EN PRIMERA BUTACA: ADIÓS A DORIS DAY
Nos ha dejado otra legendaria estrella del Hollywood de antaño, ese donde las actrices se vestían con el glamour que el público de los cines esperada: Doris Day, a los 97 años de edad en su tranquila casa de Carmel en California. Ella fue denominada la perfecta chica americana o "La vecina de al lado" con la cual todo hombre quisiera casarse. Hasta la denominaron "La virgen de América" por ese papel de chica ingenua pero osada y vivaz que llenaba la pantalla grande.
La primera vez que la vi en una película fue en "El hombre que sabía demasiado" de Alfred Hitchcock donde nos interpreta su famoso "Qué será...qué será". En el rodaje Doris se quejaba con Mister Hitchcock de por qué no la dirigía, a lo que él respondía que no era para nada necesario porque le salía de maravilla.
Si hay algo que Doris tuvo a lo largo de su carrera fue consistencia y coherencia con sus valores y principios. En el amor no le fue tan bien, se casó tres veces y el último esposo la dejó en la bancarrota. Fiel devota de la ciencia cristiana e infatigable activista por el cuidado y protección de los animales con sus organizaciones como la Doris Day Animal Foundation que el día 13 de enero anunció en un comunicado: “había gozado de excelente salud física para su edad, hasta que hace poco contrajo un caso grave de neumonía, que resultó en su muerte”.
Retirada del cine a principios de los setenta, porque al parecer no encontró papeles adecuados para ella que le hizo siempre rechazarlos muy amablemente. Tampoco era algo que perseguía, porque ella había encontrado otro rol más grande, ser ella misma y disfrutarlo a plenitud.
Lo cierto es que justo cuando empezaba los cuarenta años el guión de "El Graduado" de Mike Nichols pudo haberla devuelto a la taquilla y darle un giro a su carrera cinematográfica revitalizándola, pero ella no se veía como la señora Robinson. Vaya golazo que hubiera sido.
La chica de ascendencia alemana nacida y criada en Cincinatti (Ohio) cuyo nombre, como el de tantos otros, fue cambiado para hacerlo más comercial. Así quedó Doris Day, de su canción Day after Day. Ella quiso al inicio ser bailarina, porque tenía el talento y las ganas, pero un accidente de tránsito con el carro en el cual iba con otros tres amigos cerca a la línea le quitó el sueño de su vida. Al poco tiempo, inspirada en Ella Fitzgerald, decidió que podía lograrlo con el canto y lo hizo junto a las grandes bandas de jazz de la época. En su vida sentimental las cosas se le complicaron porque tal vez no supo elegir muy bien a los hombres, se casó tres veces y el último la dejó casi en la bancarrota junto a su representante.
En veinte años de carrera artística hizo como actriz 39 películas, fue nominada al Oscar tan solo una vez y se le dio el premio Cecil B. De Mille por su trabajo en el cine. Fue una artista completa. Durante una entrevista dijo que su película favorita era "Calamity Jane" porque se parecía mucho a ella, era su verdadero yo.
Dentro de su filmografía destacan títulos como: ‘Quiéreme o déjame’ (Charles Vidor, 1955); ‘Pijama para dos’ (Delbert Mann, 1961); ‘El hombre que sabía demasiado’ (Alfred Hitchcock, 1956) o ‘Confidencias de medianoche’ (Michael Gordon, 1959), por la que recibió un Globo de Oro y su única nominación al Oscar.
En su momento ganó un sueldo superior a los de su colegas hombres de reparto y estuvo por varios años consecutivos como una de las actrices más taquilleras, aunque esto se lo debía sobre todo a sus papeles en el terreno de la comedia romántica que de alguna forma la encasillaron como la esposa y ama de casa perfecta. Para inicios de los setenta todo había cambiado; así que Doris se vio en la necesidad de hacer una serie de TV que le permitiese recuperar el dinero mal administrado y pagar sus cuentas. Junto a su único hijo Terry Melcher emprendió la tarea con 'The Doris Day Show’ en 1973, que tuvo cinco temporadas en el aire, dos en la CBS y luego de un intermedio volvió con el título de "Doris best's friends" donde tuvo como primer invitado a Rock Hudson, con quien en los sesenta hizo tres películas que le dieron fama y popularidad personificando a la pareja soñada. Ahí ella vio el deterioro del galán, con el tiempo se habían convertido en grandes amigos. Luego de esa temporada ella no volvió a hacer ningún otro programa.
