LA HISTORIA QUE ESCRIBEN DE TI POR CARLOS GERARDO: LABIOS ENVENENADOS
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“Joven hola. Llevo tres noches en desvelo pensando si le escribo porque no sé que puedas pensar. Resulta que perdí parte de la memoria, ya no siento igual las cosas gracias al accidente automovilístico de hace cinco meses. Ahora resulta que tengo una pareja y es gay, ella es hermosa, me visita casi a diario pero no sé que siento por ella y es que mi “madre” dice que debo dejarla, que no me conviene, que estoy confundida y que ella anda con otra persona. Pero cuando la veo y muerde sus labios deseo desnudarla. Tengo vagos recuerdos y lo insólito es que tengo imágenes de una traición, y fue la mía, no la de ella. Ayúdame”
Firma: Anónimo… por falta de historia
Esta semana recibí varias cartas y entre ellas tenían similitud los recuerdos. No conozco la persona que dejó esta anécdota y eso es lo emocionante; nunca te terminas de conocer aún mirándote al espejo. En su redacción me pidió publicar solo el fragmento que han leído y algo más. Lo que narró no será casualidad y nadie saldrá ileso. Noveles lectores, esta es la historia que escriben de ella:
Los recuerdos son como fotografías en un álbum; cambian de estructura de acuerdo al protagonista de sus momentos. Muchos atesoran el pasado, algunos anhelan la llega del día siguiente, pero otros, como ella, desean olvidar un recuerdo que aprisiona su consciencia. La vida puede cambiar en segundos y la de ella inició en una tarde veraniega; donde por la responsabilidad de un tercero perdió el control del volante que causó que despegará sin aviso, situándose como víctima y victimaria en una relación.
El conocimiento de su historia se encuentra en la narración de otros labios que hablan de un amorío de un año de encuentros en la playa, un apartamento cubierto de medallas olímpicas y una pecera. Su madre nunca aceptó que fuera lesbiana; “luego de haber tenido un noviazgo de cinco años con Derek, ahora eres ESTO” le comentó su actual pareja Isabella con la cual lleva un año, explicando que su madre no perdía la oportunidad de acentuar su descontento por su orientación sexual, como si fuera una bacteria o algún gusano en el tazón de avena. Luego del accidente su memoria de largo plazo quedó afectada perdiendo dos años de recuerdos, pero el subconsciente es un niño travieso, y el contacto con Isabella le hace sentir ganas de besarla “me nubla, me colapsa… llevo dos meses en el apartamento con ella y no es normal lo que siento” dice en su narrativa, pero la cercanía trajo imágenes sorprendentes.
Su madre, a quien llamaré “la viuda emocional”, aprovecha la situación para recuperar la hija que idealiza. No respeta sus sentimientos y trata de instaurarle emociones como si fuera la perra que necesita ser domesticada. Tratando de recordar y buscar lógica de lo que dice su madre, logra tener imágenes, ¡pero..! es ella y no Isabella quien falló en la relación teniendo un encuentro sexual clandestino.
Querida ANÓNIMO, el subconsciente se encuentra por debajo del umbral del consciente, siendo un emisor de mensajes que activan patrones conductuales. Te encuentras cómo víctima de una tracción de acuerdo a tu madre pero victimaria del recuerdo de tu infidelidad. Ahora bien, la infidelidad no es solo un acto físico, también emocional, por lo cual, al tener una infidelidad hacemos traición inicial con nuestros propios sentimientos. Debes valorar con que emoción vibras al estar con Isabella y al tener el recuerdo del engaño, eso te situará en lo que es real o pasajero.
Existen traiciones pasajeras y otras que se anclan por fallas en la pareja. Respecto a la “viuda emocional” es tu carcelera de confianza, porque quiere a la hija que idealiza desplazando a la que existe con sus cualidades, desaciertos, emociones y sentimientos. Dale un alto a sus voces. Respecto a Isabella, la intención de seguir a tu lado respetando tu situación de memoria, es un acto de valentía, así que cómetela a besos sin reprimir esas ganas de estar a su lado. Existen encuentros íntimos de una noche que deben quedar en el ayer, al menos que exista una vinculación emocional que te separe de tu pareja, y de ser así, aclarar que el amor se perdió es la mejor opción, y te pregunto ¿Sigues amando a Isabella? ¿Deseas estar con la otra persona? De acuerdo a tu respuesta, estará el inicio de tu decisión. Recuerda que no eres culpable de lo que sientes pero si responsable de lo que haces con cada sentimiento.
Respetados lectores. No se puede circular en las relaciones como si fuera un paseo en el parque un día domingo, se debe reconocer que una pareja es la construcción de una casa por así decirlo, ambos son constructores. Existirán terrenos áridos, cimientos firmes, el techo tendrá goteras. La convivencia es un trabajo en equipo donde se necesita comprender al otro sin tratar de cambiarlo. Cuando las cosas no están bien se debe evaluar lo que sucede dialogando desde lo real, reconocer que la traición sexual inicia cuando no se comunica lo que falla. La pareja se compone de respeto, aceptación, diálogo y acuerdos. Se desplaza desde lo emocional y lo sexual en completo equilibrio, por lo que cambiar la rutina y escuchar al otro es importante.
Como Coach Motivacional recibo personas de la comunidad LGBTQ+ con complejidad en la comunicación de pareja, y lo primero que les invito es comunicarse desde lo individual -TU con TU- si no existe comunicación, respeto y aceptación desde lo interno es imposible dárselo al otro. Silenciar lo que sentimos y deseamos envenenan los labios y pasan hacer esclavos de su propio silencio. Espero que tú ANÓNIMO, logres aclarar tu situación recordando que eres responsable de lo que haces con lo que sientes, y ustedes noveles lectores les invito a dejar sus comentarios para ayudarla. Y recuerden que antes de amar a otros debemos asegurar el amor propio para tener bases sólidas, siempre existirán engaños, peleas, desaciertos, donde la comunicación es la clave.
Sígueme y deja al privado tu anécdota y descubramos quien escribe tu historia.
Cada vez que leo lo que haces me hace notar la magia que tienes tus manos. Maravilloso Gerard
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