NUEVA COLUMNA Las Noches de Nochebuena por Sergio Espinoza
Por Sergio Nochebuena (Desde México)
rey.erotico69@gmail.com
Muchos fueron los propósitos de año nuevo, inundaron los mensajes de WhatsApp con buenos deseos para recibir este 2019, en las redes sociales todo mundo deseando amor, salud, éxito, entre muchas otras cosas, ¡todo un simulacro de paz y armonía!, sin embargo, sólo basta con mirar alrededor, en especial a las parejas, esas que tanto dicen quererse mucho...se hieren mutuamente, se maltratan.
Es necesario plantearnos la siguiente pregunta: ¿Cómo es el tipo de relaciones que estamos construyendo?, ¿Cómo nos vinculamos?, ¿Qué sí y qué no debo esperar de una relación? Es muy fácil para todos reconocer el maltrato, hemos crecido con eso, tanto así que podemos reconocer gestos, palabras o comportamientos que nos han dicho o hecho y que nos han causado daño. Hay maltratos que no dejan heridas en la piel, pero sí en el alma.
El dolor del maltrato se siente en el cuerpo, pero también psíquica y espiritualmente. La violencia está tan normalizada, que muchas veces, a menos que sea muy visible y brutal, no la reconocemos.
Y es que el maltrato forma parte de nuestra vida cotidiana, en la escuela, en el trabajo, en la calle, en el hogar. Las burlas, los señalamientos, los insultos, la humillación, la omisión pueden parecer formas normales de vivir en pareja.
Lo peor es que muchos de los malos tratos no son reconocidos ni por la persona que los ejerce, ni a veces por quien los sufre, porque forman parte de comportamientos "normalizados". Que quede claro que la violencia es responsabilidad de quien la ejerce.
Es usual que ambos tengan la sensación de que no son valorados en sus esfuerzos, logros, trabajos, roles...caen entonces en acusaciones mutuas donde se habla "del otro", y en ningún momento hay reconocimiento de su propia responsabilidad. Hay que saber que una discusión puede ser muy enriquecedora si es bien llevada, es decir, usar adecuadamente el lenguaje que para eso está y no en suposiciones. Ponte buzo, exprésate al máximo porque nadie es adivino y esto fortalecerá la confianza ¡hasta en la cama!
Es interesante observar que la ideología de nuestra época respecto de la pareja propone que el vínculo debe brindar satisfacción inmediata, sin embargo, tal ideología lleva a separaciones frecuentes y a la violencia como modo de solución, lo que sucede es que frente a un conflicto hay que expresar el malestar para resolverlo, pero ¡ojo! Para resolverlo, no para dañar a la otra persona, de lo contrario eso se volverá una guerra sin cuartel.
Es necesario aprender a manejar nuestras emociones para que no nos dañen, ni hagamos daño con ellas, ya que lo que sentimos emocionalmente tiene una resonancia en la otra persona y, por lo tanto, en la relación. Cada acción y cada decisión tiene sus consecuencias, por lo que hacerse responsables es empoderarse de la propia vida.
Como bien sabemos, los enojos, las discusiones y los malentendidos manejables en algún tema invaden la relación, nos pasamos toda la vida acusando al otro porque "no sabe amar", "porque no nos entiende", cuando estamos disponibles para amar a otros seres, damos nuestro amor en forma de acciones, actitudes, gestos, palabras, pensamientos.
Quizá les resulte extraño el término buentrato, pero está basado en el amor que podemos compartir con las personas, con la pareja y que genera salud y bienestar.
Una relación de buentrato se nutre del cuidado mutuo, implica el respeto, confianza y disponibilidad para resolver los conflictos de la mejor manera posible. El respeto y cuidado mutuo implica aprender a escuchar a la otra persona, sus necesidades. Grábense muy bien esto: El cuidado mutuo es una forma de generarnos bienestar y placer, ¡Te lo aseguro!
Es importante señalar que en las relaciones de buen trato, la violencia y el maltrato, no es aceptable, ni negociable. No lo permitas.
Siempre hago hincapié en que el compromiso no es nada más que vivan bajo el mismo techo, sino que uno sea para el otro con quien puedan contar y su relación amorosa y sexual sea satisfactoria, ¡tomen nota!
