidad se deja de insistir, de buscar, porque realmente el REMI, la RAI, PRODI, PREPARA son ayudas q se conceden si valorar ningún tipo de orientación sexual y q moviéndose llegan con la misma lentitud para un hetereo q para una persona q no lo es, encontrar trabajo esta jodido, bien mal y mal pagado pues tambien pero para trans y para no trans, si realmente se pide igualdad la presentación de alguien como soy Peña y soy trans no es necesaria igual q cuando yo me presento soy Maria y no añado soy hetero
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