THALAYA en primera persona: "Abrázame como antes"
"Abrázame como antes"
Thalaya
desembarca en Europa. Las personas tendemos a observar y esperar milagros
mientras la vida se nos escurre entre los dedos. La sonrisa cuesta menos que la
electricidad y da más luz al ser humano que el propio sol. Estos pensamientos
en voz alta los conoce a la perfección sobre todo, a raíz del éxito de la película Abrázame como antes —–muy
pronto en la cartelera europea—–,
dirigida por Jurgen Ureña. La película está interpretada por cuatro mujeres
transexuales —–Jimena Franco,
Natalia Porras, Gabriela Sanabria y la propia Thalaya—–. Abrázame como antes narra el drama de Verónica, un personaje transgénero
encarnado por Jimena Franco. Ella se percata de que el carro de unos de sus
clientes golpea a un chico de la calle y al verlo malherido decide llevárselo
para su casa. En este magnífico largometraje no podía faltar una artista de
armas tomar como nuestra protagonista, quien está considerada como el mejor
transformista de América Central y uno de las tres mejores del continente
americano. Y es que a Thalaya
la lanzan a los lobos —–no en
vano, aprovecha cada evento en el que es invitada para defender los derechos
del colectivo LGTBI sin pudor alguno—– y termina liderando la manada aún más fuerte de lo que es a nivel mediático y
profesional. Mientras algun@s buscan agencia de influencers desde donde lanzar
y medir campañas para sus respectivas trayectorias, ella se basta por sí misma
para dejar su impronta allá donde sus tacones pisan. Cuando su alma se yergue
con su habitual firmeza, en silencio y con hermosas alas angelicales —–invisibles para sus semejantes—– vuela alto y en libertad quizá
hasta donde los ángeles juegan en las alturas con doradas esferas, cánticos
perfectos y un amor que invade las inquietudes de la mala gente en estos
tiempo, por cierto, donde a sus almas apenas les queda aire antes de ser
consumidas en el averno. Thalaya es
una mujer muy hombre y exquisita. Una creación en cuya mirada arde el necio y
absurdo humor de los mortales impuros, cercados de tinieblas más allá de la
hora de la muerte:
“Ni bonita ni
hermosa, simplemente maravillosa logrando éxitos y ocasionando envidias. Amada
por ellos y odiada por ellas. Siempre imitada pero jamás igualada. La difícil
pero no imposible —–se describe así misma frente al espejo—–. La única y original. La dulce pero no
empalagosa. La traicionada pero jamás traicionera. La que sabe perder pero lo
hace con clase. —–Por el
sentimiento con el que se describe resulta incapaz de maquillar que es una
persona noble y de buena energía—–. La que podrás tirar pero jamás derrotar. La
princesa deseada y criticada. La realidad de uno y el sueño de muchos. La
muñequita de todos y el juguetito de nadie. La buena pero no tonta. La que sabe
lo que quiere y siempre lo consigue. La calidad y no variedad. Soy yo, Thalaya,
la que sigue aquí; la que cada día sube un peldaño, la que no se rinde jamás.
Ahora… intenta superarme. ¿Necesito agregar más?”.
Esta estrella nacida en el hermoso cielo de Costa
Rica, acoge a cualquier persona, con un rostro en calma que llama la atención.
Su mundo artístico; sus triunfos, sus aciertos y desaciertos, son dignos de
mantener en la memoria por el gran valor de su humanidad y afable carácter.
Ella es el dulce río costarricense que irrumpe en el amargo océano de los odios
e inclemencias de la mala gente mientras se apacigua en lagunas de pensamiento
junto a compañeros. Desembarca en
nuestra tierra con ganas de seguir siendo conquistada por el cine y para
brillar con luz propia como diseñadora.
–
2018 te abre puertas como actriz ¿Cómo valoras tu
primera incursión en el cine?