Es muy lamentable observar a parejas en donde impera una estructura de dominio-sumisión, y esto aplica para todo tipo de parejas. Nadie tiene por qué aceptar una relación de maltrato.
Si no sabemos estar solos creamos dependencia; si no sabemos compartir es difícil que nos vinculamos de manera saludable. El amor entre dos se construye, pero si no hay confianza, no existe manera posible de organizar una relación que valga la pena. El bien tratar hay que crearlo, no está a la venta.
El cuidarse, dejarse cuidar, tratar y tratarse con cariño, con respeto, estar tranquilo y no a la defensiva, todo esto facilita el bienestar, la relajación, la alegría, la salud y la relación de paz.
En mi labor como docente siempre busco crear con mis alumnos un ambiente de inclusión más que exclusión, conocer más que criticar, esto brinda la oportunidad de entablar una relación de respeto y sana convivencia. Considero que la educación en valores en buentrato ha de ser transversal, urgente, en todas las edades y estratos sociales.
Creo que es necesario la construcción de ambientes y relaciones que adopten una nueva actitud ante el estrés. Las personas que se aman de verdad saben que su relación está por encima de cualquier problema, ten en cuenta que las relaciones que duran son aquellas en las que cada uno tiene su espacio pero no por eso se olvidan de que el otro existe.
En la escuela aprendemos aritmética y muchas ciencias pero nadie nos educa para el bien tratarnos y desarrollar las habilidades del Buen Trato. Debemos aprender a relacionarnos de otra manera, aprender a conocernos, a escucharnos. El Buen Trato inicia con nosotros mismos.
Les invito a llevar el Buen Trato a su vida diaria y aplicarlo en los diferentes ámbitos ya sea en la salud, en la educación, en el trabajo, en la vida en pareja, etcétera. Les aseguro que no hay nada más apasionante que una relación de armonía, una relación donde ambos gocen cada momento y cada experiencia. Ejercita con tu pareja la escucha respetuosa, comprensiva y compasiva.
El comienzo de un año es un gran momento para escribir un nuevo capítulo en nuestras vidas. Así que ¡A darle, pon manos a la obra y ahora sí cumple todos tus propósitos de año nuevo!
Nos leemos la próxima!
rey.erotico69@gmail.com
Es necesario plantearnos la siguiente pregunta: ¿Cómo es el tipo de relaciones que estamos construyendo?, ¿Cómo nos vinculamos?, ¿Qué sí y qué no debo esperar de una relación? Es muy fácil para todos reconocer el maltrato, hemos crecido con eso, tanto así que podemos reconocer gestos, palabras o comportamientos que nos han dicho o hecho y que nos han causado daño. Hay maltratos que no dejan heridas en la piel, pero sí en el alma.
El dolor del maltrato se siente en el cuerpo, pero también psíquica y espiritualmente. La violencia está tan normalizada, que muchas veces, a menos que sea muy visible y brutal, no la reconocemos.
Y es que el maltrato forma parte de nuestra vida cotidiana, en la escuela, en el trabajo, en la calle, en el hogar. Las burlas, los señalamientos, los insultos, la humillación, la omisión pueden parecer formas normales de vivir en pareja.
Lo peor es que muchos de los malos tratos no son reconocidos ni por la persona que los ejerce, ni a veces por quien los sufre, porque forman parte de comportamientos "normalizados". Que quede claro que la violencia es responsabilidad de quien la ejerce.
Es usual que ambos tengan la sensación de que no son valorados en sus esfuerzos, logros, trabajos, roles...caen entonces en acusaciones mutuas donde se habla "del otro", y en ningún momento hay reconocimiento de su propia responsabilidad. Hay que saber que una discusión puede ser muy enriquecedora si es bien llevada, es decir, usar adecuadamente el lenguaje que para eso está y no en suposiciones. Ponte buzo, exprésate al máximo porque nadie es adivino y esto fortalecerá la confianza ¡hasta en la cama!
Es interesante observar que la ideología de nuestra época respecto de la pareja propone que el vínculo debe brindar satisfacción inmediata, sin embargo, tal ideología lleva a separaciones frecuentes y a la violencia como modo de solución, lo que sucede es que frente a un conflicto hay que expresar el malestar para resolverlo, pero ¡ojo! Para resolverlo, no para dañar a la otra persona, de lo contrario eso se volverá una guerra sin cuartel.
