Ni un paso atrás por GUILLERMO DI BELLA: Visibilidad como detonante de sociedades incluyentes

Por Guillermo Di Bella (desde Brasil)

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Crecí en los 90s viendo contenido de la televisión y del cine en donde el objetivo por el cual aparecían personajes de la comunidad LGBTQ+ en dichos programas era para burlarse, ser un chiste o una mofa de una situación o circunstancia. Programas de comedia, telenovelas y hasta películas de Hollywood en donde se utilizaban a los personajes gay como un estereotipo exagerado con la intención de generar risas en los espectadores.

Y díganme, ¿quién va a querer identificarse con algo que para el resto de las personas causa risas o incluso repulsión? Independientemente del estereotipo que se mostraba, el solo hecho de que la gente que estaba a mi alrededor encontrara ese comportamiento, orientación o identidad como una broma o un chiste, hacía automáticamente que quisiera alejarme lo más posible de ese estereotipo. La gente que me rodeaba -y yo mismo- asociaba a la homosexualidad con una expresión de género que existía en la pantalla para producir carcajadas. Y esto también perpetuaba el bullying que una persona con expresión de género más femenino pudiera sufrir en la escuela.

Y aquí se desdoblan varios temas y problemáticas sociales: los estereotipos, la discriminación hacia la expresión de género femenino en hombres, el acoso, el bullying; entre otros. Sin embargo, hoy quisiera enfocarme en la importancia de la visibilidad en los contenidos que consumimos.

Siempre he dicho -y seguiré reforzando- que la visibilidad es importante para garantizar la diversidad y la inclusión. Creo firmemente que los contenidos que consumimos generan la cultura y construyen los códigos de las sociedades en las que vivimos y nos desarrollamos. A través de las narrativas se nos transmite conocimiento, se desarrolla empatía y nos enseñan a través de las escenas sobre diferentes temas que -de otra forma- serían tal vez desconocidos para nosotros. Así de poderosa siempre ha sido la televisión, y ahora los contenidos en general que vemos o escuchamos a través de las nuevas plataformas de streaming.

Netflix es un ejemplo de plataforma que ha venido haciendo un trabajo espectacular con la visibilidad. Sus desarrolladores han generado contenido con protagonistas con discapacidad, LGBTQ+, diversidad racial, mujeres empoderadas, y se han asegurado de que en sus películas y series siempre esté presente la diversidad que representa al mundo en el que vivimos. Tramas en donde las personas pueden verse, identificarse, soñar y proyectarse a través de esos personajes y sus historias.

Buenísimos ejemplos de esto son las series como Sense8, Special, Orange is the new Black. También reality shows como Queer Eye o The Circle y documentales como Disclosure. Además de estos, también hay otros contenidos exitosísimos en dónde el tema central no es LGBTQ+, pero trabajaron para que exista la representación de más de una minoría y/o grupo vulnerable. Los ejemplos de esto último son: Elite, Lucifer, La casa de papel, Atypical o Dinasty.

En otras plataformas también podemos encontrar contenido diverso. Euphoria y Nine Strangers en HBOmax, Modern Love en Amazon Prime y ahora Disney – que antes se resistía- continua en una evolución en la búsqueda de esta representación.

Hablando de Disney, no puedo negar la felicidad y satisfacción que sentí cuando fui al cine a ver la última película de Marvel: Ethernals. Entre los personajes principales encontramos roles y actores que representan minorías o grupos vulnerables de distintas razas, comunidad LGBTQ+ y una mujer sorda. A través de estos personajes protagónicos, en los que la gran mayoría de niños, jóvenes y adultos -por primera vez y al mismo tiempo- pudieron y podrán verse de alguna forma identificados con los superhéroes en pantalla.

Por esto no es extraño ver a Salma Hayek – artista mexicana que interpreta a Ajak en Ethernals- en un video promocionando la película al borde de las lágrimas contando el valor que tiene para ella como mujer latina interpretar un rol principal de un superhéroe para una compañía como Disney. Mencionando explícitamente lo que hubiera significado para ella siendo niña tener la oportunidad de verse representada e identificada en un personaje como ese. Cabe mencionar que el personaje original -Ajak- que interpreta Salma es un hombre, por lo que tenemos que reconocer la decisión de Disney de cambiar la narrativa y colocar a una mujer latina como líder de un equipo de superhéroes para así ayudar a combatir también los estereotipos de género.

Con esta “simple” decisión, ahora millones de niñas latinas podrán verse y soñar con ser una super heroína, una oportunidad de verse reflejadas en estas películas que muchos de nosotros no tuvimos cuando crecimos. Con esta diversidad de personajes y actores habrá presentes y futuras generaciones que crecerán sin los mismos roles heteronormados o cisgénero. Con otras referencias además de los estereotipos de hombres blancos, mujeres que no son líderes, gay sólo con cierta expresión de género o personas con discapacidad invisibles.

Hoy parece mucho más normal y común, pues no sólo Netflix o Disney lo están haciendo; aunque recuerdo también que cuando estos esfuerzos de visibilidad empezaron la gente encontraba exagerada o forzada la presencia de esta diversidad. Los espectadores explícitamente decían cosas como que no había necesidad, que era demasiado, que era forzado. Y la realidad es que SÍ hay necesidad.

Necesitamos sentirnos representados en las películas y series que vemos para construir en nuestras mentes futuros posibles. Para poder soñar, para identificarnos y sentir que también existimos. Para encontrar diferentes modelos a seguir. Y esto no aplica sólo para la comunidad LGBTQ+, si no para cualquier minoría o grupo subrepresentado.

Hay muchos factores que impactan y construyen las sociedades y culturas en las que crecemos. Y, sin duda, uno de esos son los contenidos que consumimos. Te invito a apoyar y consumir plataformas, películas y/o series que estén haciendo un esfuerzo por garantizar la diversidad en los personajes y los actores con los que trabajan, pues si tan sólo se generan o desarrollan contenidos que no dan visibilidad a las minorías o grupos vulnerables no existiremos en la consciencia colectiva. Y vaya sí fuimos, somos y seremos.