ACCIÓN / REACCIÓN POR GERARDO POGGI: EL BOXEO

Por Gerardo Poggi (Desde Buenos Aires, Argentina)
gerardopoggi@hotmail.com

Siempre me llamó la atención el boxeo, de hecho son varias las situaciones de la vida cotidiana que están estrechamente emparentadas con este deporte y otras que a primera vista no lo parecen tanto, pero no nos dejemos engañar es sólo el primer “JAB”* que nos deja esta impresión.

Para comenzar, que alguien quiera triunfar en la vida golpeando a otro ser humano, es misterioso y que además el momento de gloria sea ver al contrincante desvanecido en la lona a raíz de haber recibido los golpes certeros de unos puños bien direccionados, es todavía una experiencia más fuerte; porque fríamente hablando de eso se trata este deporte: si ganas por KO (tu adversario no puede ponerse de pie antes de los 10 segundos) mayor cantidad de  seguidores, fans y tantos miles de likes ganas y así exponencialmente se dispara tu cotización dentro del mercado del deporte.

Pero no termina acá porque hay otro trasfondo aún más misterioso, puesto que analizando bien la real situación que hay detrás de este deporte existen miles de personas a lo largo de todo el mundo que concurren a cuanto sitio organice un evento pugilístico para observar simplemente como dos seres humanos se golpean solo con los puños. 

Y tampoco nos olvidemos de mencionar a los millones de individuos que se acomodan plácidamente en los sillones de su casa a observar el combate, porque sin todos estos “pseudo voyeour“ que hay en el mundo, este deporte no hubiese jamás alcanzado la estampa de olímpico y hasta la categoría de deporte profesional.

Ahora bien, vayamos a una situación más cotidiana, algo más tangente para que puedan empatizar un poco más con mi persona. Fueron varias las veces que escuché opinar a mucha gente acerca del boxeo, que no les gustaba por ser muy violento entre otras justificaciones; sin embargo, ¿no son esos mismos “puritanos” quienes al estar caminando por la calle y transformarse en inesperados espectadores de alguna discusión banal sacan sus celulares y lo suben inmediatamente a las redes? 

Imaginen esta situación: discusión fuerte entre un automovilista y por ejemplo un taxista, detienen su andar, aumenta la tensión, discuten más fuerte, dos, tres transeúntes detienen su marcha, aumentan los insultos y las agresiones verbales entre los individuos enfrentados. Ahora ya no son dos o tres sino diez las personas que se han detenido y los conductores aminoran su marcha al tiempo que el taxista y el automovilista se “pechean” y cada vez más transeúntes toman confianza y comienzan a rodear a los espontáneos luchadores e inconscientemente forman un ring para ver la contienda. Acto seguido, los espectadores sacan automáticamente sus celulares y compartes en las múltiples redes sociales el nuevo combate, buscando la primicia, el like que los posicione en los “trending topics”, y no me pregunten el porqué siempre después de unos minutos uno de los espectadores saca a relucir el árbitro que lleva dentro y mágicamente separa a los boxeadores callejeros de ese momento y le pone fin a la contienda. Al poco rato las personas comienzan a retirarse del espectáculo volviendo a las rutinas de sus vidas, pero retornan analizando la situación recientemente vivida, se convierten en jurados analizando cada golpe arrojado y hasta discuten sobre la decisión del fallo final: ganó el taxista, el automovilista sobre el final ¿? 

Entonces permítanme preguntarme ¿será el boxeo la representación metafórica a muchas situaciones de nuestro día a día vinculadas a millones de momentos personales, donde discutimos con nuestro jefe o con un familiar y un tercero le pone fin a la discusión apelando luego a su opinión para poder llegar a un veredicto o fallo final? ¿O seré yo, que veo el boxeo en todo lo que observo? Y sí, puede ser…

Recuerdo una charla con mi abuela, quien no entendía cómo me podía gustar ese deporte  TAN VIOLENTO. De fondo el televisor y el informativo de la hora mostrando el desconsuelo de una madre cuya hija había sido atropellado por unos motochorros...

*JAB ; golpe de boxeo