Valoro mi
incursión en el mundo cinematográfico como bastante notable. Trabajar para el
público sobre los escenarios me ha brindado una facilidad de comunicación muy
especial y directa —–responde
con mucha ternura—–. Durante más
de 23 años he actuado en los mejores escenarios del Nuevo Continente y, de
alguna manera, las cámaras cinematográficas enseguida me han permitido desarrollarme
a nivel profesional como siempre lo hago: actuando para la gente. Quizá mi
experiencia en el cine me ha servido para valorar que no es lo mismo tener
frente a ti esas cámaras que cientos de personas que van a disfrutar de tu
espectáculo. Esa realidad impone bastante y me ha resultado un tanto difícil a
la hora de no perder la frescura y la potencia con la que seduzco a mi público
mientras mi público me roba el corazón con sus aplausos. Creo que algún día mi
matrimonio con los directores de cine podría llegar a ser de sobresaliente.
–
El éxito del film en Latinoamérica ha sido
espectacular ¿Te planteas continuar en las pantallas cinematográficas ahora que
resides en Europa?
A pesar de
que la lucha a favor de los Derechos del colectivo Transexual está muy
adelantada, vengo de una Costa Rica que —–muestra
su desilusión—– todavía vive
ciertos temas de forma tabú. Me duele que en mi país solo hayan sido las
personas de estrato social y económico alto quienes hayan respaldado el
lanzamiento del film; las que han creído en el proyecto y su mensaje. No se
puede vivir en pleno siglo XXI sin tener la mente abierta. Como bien dices, las
pantallas de países como Estados Unidos, Canadá, Ecuador, Guatemala, Austria u
Holanda han permitido que Abrázame como
antes obtenga el reconocimiento en distintos e importantes festivales con
premios tan relevantes como el de mejor
actriz que le entregaron merecidamente en Los Ángeles a Jimena Franco, mi querida compañera de reparto. Estoy deseando ponerme a las órdenes del director
español que desee contar en su elenco de actores y actrices con nuevos y
comprometidos rostros. Trabajar para la pantalla grande es sueño anhelado desde
mi infancia. Thalaya seduce pero
estoy deseando sentir la piel de nuevos personajes tras el éxito de Abrázame como antes. ¡Quiero hacer más
cine, por supuesto! —–exclama
con una impresionante sonrisa que enamora.
–
¿Qué esperas alcanzar en España siendo considerada una de las diez personas
más influyentes del colectivo LGTBI en América?
Recuerdo con
mucho cariño la primera vez que pisé un escenario en Madrid —–hace diecisiete años, matiza en
off—–. En aquella ocasión me
quedé con la miel en los labios pero, en este año nuevo que comienza, he venido
para quedarme e intentar ampliar mis posibilidades como diseñador —–explica que también quiere lanzar en
Europa su marca de vestuario Thalysman—– y que el público español me siga
acogiendo con el mismo cariño como siempre; por cierto, como mínimo, que sea
como el que yo siento por una artista conocida y tan querida aquí y allá como
es La Plexy.
–
¿Piensas seguir adelante con tu activismo en el Viejo Continente?
Por
supuesto. Más que dispuesto y no sólo en España o el resto de Europa sino
dirigiendo todas mis fuerzas para cambiar y desarrollar la sociedad y la Ley de
Libertades de mi amada Costa Rica y los países latinos más rezagados —–sus verdes ojos se inquietan—–. El activismo es mucho más que una
marcha al año a favor de los Derechos LGTBi. España es un país donde cualquiera
se siente protegido —–en la
igualdad entre opciones sexuales—–y yo agradezco a la sociedad española el dejarme vivir en su bella tierra tal y
como soy pero, además, por ser ejemplo impulsor de nuestra lucha más allá de
sus fronteras. ¡Basta ya de discriminaciones y violencia física en el mundo!
¡Basta de que por un lado nos brinden Derechos y por otro se nos machaque a
palos! ¡He nacido para defender a mi familia arco iris y no pararé hasta que el mundo entienda que tod@s somos
iguales! ¡Por encima de mi estrella está la felicidad de tod@s!
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