EN PRIMERA BUTACA: Yossi y Jagger / Yossi
Por Antonio Capurro
¿Qué futuro tiene el amor entre dos hombres del ejército israelí que viven su romance a ocultas? Estrenada en el año 2002, Yossi y Jagger es un mediometraje trabajado con mucho oficio y pasión por su director Eytan Fox, película galardonada en varios festivales de cine LTGB. La historia nos presenta a dos oficiales israelíes de servicio en la frontera con el Líbano, Yossi (Ohad Knoller) y Jagger (Yehuda Levi) que viven una relación de pareja en el closet, uno con más temores que el otro. Lo que podría haber sido una exploración de la forma en que se vive la homosexualidad dentro del ejército se convierte en un relato amoroso donde no tenemos muchas explicaciones del pasado de los protagonistas ni la realidad en la cual se desempeñan. Todo es más bien anecdótico pero no deja de causar interés ni atractivo. Aquí no existe la denuncia contra lo inflexible que puede ser el estamento militar frente a la diversidad sexual. Yossi y Jagger cumplen con los deberes que de ellos requieren la milicia sin chistar ni un ápice y aparentemente no tienen mayores problemas con sus compañeros de armas. En la medida de lo posible y cada vez que pueden se entregan a su pasión. Los personajes o sus emociones o sentimientos no se presentan complejos sino más bien con pocos matices, aunque los actores se esfuerzan en sacar adelante sus respectivos papeles con un guión demasiado previsible. Su aparente prisión es como si fuera un paraíso en el cual de alguna manera pueden vivir sus afectos. Por ningún lado, pese a que sabemos que la coyuntura es la guerra, se nos presenta el tema del conflicto real. Quizá pudo aprovecharse mejor eso pero el director opta por lo más convencional. Fox nos ofrece la mitad de la comida no el plato completo. Sin embargo, también hay buenos momentos y un poco de tensión como cuando Yossi y Jagger disfrutan su complicidad amorosa en el hielo o las miradas que se dan, lo que no es suficiente y termina siendo futil. De repente de haber sido un largometraje completo hubiéramos asistido a una mejor construcción de los acontecimientos que trascienda más allá de los estereotipos. Yossy y Jagger pueden ser libres en medio del paisaje natural fuera del asfixiante territorio del campamento. Una frase queda suelta en el aire cuando al pasar el rancho Jagger pregunta ¿Y qué si fuera gay? y el otro soldado replica "Todos te cogeríamos porque tú eres muy bonito", con las risas de por medio por supuesto. Esa falta de aventura del filme es de lejos el mayor acierto porque a veces es mejor nadar en aguas placenteras que la turbulencia. Con todo Yossi y Jagger se deja ver como un retrato menor de la secuela Yossi.
No sabemos si el director Eytan Fox había planeado desde el comienzo una secuela o tal vez una trilogía, pero lo que sí conocemos es que en el terreno de las películas ocurre que las segundas partes o no son buenas o superan a las primeras.
¿Qué futuro tiene el amor entre dos hombres del ejército israelí que viven su romance a ocultas? Estrenada en el año 2002, Yossi y Jagger es un mediometraje trabajado con mucho oficio y pasión por su director Eytan Fox, película galardonada en varios festivales de cine LTGB. La historia nos presenta a dos oficiales israelíes de servicio en la frontera con el Líbano, Yossi (Ohad Knoller) y Jagger (Yehuda Levi) que viven una relación de pareja en el closet, uno con más temores que el otro. Lo que podría haber sido una exploración de la forma en que se vive la homosexualidad dentro del ejército se convierte en un relato amoroso donde no tenemos muchas explicaciones del pasado de los protagonistas ni la realidad en la cual se desempeñan. Todo es más bien anecdótico pero no deja de causar interés ni atractivo. Aquí no existe la denuncia contra lo inflexible que puede ser el estamento militar frente a la diversidad sexual. Yossi y Jagger cumplen con los deberes que de ellos requieren la milicia sin chistar ni un ápice y aparentemente no tienen mayores problemas con sus compañeros de armas. En la medida de lo posible y cada vez que pueden se entregan a su pasión. Los personajes o sus emociones o sentimientos no se presentan complejos sino más bien con pocos matices, aunque los actores se esfuerzan en sacar adelante sus respectivos