LETRAS INDÓMITAS: EN AZUL de María Alventosa Talens
Los cuentos que recoge En azul descansan en lo profundo de una nube —–de vivencias que pertenecen a una gran mujer—– que no se resiste ni al aire ni al viento ni a la tormenta
ni a la inclemencia humana, en su afán por alcanzar esa libertad, de blanco
color como su manto cambiante, sobre selvas, mares y ríos de tinta. Esta obra
maravillosa no entiende de alfombras ni de felpudos ni de días buenos ni de
noches duras. En azul
clama por ese jardín de flores, de mil fragancias exquisitas, que es la vida
cuando la esperanza reina en ella. Nos enseña a brindar por el cielo que nos
rodea y buscarnos en el espejo que refleja los valores más bellos de nuestra
esencia como personas.
María Alventosa Talens demuestra que el lector puede
alejarse de la muerte interior, sin tener que secar y mojar las lenguas
mordaces: malvadas criaturas que deciden quienes pueden aliviar su alma, lejos
de la eternidad, y quienes no pueden superar semejante hazaña. Por cada
pensamiento que regala, a golpe de cuento sentido y sentimiento de amor, una
luz muestra caminos donde ni se da ni se toma la felicidad, pues no es magia
que se regala, sino la que se lucha con ahínco e ilusión. Vivir, en cierto
modo, es morir de amor —–como reza la
canción—– pero tan grande como el universo
es el Dios de la alegría y por eso, En azul, no existe espacio para la
tristeza que entorpece los sueños de un mundo con olor a sol. Porque esa es la
principal enseñanza de una obra que se perfila entre la razón y su sinrazón:
alimentar los corazones desde su ONG Mano a Mano:
María
Alventosa: “Recordad el secreto que os hace tan distintos y a la vez tan iguales:
tod@s sois arte y en azul. Y, por encima de todo, nos tenemos que querer los
unos a los otros. Los otros a las unas. Las unas a los otros. Las unas a las
unas. La unión hace la fuerza porque la fuerza es la unión”.
La bella valenciana escribe desde muy joven, pero hasta En azul
nunca se había decidido a publicar. No es mujer de tragar saliva a la hora de plasmar sus sentimientos en la
página en blanco. Conoce la rama quebrada, por ese viento que empuja la nube de
blanco color, que cubre su propio mundo y conoce la raíz al descubierto de los semejantes
que han sobrevivido a la inclemencia del desierto —–quemado por las almas perdidas—–. María Alventosa Talens está en línea
directa con quienes se resisten a huir de la lluvia de lágrimas y persisten o
resisten en su firme decisión de caminar en calma y paz. No existe mejor
refugio que el que brinda la verdad frente a la hipócrita mentira; esa que
marchita melenas con odio efímero pero asesino. Lo saben los cazadores de
sueños, las prostitutas que se conmueven por el vaivén de las vivencias, el
cuidador de cuatros y hasta cualquier personaje de una ópera romántica de Richard Wagner. No en vano, todos los cuentos de En azul fueron escritos para alguien,
desde la realidad cercana, lejana y reinventada de la autora.
María
Alventosa: “La mujer sonríe, sabe que la respuesta es positiva aunque la
soledad que la embarga es real. Y no es por un hombre o un caballero, sino por
su alma; le pide tanto a la vida, quiere que la quieran de igual a igual, sin
lucha de poderes, sin necesidad de sobresalir”.
Algunos
atípicos, otros transgresores. Algunos atrevidos, otros desbocados; los cuentos
de María Alventosa Talens están unidos por un hilo invisible de elegancia que
anima a l@s lector@s a no perder su voluntad de vivir y convivir sin mayores
límites que las libertades de l@s otr@s compañer@s de viaje y, por otro lado,
asumiendo sin matices las posibilidades de embarcarse hacia una soledad
pasajera que, aunque dolorosa, suele elevar a las personas como Ave Fénix
dispuesto a desvelar misterios ocultos. Las claves narrativas de En azul giran en torno al predominio
del deseo, la desinhibición de los prejuicios adquiridos en el pasado y ciertas
pinceladas de compasión hacia los protagonistas del libro y sus desalmadas
vivencias. Así pues, el infortunio de los hombres y mujeres que hablan al
lector, desde las páginas con olor a fuerza y valentía, choca de pleno con la
magnificencia de una pluma femenina que no tiembla cuando tiene que opinar
sobre los renglones torcidos de esos seres humanos que afirman hallarse más
allá del bien y el mal; por encima de la sabiduría de los seres elevados. Por
si fuera poco prodigiosa su lectura, los beneficios de En azul fueron destinados, de manera íntegra, a obra social. La
buena noticia de cada día siguen siendo la bondad y generosidad de la gente
inteligente, exigente y angelical como María Alventosa Talens.
En azul: un libro-oxígeno indispensable.
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