ÁNGEL CRUZ en primera persona: "No aguanto la doble moral"
"No aguanto la doble moral"
Por Juan Carlos Herranz
Ángel
Cruz es el
actor porno español con más sabor tropical del planeta. Este valenciano de origen colombiano camina por las
céntricas calles de Madrid o Nueva York sin que nadie se percate de que es una
de las estrellas más cotizadas del cine para adultos. La pasión con la
que se dedica a la pornografía gay es tan fuerte que ha recibido importantes
premios por su trabajo dentro de la potente productora norteamericana Cockyboys —–fundada ni más ni menos que por Kylie Majors en 2007—–. Educado caballero de alta escuela, el talento
latino dudó entre lanzarse desnudo a las cámaras cinematográficas o licenciarse
en la universidad. Su gran carisma y valentía le empujó a probar las mieles del Star System que reina en Hollywood desde
la época dorada en la que los estudios siempre se aseguraban el éxito de sus
producciones —–más allá
del público a quien van destinadas. La contratación de actores en exclusividad
durante mucho tiempo hizo que se replantease sus primeros pasos profesionales.
Hoy en día —–convertido en una verdadera estrella—–, no duda que hizo bien en
tomarse un respiro antes de desarrollarse en un trabajo que considera digno y mucho más limpio que otras profesiones cercanas a otro tipo de
tentaciones opuestas a la magia de la pornografía.
Ángel
Cruz es un hombre posicionado contra las injusticias sociales y pierde la
vergüenza al descalificar a cualquier persona que atente contra la vida de sus
semejantes —–en el más amplio
sentido del significado de esta afirmación—–. Defiende sus generosos ideales del mismo modo que no le
tiembla el pulso cada vez que embiste —–en
cualquier posición—– a cada una
de sus parejas en la ficción. Detesta con todo su alma la violencia de género y el dolor que causa la
asquerosa figura —–tan actual en
nuestros medios de comunicación—– del maltratador.
Su corazón y su voz van a otro rollo que el resto de su espectacular cuerpo. El
corazón le pertenece a su público y sus cuerdas vocales entonan un impresionante canto por la libertad y
los derechos LGTBi. Entre sus múltiples compromisos fuera de las películas —–compagina trabajo y activismo a un
ritmo frenético—–, mantiene una
lucha particular para que las instituciones no
descuiden sus políticas de control de enfermedades de transmisión sexual y
apoya la concienciación de quienes
practican relaciones sexuales sin preservativo. Con
condón se vive mejor:
–
¿Te
gusta tu trabajo?
La verdad que me encanta pero no por ello deja de ser un trabajo que muchas
veces lo he odiado o me ha sido muy difícil mantener. Si pongo una balanza las
cosas positivas y negativas que me ha brindado mi profesión, siempre pesa más
lo positivo. Por esa razón me encanta mi trabajo y espero hacerlo por mucho
tiempo ya que me abre puertas a infinidad de proyectos personales además de
permitirme ahorrar, viajar y conquistar otros proyectos de vida.
–
¿Por
qué te dejaste seducir por el mundo de la pornografía?
Pues la verdad no era lo que realmente pensaba para mí, pero surgió... Siempre
me ha gustado interpretar, actuar, las cámaras y sé que tengo un buen físico.
Desde muy joven supe que poseía las herramientas necesarias para poder ser un
grande de la industria.
-
En tu opinión ¿cualquier persona está preparada para trabajar ante las
cámaras cinematográficas de tal envergadura?
En mi opinión cualquiera puede ponerse ante una cámara y tener sexo pero cualquier
persona no es capaz de hacerlo con la calidad requerida. No se trata de follar
para que el público disfrute en su intimidad. Tienes que tener cierto arte, muy
poca vergüenza, disfrutarlo y no olvidarte de que eres un profesional. De que
no le estás haciendo el amor a tu pareja.
-
Te
has convertido en una estrella del porno de primer orden ¿cómo vive Ángel entre
el placer personal y el que le propicia sus películas?