papeles con un guión demasiado previsible. Su aparente prisión es como si fuera un paraíso en el cual de alguna manera pueden vivir sus afectos. Por ningún lado, pese a que sabemos que la coyuntura es la guerra, se nos presenta el tema del conflicto real. Quizá pudo aprovecharse mejor eso pero el director opta por lo más convencional. Fox nos ofrece la mitad de la comida no el plato completo. Sin embargo, también hay buenos momentos y un poco de tensión como cuando Yossi y Jagger disfrutan su complicidad amorosa en el hielo o las miradas que se dan, lo que no es suficiente y termina siendo futil. De repente de haber sido un largometraje completo hubiéramos asistido a una mejor construcción de los acontecimientos que trascienda más allá de los estereotipos. Yossy y Jagger pueden ser libres en medio del paisaje natural fuera del asfixiante territorio del campamento. Una frase queda suelta en el aire cuando al pasar el rancho Jagger pregunta ¿Y qué si fuera gay? y el otro soldado replica "Todos te cogeríamos porque tú eres muy bonito", con las risas de por medio por supuesto. Esa falta de aventura del filme es de lejos el mayor acierto porque a veces es mejor nadar en aguas placenteras que la turbulencia. Con todo Yossi y Jagger se deja ver como un retrato menor de la secuela Yossi.
No sabemos si el director Eytan Fox había planeado desde el comienzo una secuela o tal vez una trilogía, pero lo que sí conocemos es que en el terreno de las películas ocurre que las segundas partes o no son buenas o superan a las primeras.
En el caso de Yossi, estrenada en el año 2012, estamos frente a una pieza cinematográfica de gran calidad tanto por su guion, actuaciones como por su discurso fílmico. La historia nos cuenta que han pasado diez años desde que Yossi dejó el ejército israelí y es ahora un doctor más específicamente un cardiólogo que lleva una vida rutinaria del trabajo a su casa que no tiene mucho tiempo para el romance o las aventuras y que todavía no olvida a su amor Jagger.
Vive una doble vida porque no está totalmente seguro de revelar su orientación sexual con sus colegas en el hospital donde trabaja. Yossi (interpretado con picardía, sentido del humor y encanto por Ohad Knoller) es un hombre de mediana edad que necesita a gritos un cambio, dar un paso hacia el riesgo y la aventura.
Esta vez Fox profundiza más en los desafíos emocionales que debe enfrentar Yossi. Nuevamente nos encontramos ante un espacio cerrado donde Yossi se protege de alguna forma y donde cumple su papel a cabalidad, pero él sabe que hay más camino por delante, la pregunta es si está dispuesto a salir de su zona de comfort donde las cosas no están saliendo bien. Trata de ligar sin embargo no tiene mucho éxito, su cuerpo ha cambiado, pesa más y no se cree lo suficientemente atractivo para el ambiente de cuerpos gloriosos.
Ahí es donde el relato se torna más que interesante porque la cámara nos retrata a este hombre de sonrisa contenida ávido por hallar las respuestas del pasado y encarar el futuro, por eso cuando de casualidad encuentra a Varda, la madre de Jagger, por una consulta en el hospital y luego visita la casa de su amante muerto para contarles la relación que tenían todo se desata, no hay marcha en reverso.
Yossi es una película de auto descubrimiento, cuanto recoge a este grupo de jóvenes militares que están en descanso del servicio siente la mirada cómplice de uno de ellos, Tom. Y ahí en el resort de Eliat bajo el intenso calor sabe que el amor lo puede redimir y curar, pero tiene que dejar el miedo a un lado para vivir lo que desea.
Estupendo guión de Itay Segal, banda sonora y actuaciones que hacen de Yossi un filme independiente para gozarlo. Fox dispara con planos convencionales o prácticos o tan emocionales lo cual podría en ratos quitarle fuerza a las escenas; no obstante luego refuerza su puesta en escena con planos más cercanos que le añaden poder a su dirección de actores tan fina e intensa a la vez.
Aquí las miradas, las entonaciones, los ritos y el lenguaje corporal es lo que cuenta. Yossi estaba deprimido y cansado desde el inicio, al final de la película es un hombre recuperado y todo ello lo hemos vivido con el talento de Knoller en su rol. A verla cuanto antes!!
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