Es necesario aprender a manejar nuestras emociones para que no nos dañen, ni hagamos daño con ellas, ya que lo que sentimos emocionalmente tiene una resonancia en la otra persona y, por lo tanto, en la relación. Cada acción y cada decisión tiene sus consecuencias, por lo que hacerse responsables es empoderarse de la propia vida.
Como bien sabemos, los enojos, las discusiones y los malentendidos manejables en algún tema invaden la relación, nos pasamos toda la vida acusando al otro porque "no sabe amar", "porque no nos entiende", cuando estamos disponibles para amar a otros seres, damos nuestro amor en forma de acciones, actitudes, gestos, palabras, pensamientos.
Quizá les resulte extraño el término buentrato, pero está basado en el amor que podemos compartir con las personas, con la pareja y que genera salud y bienestar.
Una relación de buentrato se nutre del cuidado mutuo, implica el respeto, confianza y disponibilidad para resolver los conflictos de la mejor manera posible. El respeto y cuidado mutuo implica aprender a escuchar a la otra persona, sus necesidades. Grábense muy bien esto: El cuidado mutuo es una forma de generarnos bienestar y placer, ¡Te lo aseguro!
Es importante señalar que en las relaciones de buen trato, la violencia y el maltrato, no es aceptable, ni negociable. No lo permitas.
Siempre hago hincapié en que el compromiso no es nada más que vivan bajo el mismo techo, sino que uno sea para el otro con quien puedan contar y su relación amorosa y sexual sea satisfactoria, ¡tomen nota!
Es muy lamentable observar a parejas en donde impera una estructura de dominio-sumisión, y esto aplica para todo tipo de parejas. Nadie tiene por qué aceptar una relación de maltrato.
Si no sabemos estar solos creamos dependencia; si no sabemos compartir es difícil que nos vinculamos de manera saludable. El amor entre dos se construye, pero si no hay confianza, no existe manera posible de organizar una relación que valga la pena. El bien tratar hay que crearlo, no está a la venta.
El cuidarse, dejarse cuidar, tratar y tratarse con cariño, con respeto, estar tranquilo y no a la defensiva, todo esto facilita el bienestar, la relajación, la alegría, la salud y la relación de paz.
En mi labor como docente siempre busco crear con mis alumnos un ambiente de inclusión más que exclusión, conocer más que criticar, esto brinda la oportunidad de entablar una relación de respeto y sana convivencia. Considero que la educación en valores en buentrato ha de ser transversal, urgente, en todas las edades y estratos sociales.
Creo que es necesario la construcción de ambientes y relaciones que adopten una nueva actitud ante el estrés. Las personas que se aman de verdad saben que su relación está por encima de cualquier problema, ten en cuenta que las relaciones que duran son aquellas en las que cada uno tiene su espacio pero no por eso se olvidan de que el otro existe.
En la escuela aprendemos aritmética y muchas ciencias pero nadie nos educa para el bien tratarnos y desarrollar las habilidades del Buen Trato. Debemos aprender a relacionarnos de otra manera, aprender a conocernos, a escucharnos. El Buen Trato inicia con nosotros mismos.
Les invito a llevar el Buen Trato a su vida diaria y aplicarlo en los diferentes ámbitos ya sea en la salud, en la educación, en el trabajo, en la vida en pareja, etcétera. Les aseguro que no hay nada más apasionante que una relación de armonía, una relación donde ambos gocen cada momento y cada experiencia. Ejercita con tu pareja la escucha respetuosa, comprensiva y compasiva.
El comienzo de un año es un gran momento para escribir un nuevo capítulo en nuestras vidas. Así que ¡A darle, pon manos a la obra y ahora sí cumple todos tus propósitos de año nuevo!
Nos leemos la próxima!
Que buen escrito. Indispensable para la vida. Felicidades!
ResponderEliminarMuy nutrida la informacion. Me gustó el lenguaje que utiliza el autor, muy claro y entendible. Me queda claro que si me trato bien, podré tratar bien a los demás. Saludos.
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