A
nivel profesional hago lo que tengo que hacer —–reconoce que todo es cuestión de
física y química—– con seriedad y absoluto respeto hacia mi pareja. Soy consciente que
aparento ser muy explosivo en mis escenas cinematográficas pero también tengo
una vida personal que amo, mimo, cuido, protejo y en la que soy mucho más
ardiente, caliente, explosivo y agradecido. Ángel Cruz es física, química
y amor.
-
La crítica más conservadora afila sus plumas hacia quienes os dedicas al
porno ¿crees que existe cierta hipocresía en nuestra sociedad?
Siempre se nos va a criticar o adorar —–exclama
con una gran carcajada—–. Así como pido tolerancia, soy tolerante con la crítica. Hemos nacido libres
y no veo nada malo en que existan diferentes opiniones. Con quienes no me llevo
nada bien es con la gente de doble moral que desearían tener lo que hay que
tener para hacer mi trabajo. No aguanto la doble moral de las personas que critican por criticar. Esa gente que intenta machacar a otras personas porque se
mueren de ganas por ser como ellas —–afila
bien sus dientes—– son
terribles. No se aguantan ni ellas. Imagino sus hogares sin espejos para no
morir del susto. ¡Basta de doble moral, por favor! ¡Ya nos sabemos vuestros
cuentos de principio a final!
-
¿Consideras una película de sexo explícito
como cultura, arte o servicio público?
La verdad que lo considero como un entretenimiento más creado para el
público adulto. ¿Qué sería del mundo sin el porno? —–Me pregunta con los ojos abiertos
de par en par—– La pornografía legal nos enseña a fantasear con nuevos métodos o posturas
para que nuestras parejas disfruten como loc@s. Una buena producción nos ayuda
a superarnos en la cama. El porno vence a la rutina y convierte nuestras noches
en fiestas más picantes e interesantes. No obstante, mi productora Cockyboys se esfuerza en ofrecer elegancia cargada de erotismo,
belleza, lujuria, nudismo; mucha expresión y una fotografía impecable. Todo
esto implica mucho sacrificio para la productora e interpretación sublime por
el actor. Considero cualquiera de mis películas como arte puro y duro.
-
De
tú a tú dejando formalidades a un lado ¿Bareback
o sexo con preservativo?
Creo que en nuestra vida privada podemos hacer lo que queramos, pues solo
nosotros somos responsables de nuestros actos —–matiza
con seriedad—–, pero en la industria pornográfica defiendo el uso del preservativo
pues quiero dar ejemplo ya que pues muchos de mis fans son adolescentes de 18 años. No me gustaría que la
idea de no usar condón sea lo normal. Dentro de mi profesión no todos somos
conscientes de los peligros que entraña la falta de precauciones en las
relaciones sexuales. Llegado al extremo de no hacer caso a mis palabras —–desde su propia experiencia—–; homosexuales, heterosexuales,
bisexuales o transexuales deberían interesarse por opciones como el PrEP —–estrategia
de prevención de la infección con el VIH donde los individuos VIH negativos
toman medicamentos anti-VIH antes de entrar en contacto con el VIH para reducir
su riesgo de infectarse.
-
¿Cómo
es Ángel Cruz en su vida personal?
Un chico de su casa —–contesta con simpatía—–, muy familiar, ahorrativo mas no
tacaño y súper tranquilo a pesar de que tengo mil actividades y compromisos
cada día de mi vida. Me encanta practicar deportes y no perder ni un minuto
junto mi familia y amigos. Me considero una persona
muy sensible —–asegura
que llora por cualquier motivo—– pero me he hecho fuerte para afrontar muchas
responsabilidades y proyectos futuros que me motivan a seguir caminando hacia
mis sueños. Supongo que soy una persona como cualquier otra con sus momentos
buenos y malos. Quizá más espiritual y positiva de lo que se podría imaginar el
lector. Me gusta levantarme de la cama preparado para plantar cara a cualquier
adversidad.
Su doble moral
ResponderEliminar