EL rincón de Dann por Daniel Ruiz Valderrama: Resiliencia

Por Daniel Ruiz (Desde Barcelona)

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Escribir es algo que usualmente hacemos cuando ya hemos pasado por situaciones que nos han enseñado, en las que hemos aprendido la lección y sentimos la capacidad de plasmarlo en papel para que a lo mejor esa experiencia o pensamiento pueda ayudar a otra persona que puede estar pasando por algo similar, pero ¿qué pasa cuando no has solucionado todavía esa situación? ¿sobre qué escribes entonces?

Debo aceptar que he tardado en volver a escribir por que no me sentía con la sabiduría para hacerlo, pero decidí escribir precisamente sobre estar pasando actualmente por una situación en la que no tienes ni idea de como solucionar, que no encuentras la manera de exteriorizar y como consecuencia son momentos de soledad. Puede que al terminar de escribir este texto tenga la claridad suficiente para sentirme otra vez con la confianza que me ayuda a escribir con más sensatez. 

Es importante aclarar que la soledad no es algo malo, ni se debe pensar de manera negativa porque aprender a estar solo es un ejercicio muy bueno para la salud mental, el “aburrimiento” es el detonador de la creatividad y el motor para crear nuevas oportunidades. Solo hay momentos que quisiéramos no estar solos y puede que existan personas que no saben cómo pedirlo o cómo buscarlo porque casi siempre sucede en el sentido contrario. 

Los momentos de oscuridad, de soledad y sentir que no avanzamos son los momentos clave, porque es precisamente lo que nos define como personas. No nos definen nuestras virtudes ni nuestras habilidades pero, a los ojos de los demás, sí que nos define la manera de afrontar las situaciones difíciles y de solucionar los “problemas”. La esencia de una persona se puede ver sólo cuándo se pone a prueba su capacidad de gestionar las dificultades. Una de las mentiras más grandes de la sociedad es que hay personas que son ejemplos a seguir y otras que siguen a los demás. Todos hemos sido en algún momento de nuestra vida un ejemplo a seguir y la inspiración que otra persona necesitaba para dejar su óbice atrás. Todos hacemos el mismo proceso solo que en distintos escenarios. Al final del día, todos estamos intentando sobrevivir en una sociedad, todos estamos intentando sobrepasar o sobrellevar situaciones en la que nosotros mismos nos metemos y siempre eso va a ser una inspiración para otra persona, así no seamos del todo conscientes. Es por esto que debemos tener una actitud serena, cuidadosa y sobre todo respetuosa cuando resolvemos dificultades, por que seguramente tendremos a alguien observándonos y tomando nuestra manera de actuar como ejemplo para su propia vida. 

Siempre hablamos con sabiduría cuando nos expresamos desde nuestras propias experiencias. Se puede intuir que esa persona es madura, positiva y que es un ejemplo a seguir. Pero la verdad es que eso no es del todo cierto, tal vez para esa persona le es muy difícil mostrar sus debilidades y tiene muchos muros a su alrededor, puede que esa fuera su manera de sobrepasar situaciones difíciles. Es curioso como una lucha agotadora de una persona con procesos internos tan complejos y exigentes y la no capacidad de poderlos exteriorizar es el perfecto ejemplo a seguir para un punto de vista externo. Es una lucha agotadora y por más de que todo siempre fluya y todo termina saliendo bien, hay momentos muy difíciles de llevar y sobretodo, muy solitarios. Me atrevería a decir que las personas más positivas son las que pasan por situaciones más exigentes. Es una paradoja, pero a las personas que más fácil se les da escuchar los problemas de los demás suelen ser las personas a las que más difícil se les hace hablar. 

También, solemos hablar con sabiduría cuando reflexionamos de nuestras acciones. Pero si tan fuertes somos, ¿por qué entonces hay situaciones que nos pueden? ¿Por qué pateamos una y otra vez la misma piedra, así ya nos duela el pie? Deberíamos en esos momentos, momentos en los que nos sentimos todo menos un ejemplo a seguir, pensar de manera distinta y aceptar que no tenemos el conocimiento suficiente para resolver esto. Podríamos buscar hacer actividades que no solamos hacer y que requieran procesos simples de cualquier tipo, como ordenar o agrupar, acciones totalmente infantiles y joviales como: Armar un rompecabezas, escribir una historia, ver una película infantil, aprenderse una canción, etc. Entonces tu mente pasará su atención a lo que esta haciendo, creería yo, que nuestro subconsciente mientras desarrollas esa actividad banal y pasajera esta aprendiendo nuevas formas de resolver enigmas. Solo estás actuando por lógica y no por información. Y ahí es cuando, como por obra de magia, encuentras la solución, se te ocurre actuar de cierta manera y encuentras la fuerza necesaria para resolver eso que te llevaba tan enredado. Nos podemos hasta llegar a sorprender y en verdad lo único que hicimos fue distraer nuestro consciente para darle un descanso a nuestra mente, por que nuestro subconsciente siempre sabrá qué hacer, solo que nuestra actitud con respecto a la situación puede aturdir nuestros pensamientos y nublar nuestro punto de vista. 

El mundo sería un mejor lugar para vivir si todos nos expresaramos y nos relacionaramos con los demás siendo conscientes de que todos estamos luchando nuestras propias batallas internas y que en ocasiones, así no se vea a simple vista, necesitamos calma, compañía y distracción positiva. Así nos daríamos los unos a los otros el tiempo, la tranquilidad y el escenario necesario para poder tomar mejores decisiones, avanzar y poder aportar a la sociedad en la que vivimos.