ACCIÓN / REACCIÓN por Gerardo Poggi: Ser boxerador y gay, un dilema.

Por Gerardo Poggi (Desde Buenos Aires, Argentina)

gerardopoggi@hotmail.com

En la actualidad la Federación Argentina de Boxeo está conformada por cerca de 16000 boxeadores/as amateurs y profesionales en su lista oficial de miembros. El boxeo es un deporte donde todavía existen prejuicios y estereotipos donde se vive o respira todavía un ambiente cerrado hacia la diversidad, pese a que vivo en un país en el que existen leyes a favor de la población LGBTQ+; sin embargo, no sucede lo mismo en todos los quehaceres. Tal es así que a la fecha ninguno de los hombres se ha declarado abiertamente su orientación sexual, aunque en el caso de las mujeres boxeadoras la situación es completamente inversa porque a pesar de ser un deporte machista es la mujer la que demuestra su diversidad sexual orgullosamente y sin inconvenientes.

A nivel mundial fue el puertorriqueño Orlando Cruz, campeón del mundo en tres categorías (peso welter, supermediano y mediano), el primero en hacer pública al mundo su orientación sexual en el año 2013 con estas palabras: "Me siento libre para centrarme en el boxeo, ya no combato más contra dos rivales y es un gran alivio", quien se quitó ese peso de encima para vivir libremente sin tener que esconderse y desde entonces participad en eventos del activismo. Estas palabras de liberación y aceptación en el ambiente fueron totalmente diferentes en el año 1962. Ese año todotranscurría con normalidad en la conferencia de prensa entre Emile Griffith y Benny Paret previa a la realización de la pelea cuando este último pidió el micrófono para, con denigración e insulto, llamarlo "maricón" dándole una palmada en el trasero burlonamente, confirmando los rumores que circulaban desde tiempo atrás. Al otro día había que volver a verse las caras, pero esta vez arriba de un ring, fue tanta la bronca y la furia de venganza que Griffith golpeó fuertemente a su rival enviándolo a estado de coma al hospital donde días más tarde moriría.

En una entrevista realizada antes de su partida en el año 2013, cinco días luego de hacerse visible justamente durante un encuentro en la famosa calle Christopher Street, donde empezó el Stonewall, Emile Griffith declaró: "Cuando maté a un hombre me perdonaron, pero cuando dije que amé a un hombre me dejaron solo". Eran otros tiempos, pero aunque parezca mentira aún hoy en pleno siglo 21 la comunidad LGBTQ+ continúa reclamando la verdadera igualdad ante la ley, como también una mayor apertura hacia la diversidad en el deporte.

Apena cuando encuentras deportistas homofóbos como el boxeador mexicano Darío Larralde haciendo comentarios homofóbos que de ninguna manera pueden aceptarse porque el deporte es precisamente un medio donde los competidores deberían abrazar las diferencias. Este chico trató de enmendarlo todo pero el daño ya estaba hecho y la gracia le costó muy caro: su expulsión del equipo nacional de boxeo. Y es que no deberíamos permitir este tipo de mensajes que no son aceptables bajo ningún pretexto. Es tolerancia cero a la discriminación en el deporte.

Como árbitro sé que estas frases de discrimación no pueden ni deben permitirse porque el aceptarlo significa normalizarlo, y por el contrario lo que debemos normalizer es la diversidad en todos sus aspectos. Los deportistas tienen que saber que eso les costará una sanción, por eso hacen faltan más charlas, talleres y eventos donde se puedan hablar de estos temas, de los prejuicios ocultos, de manera tal que todo ello permita conocer e informarse de la diversidad sexual en el deporte cómo gestionarla y ponerla en práctica. Me pregunto cómo puede un boxeador gay salir del closet al ver un ambiente tan cerrado en donde podría ser discriminado, sin lugar a dudar hay mucho que trabajar y ponerse en los zapatos del otro, aplicar la empatía. Pienso que el coaching es un tema que debería reforzarse.

Saludo a los aliados heterosexuales, a los deportistas que se hacen visibles y a las propuestas de organizaciones que han conectado con la diversidad en el deporte y han desarrollado actividades que promueven estos paradigmas que nos hacen avanzar hacia el lado correcto de la historia en el deporte.

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