OSCURAS REFLEXIONES POR LENNA GUZMÁN: Los culpabilidad del que come


Por Lenna Guzman (Desde Sevilla, España)

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Tengo muchos amigos vegetarianos. Y respeto su forma de vida y les entiendo. Sé que se cometen espantosas matanzas en mataderos,  y que los animales que se sacrifican sufren al morir. Por lo que deduzco, un sacrificio no nada agradable. Los aullidos son espeluznantes y a veces los degüellan. Contra este tipo de actuaciones sádicas estoy totalmente en contra. Es inaceptable el sufrimiento para esta causa. 

Pero ahora bien, matizamos: El hombre es un ser vivo y pertenece a una cadena piramidal, de la cual es el más superior como depredador gracias a su inteligencia. Que tengamos nuestros ojos frontales, como todos los cazadores, es lo que demuestra lo que somos. Y quien no lo quiera ver que no lo vea.

Puedo entender el principio moralista contra la violencia y la matanza de todo vegetariano, pero que lo haga por negarse a ser cómplice de la muerte no lo comparto. Yo siempre les cuento esta historia que os voy a narrar, pero no razonan cuando se los cuento.

Un día estaba escuchando un programa de radio donde se detallaba un experimento científico con una planta, a la que pusieron unas pinzas de encefalograma para registrar su reacción. Instantáneamente se escuchó algo parecido al ronroneo de un gato, lo que hacía indicar el estado de relajación del vegetal en su estado natural. 

La segunda parte del experimento recogía la extracción de varias hojas y justo en el momento de arrancarlas, se escuchó como un chillido de perro cuando es pisado accidentalmente. Esto demostraba que las plantas sufren y padecen dolor físico, tal como lo sentimos nosotros, pues no hay que olvidar que son seres vivos.  

La tercera parte de la prueba resultó ser aún más espeluznante y sádico. La idea era meter fuego al órgano vegetal y comprobar su reacción emocional ante el impacto. He de confesa que  escuchar esos gritos de dolor, como una persona quemándose, sufriendo, desvaneciéndose y chillando con todas sus fuerzas,  fue sumamente desagradable y aún más demoledor. Esto me hizo comprender, el proceso de estrés que sufren los árboles antes de morir en un incendio forestal. 

A los vegetarianos decirles que deben entender, que cuando se corta de raíz una verdura, se está matando a otro ser vivo, inmóvil e indefenso para su beneficio. Que no escuches una planta morir, no quiere decir que no sufra ni grite, es a lo que voy. Sé que esto no hará cambiar la percepción de estos, pero deben entender que todos comemos para sobrevivir. Es la ley de la selva, de la vida. No se puede criminalizar cuando todos hacemos lo mismo, quitar vida igualmente para existir. Por eso hay que remarcar de la vida de un vegetal y de un animal es lo mismo, puesto que ambos son órganos celulares vivos sin excepciones. Dejen de inculpar y entiendan que esa es la realidad.

Soy de las creo que para no hacer daño a nadie lo perfecto sería ser como recolectores de frutas y frutos secos. Por ello es básico entender ,que los fuertes sobreviven gracias a los débiles y que debemos estar en sintonía con la naturaleza, pues todos formamos partes de un ecosistema que es nuestro deber preservar. Muchas gracias. 

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