LAS NOCHES DE NOCHEBUENA por Sergio Nochebuena: Afortunado en el juego, desafortunado en el amor

Por Sergio Nochebuena (Desde Ciudad de México)

sergioespinozan@yahoo.com.mx 

Hoy, con la degradación de la vida afectiva, llamamos amor a cualquier relación superficial y centrada en la sexualidad. El amor se ha ido convirtiendo en sexo para muchos, la decadencia y la poca importancia dada a la pareja constituye actualmente un signo característico.

Vivimos una erotización de la sociedad que ha transformado el panorama sentimental.

¿No nos estaremos equivocando al educar sólo la inteligencia para tener una actividad profesional bien remunerada, olvidando toda la parte afectiva?, creo que vamos por mal camino, estamos haciendo las cosas mal, cuyas consecuencias ya las estamos viviendo día a día.

Sólo el tiempo o la madurez se encargará de que seamos capaces de consolidar un amor estable, rico, armonioso, de buen trato y lleno de reciprocidad. No seas una persona tóxica, conviértete en una persona que deja marca, no una enorme cicatriz.

Sé de muchos profesionales que conocen a fondo su trabajo, que son excelentes en su vida profesional, pero que desconocen lo básico del mundo sentimental, como si se comprara por separado, y no los culpo, lo que sucede es que no estamos educados en estos terrenos de la vida afectiva, estamos entrenados para el trabajo, pero incapacitados para los sentimientos, curiosamente esto se observa más en los hombres que en las mujeres, el género lo tenemos muy introyectado hasta en el tuétano.

A los niños siempre se les ha dicho que no deben llorar porque parecen niñitas, maricas, que deben ser fuertes y guardarse los sentimientos como si fueran costal de aserrín, después ahí andamos sufriendo porque nuestra pareja es muy fría con nosotros, al no saber expresar lo que sentimos, lo que pensamos.

Ten en cuenta que el amor es un arte trabajado con el corazón y apoyado con la razón. El sentimiento es un paisaje, o una gran tormenta, que refleja tu interior.

Una persona alexitímica tiene serios problemas para expresar sus sentimientos, se trata de un enorme analfabetismo sentimental.

El amor verdadero implica tratar a la otra persona de forma casi excepcional. Si queremos lograr que el amor ilumine de verdad nuestras vidas, hay que lograr que permanezca atento, fino, generoso, siempre dispuesto a lo mejor.

Amar a una persona es creer en ella y brindarle lo mejor que uno pueda darle. Así que aprende a escuchar al otro, déjalo hablar, facilita el diálogo, precisamente una de las facetas centrales de la convivencia.

El amor es como un fuego; hay que avivarlo día a día, si no se apaga. El amor necesita ser aprendido urgentemente. Lo que necesitamos es amor verdadero.

El amor atento es el secreto de muchas vidas sosegadas y estables. La inmadurez afectiva vive el amor como si fuera viento, que va y viene, que no se puede contener ni controlar.

La capacidad para controlar y dominar los sentimientos y las pasiones son un signo de madurez. El amor se debe cuidar a base de cosas pequeñas y protegerlo de vientos exteriores.

Para estar con alguien es preciso estar primero con uno mismo, permítete liberar ese sentimiento de tristeza y hasta rabia. Cuando alguien tiene un amor desordenado por sí mismo, es difícil que se vuelque en otra persona de forma sana. Una persona que no ha resuelto su pasado tiene una deuda que saldar, pon especial atención en esto que te digo.

Todo ello pertenece al pasado, tú vives ahora y para el futuro.

El amor auténtico consiste en una pasión inteligente. El gozo y la satisfacción de seguir en la brecha, luchando por sacar lo mejor de uno mismo.

Porque la vida se hace con pequeños detalles y son estos los que proporcionan grandes victorias ¡Ponte Buzo!

Debes saber que las parejas estables comparten signos de identidad propios, códigos privados, miradas de complicidad, gestos personales que tienen un significado.

¡Ojo! No confundas ser sincero con ser demasiado directo, no abras una grieta que después te resulte difícil de cerrar. Debemos aprender a hablar y silenciar, dar el mensaje correcto, pero con tacto para no lastimar.

Estoy convencido de que la educación sexual es fundamental para dar respuesta a todas las preguntas que se suscitan a lo largo de nuestra existencia. Hace falta urgentemente una auténtica educación sexual, caracterizada por la información y la formación, es indispensable.

Aunque no lo creas también los sentimientos son educables y se deben cultivar. Una sexualidad inteligente es aquella en la que se mezclan la ternura, la complicidad, el misterio, la delicadeza, la pasión y el compartir mutuamente. 

Tu relación se mantendrá con frescura y lozanía siempre que esté envuelta en un romanticismo, trata a la persona no como objeto de placer, sino como objeto de amor; su valor como persona será siempre superior al valor del placer.

Cuando la relación sexual es tan sólo contacto entre dos cuerpos que buscan el placer, no se puede hablar de un auténtico encuentro personal. Uno refleja en el acto sexual aquello que lleva dentro.

Es necesario saber que una sexualidad bien entendida y con significado hace más humano al hombre.

El amor de una pareja consiste fundamentalmente en un intercambio de refuerzos positivos, forjar vínculos afectivos de manera sana.

Nunca me cansaré de decirte que el lenguaje es el mejor medio para introducirnos en la intimidad ajena y bucear en ella. Sin duda es la mejor base para el diálogo y el entendimiento.

Saber escuchar es primordial, pon atención en el discurso de aquel que tengas frente a ti y no lo interrumpas. El amor inteligente usa las mejores armas a su alcance para entenderse con el otro.

Recuerda que el mejor amor se desmorona, se quiebra, se fractura, y se hunde si no se cuida.

El amor es un proyecto compartido, por lo que es importante que cada uno conserve su individualidad, que no busque dominar al otro y someterlo a sus propios criterios, después de todo, conocer a alguien es introducirse en su persona y comprenderla.

El buen amor se cocina en casa, en un clima cálido en el que se cuidan los pequeños detalles y que debes poner en práctica ya.

No seas egoísta y muestra siempre la mejor versión sentimental que hay en ti. El buen amor se hace como el buen vino: necesita tiempo y una temperatura adecuada.