OSCURAS REFLEXIONES por Lenna Guzman: Sobreviviremos o no.
Hace una semana sufrí un aparatoso accidente con la freidora. Me salpicó todo el aceite en la mano, cuál torpeza mi torpeza (Risas). En fin, todos los días he tenido que ir al centro médico para curarme, pero un día me topo con un celador, tras su mesa, protegido detrás de una mascarilla. Dije para mí , "po vale".(Así hablamos en Andalucía)
Otro día, el siguiente, me entero por el noticiero local que habían dos casos de coronavirus en Dos Hermanas, que dos italianos venido de su tierra presentaban sintomatología. Comprendí entonces que era po que aquello estaba infestado y es cuando me preocupé. Hoy me enteré por internet que estos amigos no dieron positivo, pero el susto te lo llevas. (Risas).
Me fui a curarme en otro centro de salud, el mío. Y me encuentro el mismo percal, una celadora igual, tapada de boca. Po bueno, repetí. Esperemos que no haya más casos, pero me hace pensar que si. El ambiente era denso. Vi a un doctor muy serio y agobiado. No sé si estaban atendiendo un afectado.
El centro médico estaba casi vacío de usuarios, lo contrario a lo general. Hay miedo. Y lo veo lógico. Salgo y camino y observo que hay muy poca gente en los bares. Aprecio que circulan pocos coches y aprecio que hay demasiado vehículo aparcado en las zonas residenciales, lo que me hace pensar que la abstención al trabajo debido al coronavirus ha sido notoria.
Estoy tomando el sol cuando me entero que España está en alerta máxima y que se aconseja no salir. En otras ciudades la gente está vaciando los supermercados. Están entrando en una histeria colectiva. Tanto que compran papel higiénico en abundancia. (No sé si será para limpiarse el trasero ante el miedo que les genera generando toda esta nueva situación). Sólo intento bromear. Observo la gente preocupada.
Tengo un remedio para que no me afecte tanto la crisis: no ver la televisión. (De todas formas te enteras por facebook). Yo sólo quiero vivir en paz, pero nunca me dejan los medios de comunicación. Aislada en casa hay menos riesgo. Internet es mi distracción.
El hombre sobrevivió a grandes desgracias a lo largo de la historia. Tuvo que hacer frente a las inclemencias meteorológicas, bombas nucleares, pandemias, maremotos y erupciones volcánicas. Hasta superó guerras mundiales, crisis económicas, hambrunas y hasta un diluvio. Si el apocalipsis existiera, también sobreviviría. Son la capacidad de sobreadaptación del ser humano y su ingenio, factores que le han valido para sobrevivir. Y es que bicho malo nunca muere, ¿no?
No tiene sentido ni coherencia alguna decir que el mundo se va a acabar con el Coronavirus. Esto durará tres meses, (a final de abril se espera el mayor repunte, luego descenderá).Todo hace presagiar que a inicios de junio acabe la pesadilla, pero el daño ya está hecho con la economía tocada y con altas tasas de desempleo de resultado (esas si que es una epidemia que nunca se erradica).
Me temo que el porcentaje de gente afectada puede llegar al 80% de la población, siguiendo como baremo el crecimiento exponencial del número de casos y de muertos. Esto falla a veces.
Antes las pandemias masacraban a millones, hoy no llegaría a de centenas de miles. Porque en ese entonces había mucho desconocimiento en medicina, la desinformación reinaba tanto como la falta de higiene, factores determinantes que propagaron la peste por Europa, sucumbiendo 120 millones de personas. En Sevilla la mitad de la población murió. Hoy se aísla y se reduce el problema como pasó en China. Hay motivos para confiar. Hoy contamos con más hospitales y medios, experiencia sanitaria y estudiosos clínicos. La población hoy es consciente y actúa conforme a las medidas preventivas y directrices.
Hoy día existe mucha más higiene y gozamos de mejores medios económicos. No hay motivos para el desánimo, aunque la cosa anda jodida, está claro.
Otro día, el siguiente, me entero por el noticiero local que habían dos casos de coronavirus en Dos Hermanas, que dos italianos venido de su tierra presentaban sintomatología. Comprendí entonces que era po que aquello estaba infestado y es cuando me preocupé. Hoy me enteré por internet que estos amigos no dieron positivo, pero el susto te lo llevas. (Risas).
Me fui a curarme en otro centro de salud, el mío. Y me encuentro el mismo percal, una celadora igual, tapada de boca. Po bueno, repetí. Esperemos que no haya más casos, pero me hace pensar que si. El ambiente era denso. Vi a un doctor muy serio y agobiado. No sé si estaban atendiendo un afectado.
El centro médico estaba casi vacío de usuarios, lo contrario a lo general. Hay miedo. Y lo veo lógico. Salgo y camino y observo que hay muy poca gente en los bares. Aprecio que circulan pocos coches y aprecio que hay demasiado vehículo aparcado en las zonas residenciales, lo que me hace pensar que la abstención al trabajo debido al coronavirus ha sido notoria.
Estoy tomando el sol cuando me entero que España está en alerta máxima y que se aconseja no salir. En otras ciudades la gente está vaciando los supermercados. Están entrando en una histeria colectiva. Tanto que compran papel higiénico en abundancia. (No sé si será para limpiarse el trasero ante el miedo que les genera generando toda esta nueva situación). Sólo intento bromear. Observo la gente preocupada.
Tengo un remedio para que no me afecte tanto la crisis: no ver la televisión. (De todas formas te enteras por facebook). Yo sólo quiero vivir en paz, pero nunca me dejan los medios de comunicación. Aislada en casa hay menos riesgo. Internet es mi distracción.
No tiene sentido ni coherencia alguna decir que el mundo se va a acabar con el Coronavirus. Esto durará tres meses, (a final de abril se espera el mayor repunte, luego descenderá).Todo hace presagiar que a inicios de junio acabe la pesadilla, pero el daño ya está hecho con la economía tocada y con altas tasas de desempleo de resultado (esas si que es una epidemia que nunca se erradica).
Me temo que el porcentaje de gente afectada puede llegar al 80% de la población, siguiendo como baremo el crecimiento exponencial del número de casos y de muertos. Esto falla a veces.
Antes las pandemias masacraban a millones, hoy no llegaría a de centenas de miles. Porque en ese entonces había mucho desconocimiento en medicina, la desinformación reinaba tanto como la falta de higiene, factores determinantes que propagaron la peste por Europa, sucumbiendo 120 millones de personas. En Sevilla la mitad de la población murió. Hoy se aísla y se reduce el problema como pasó en China. Hay motivos para confiar. Hoy contamos con más hospitales y medios, experiencia sanitaria y estudiosos clínicos. La población hoy es consciente y actúa conforme a las medidas preventivas y directrices.
Hoy día existe mucha más higiene y gozamos de mejores medios económicos. No hay motivos para el desánimo, aunque la cosa anda jodida, está claro.
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