EL REGRESO DE JIMMYHITCH: FELIZ AÑO NUEVO 2017!
Sobre fiestas de año nuevo y cómo hacer para pasarlas mostro.
Cuando de juergas se trata, mejor si tomamos algunas cuantas precauciones para disfrutar mejor del momento. A sacarse las alitas navideñas y pensar en las diabluras que nos depara el 2018.
Después de comernos el panetón, tomarnos el chocolate y empujarnos el pavo, pollo, cerdo o cualquier clase de carne (no sean mal pensados, eh) junto al familión, ahora toca armar los planes para el jüergón de año nuevo. A muchos ya nos iban a santificar en Navidad, con aureola y velas incluidas. Pero después de ser un angelito navideño, mejor pensemos en... ¿qué diabluras hacer en año nuevo?
Aunque a estas alturas estoy seguro que la gran mayoría tiene totalmente decidido donde recibirá el año 2018, muchos todavía no han ajustado los detalles para dejar bien atrás los 365 días pasados. Sí pues, porque este 2017 ha sido un año alguito complicado para muchos, un período que nos trajo de todo un poco: experiencias, emociones intensas, sensaciones diversas como alegrías, nostalgias, tristezas, etc. Pero lo que sí es cierto es que cada cosa fue hecha a plenitud y no queda nadie que nos quite lo bailado hasta el tuétano.
Bueno, ahora a lo que íbamos. Claro, encontrar una fiesta buenaza en la que podamos bailar hasta que el gallo cante el amanecer. Lo que es yo, aquí te doy algunos consejos para disfrutar al máximo de esta excitante fecha con la que todos estamos casi de cabeza. En la lista de lugares adonde ir hay para todos los gustos, edades y bolsillos. Pero lo más importante de este asunto, no sólo es conseguir la fiesta ideal donde pasarla de lo mejor, sino también dejar abierta la posibilidad de hacer algunas pequeñas travesuras o diabluras sin ningún arrepentimiento de última hora.
Ahora, cuidado, ni se te ocurra hacer outing en una de esas peligrosas fiestas de oficina con el más guapo de tus compañeros de trabajo. Esto suele ocurrir cuando nos pasamos de copas y dejamos de lado las inhibiciones, manifestando nuestra verdadera naturaleza. Por eso piénsalo dos veces, si eres de los que no se controlan con la bebida y ya se apuntó en una de esas fiestas de confraternidad oficinesca. Sino a lo hecho pecho.
Si vas a una fiesta mejor una que empiece temprano y salgas tarde. Y si has tomado mucho mejor quédate a dormir allí o espera a que amanezca. Si estás con los tragos encima y llevaste carro, ni se te ocurra ponerle una mano al volante. Recuerda: más sabe el diablo por viejo que por diablo que para Indiana Jones basta y sobra el de la película.
Seguro no te faltarán los tonos que arman tus patas de la universidad, la promoción, academia, instituto, colegio, del barrio o lo que sea. Sí, esas súper archiconocidas fiestas (¡un plomazo!) que no se cansan de organizar tus amigos y amigas straights para estar en animada reunión chelística. A menos que no tengas otra alternativa que valga la pena deberás escoger una de esas posibilidades o quedarte en tu casa bailando al ritmo de algo retro.
Pero todavía quedan las discos de siempre, en las que de tanto entrar y salir te conocen todos desde el conserje hasta el barman. Si reservaste estarás feliz, de lo contrario tendrás que bailar en el parqueo. Esto si los vecinos no llaman a la policía por hacer escándalo en plena vía pública. Las discos de ambiente como Vale Todo, Legendaris u Ochenta Divas prometen recibir la noche del 31 desde horas antes de las diez y hasta que el cuerpo aguante.
Quizá también sea una buena idea dirigirnos a la playas del Sur, donde podrás -si te place- armar tu diversión particular frente al mar y en compañía; si no es la de tus mejores amigos, quizá en romántica velada junto al amor de tu vida o con el romance del momento, quién sabe.
Y si recibiste una buena ‘grati’ -que en estos tiempos de crisis es casi un milagro- no estaría demás haber planificado, con buena compañía, un viajecito al interior. O si te da la tarjeta o la billetera, aventurarte al exterior del país. Aunque a veces, lo de “más vale sólo que mal acompañado” y “mejor malo por conocer que malo conocido”, debamos tomarlo muy en cuenta. De todas mangas, mejor salir fuera que quedarse en los mismos sitios de siempre. Por allí que nos topamos con lo que menos esperamos. Háganme caso, sé los digo por experiencia propia.

En caso contrario, si andas medio ajustado con el dinero y eres de los que se apuntan con la onda ecoturística o ecológica, una vuelta por la sierra de Lima y alrededores respirando el aire de la naturaleza sin smog te librará del estrés y tedio urbano. Sólo tienes que buscar tus botas, sleeping bag y listo una carpa para dos, o tres o cuatro... depende de lo que gustes.
Aún podemos cambiar de planes o replantearlos, sólo es cuestión de ver lo que más nos conviene, después no digas que no te avisamos. Y salud por ustedes que nos acompañaron en La Revista Diversa durante el 2017 que el 2018 vamos por más diversidad. Ahora sí, a portarse mal y si pueden inviten pues.