Su carrera como cantante también fue un éxito: 30 álbumes de estudio, el último de ellos con 89 años, respaldan su melodiosa voz en canciones como Sentimental Journey o A secret love. Nos he dejado una estrella de esas que vivieron la época dorada del cine.
La primera vez que la vi en una película fue en "El hombre que sabía demasiado" de Alfred Hitchcock donde nos interpreta su famoso "Qué será...qué será". En el rodaje Doris se quejaba con Mister Hitchcock de por qué no la dirigía, a lo que él respondía que no era para nada necesario porque le salía de maravilla.
Si hay algo que Doris tuvo a lo largo de su carrera fue consistencia y coherencia con sus valores y principios. En el amor no le fue tan bien, se casó tres veces y el último esposo la dejó en la bancarrota. Fiel devota de la ciencia cristiana e infatigable activista por el cuidado y protección de los animales con sus organizaciones como la Doris Day Animal Foundation que el día 13 de enero anunció en un comunicado: “había gozado de excelente salud física para su edad, hasta que hace poco contrajo un caso grave de neumonía, que resultó en su muerte”.
Retirada del cine a principios de los setenta, porque al parecer no encontró papeles adecuados para ella que le hizo siempre rechazarlos muy amablemente. Tampoco era algo que perseguía, porque ella había encontrado otro rol más grande, ser ella misma y disfrutarlo a plenitud.
Lo cierto es que justo cuando empezaba los cuarenta años el guión de "El Graduado" de Mike Nichols pudo haberla devuelto a la taquilla y darle un giro a su carrera cinematográfica revitalizándola, pero ella no se veía como la señora Robinson. Vaya golazo que hubiera sido.
La chica de ascendencia alemana nacida y criada en Cincinatti (Ohio) cuyo nombre, como el de tantos otros, fue cambiado para hacerlo más comercial. Así quedó Doris Day, de su canción Day after Day. Ella quiso al inicio ser bailarina, porque tenía el talento y las ganas, pero un accidente de tránsito con el carro en el cual iba con otros tres amigos cerca a la línea le quitó el sueño de su vida. Al poco tiempo, inspirada en Ella Fitzgerald, decidió que podía lograrlo con el canto y lo hizo junto a las grandes bandas de jazz de la época. En su vida sentimental las cosas se le complicaron porque tal vez no supo elegir muy bien a los hombres, se casó tres veces y el último la dejó casi en la bancarrota junto a su representante.
En veinte años de carrera artística hizo como actriz 39 películas, fue nominada al Oscar tan solo una vez y se le dio el premio Cecil B. De Mille por su trabajo en el cine. Fue una artista completa. Durante una entrevista dijo que su película favorita era "Calamity Jane" porque se parecía mucho a ella, era su verdadero yo.
Dentro de su filmografía destacan títulos como: ‘Quiéreme o déjame’ (Charles Vidor, 1955); ‘Pijama para dos’ (Delbert Mann, 1961); ‘El hombre que sabía demasiado’ (Alfred Hitchcock, 1956) o ‘Confidencias de medianoche’ (Michael Gordon, 1959), por la que recibió un Globo de Oro y su única nominación al Oscar.
En su momento ganó un sueldo superior a los de su colegas hombres de reparto y estuvo por varios años consecutivos como una de las actrices más taquilleras, aunque esto se lo debía sobre todo a sus papeles en el terreno de la comedia romántica que de alguna forma la encasillaron como la esposa y ama de casa perfecta. Para inicios de los setenta todo había cambiado; así que Doris se vio en la necesidad de hacer una serie de TV que le permitiese recuperar el dinero mal administrado y pagar sus cuentas. Junto a su único hijo Terry Melcher emprendió la tarea con 'The Doris Day Show’ en 1973, que tuvo cinco temporadas en el aire, dos en la CBS y luego de un intermedio volvió con el título de "Doris best's friends" donde tuvo como primer invitado a Rock Hudson, con quien en los sesenta hizo tres películas que le dieron fama y popularidad personificando a la pareja soñada. Ahí ella vio el deterioro del galán, con el tiempo se habían convertido en grandes amigos. Luego de esa temporada ella no volvió a hacer ningún otro programa.
Su carrera como cantante también fue un éxito: 30 álbumes de estudio, el último de ellos con 89 años, respaldan su melodiosa voz en canciones como Sentimental Journey o A secret love. Nos he dejado una estrella de esas que vivieron la época dorada del cine.
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