Cuando de juergas se trata, mejor si tomamos algunas cuantas precauciones para disfrutar mejor del momento. A sacarse las alitas navideñas y pensar en las diabluras que nos depara el 2018.
Después de comernos el panetón, tomarnos el chocolate y empujarnos el pavo, pollo, cerdo o cualquier clase de carne (no sean mal pensados, eh) junto al familión, ahora toca armar los planes para el jüergón de año nuevo. A muchos ya nos iban a santificar en Navidad, con aureola y velas incluidas. Pero después de ser un angelito navideño, mejor pensemos en... ¿qué diabluras hacer en año nuevo?
Aunque a estas alturas estoy seguro que la gran mayoría tiene totalmente decidido donde recibirá el año 2018, muchos todavía no han ajustado los detalles para dejar bien atrás los 365 días pasados. Sí pues, porque este 2017 ha sido un año alguito complicado para muchos, un período que nos trajo de todo un poco: experiencias, emociones intensas, sensaciones diversas como alegrías, nostalgias, tristezas, etc. Pero lo que sí es cierto es que cada cosa fue hecha a plenitud y no queda nadie que nos quite lo bailado hasta el tuétano.
Bueno, ahora a lo que íbamos. Claro, encontrar una fiesta buenaza en la que podamos bailar hasta que el gallo cante el amanecer. Lo que es yo, aquí te doy algunos consejos para disfrutar al máximo de esta excitante fecha con la que todos estamos casi de cabeza. En la lista de lugares adonde ir hay para todos los gustos, edades y bolsillos. Pero lo más importante de este asunto, no sólo es conseguir la fiesta ideal donde pasarla de lo mejor, sino también dejar abierta la posibilidad de hacer algunas pequeñas travesuras o diabluras sin ningún arrepentimiento de última hora.
Ahora, cuidado, ni se te ocurra hacer outing en una de esas peligrosas fiestas de oficina con el más guapo de tus compañeros de trabajo. Esto suele ocurrir cuando nos pasamos de copas y dejamos de lado las inhibiciones, manifestando nuestra verdadera naturaleza. Por eso piénsalo dos veces, si eres de los que no se controlan con la bebida y ya se apuntó en una de esas fiestas de confraternidad oficinesca. Sino a lo hecho pecho.
Si vas a una fiesta mejor una que empiece temprano y salgas tarde. Y si has tomado mucho mejor quédate a dormir allí o espera a que amanezca. Si estás con los tragos encima y llevaste carro, ni se te ocurra ponerle una mano al volante. Recuerda: más sabe el diablo por viejo que por diablo que para Indiana Jones basta y sobra el de la película.
Seguro no te faltarán los tonos que arman tus patas de la universidad, la promoción, academia, instituto, colegio, del barrio o lo que sea. Sí, esas súper archiconocidas fiestas (¡un plomazo!) que no se cansan de organizar tus amigos y amigas straights para estar en animada reunión chelística. A menos que no tengas otra alternativa que valga la pena deberás escoger una de esas posibilidades o quedarte en tu casa bailando al ritmo de algo retro.
Pero todavía quedan las discos de siempre, en las que de tanto entrar y salir te conocen todos desde el conserje hasta el barman. Si reservaste estarás feliz, de lo contrario tendrás que bailar en el parqueo. Esto si los vecinos no llaman a la policía por hacer escándalo en plena vía pública. Las discos de ambiente como Vale Todo, Legendaris u Ochenta Divas prometen recibir la noche del 31 desde horas antes de las diez y hasta que el cuerpo aguante.
Quizá también sea una buena idea dirigirnos a la playas del Sur, donde podrás -si te place- armar tu diversión particular frente al mar y en compañía; si no es la de tus mejores amigos, quizá en romántica velada junto al amor de tu vida o con el romance del momento, quién sabe.
Y si recibiste una buena ‘grati’ -que en estos tiempos de crisis es casi un milagro- no estaría demás haber planificado, con buena compañía, un viajecito al interior. O si te da la tarjeta o la billetera, aventurarte al exterior del país. Aunque a veces, lo de “más vale sólo que mal acompañado” y “mejor malo por conocer que malo conocido”, debamos tomarlo muy en cuenta. De todas mangas, mejor salir fuera que quedarse en los mismos sitios de siempre. Por allí que nos topamos con lo que menos esperamos. Háganme caso, sé los digo por experiencia propia.

En caso contrario, si andas medio ajustado con el dinero y eres de los que se apuntan con la onda ecoturística o ecológica, una vuelta por la sierra de Lima y alrededores respirando el aire de la naturaleza sin smog te librará del estrés y tedio urbano. Sólo tienes que buscar tus botas, sleeping bag y listo una carpa para dos, o tres o cuatro... depende de lo que gustes.
Aún podemos cambiar de planes o replantearlos, sólo es cuestión de ver lo que más nos conviene, después no digas que no te avisamos. Y salud por ustedes que nos acompañaron en La Revista Diversa durante el 2017 que el 2018 vamos por más diversidad. Ahora sí, a portarse mal y si pueden inviten pues.
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