LAS NOCHES DE NOCHEBUENA POR SERGIO NOCHEBUENA: AMOR Y EROTISMO EN LA ERA DIGITAL
Por Sergio Nochebuena (Desde México)
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Las nuevas tecnologías están abriendo oportunidades para vivir el sexo de formas inéditas: citas con desconocidos en la red, variedad de pornografía, acceso a todo tipo de mercancías sexuales y medicamentos para modificar nuestro cuerpo. La evolución del sexo online ha ido a la par de los avances tecnológicos que cada vez permiten alcanzar a más personas.
Observa cómo el creciente uso de celulares, mensajería instantánea y redes sociales virtuales tienden a borrar cada vez más las fronteras entre lo público y lo privado, en este sentido, los mundos de lo amoroso y lo sexual se están transformando drásticamente a partir del uso generalizado de Internet, así como la creciente separación del sexo y los sentimientos.
Un ejemplo de ello es OnlyFans que inició como una plataforma de contenido exclusivo para vincular a influencers con sus seguidores y que actualmente se perfila como uno de los principales sitios de contenido para adultos.
Date cuenta cómo las nuevas tecnologías están afectando las relaciones de pareja y todo el numerito: el cortejo, el ligue casual, la comunicación afectiva y asertiva, la búsqueda de reconocimiento público, entre muchas otras cosas.
Nos hemos convertido en protagonistas de la hiperconexión, deseando estar en contacto permanente, y en ese afán, los celulares inteligentes, las conexiones Wi-Fi y las aplicaciones gratuitas de mensajería son muy populares.
Instagram, Facebook y WhatsApp son aplicaciones que facilitan la comunicación interpersonal tanto con personas cercanas afectivamente y con grupos de pertenencia, como con desconocidos, o conocidos de nuestros conocidos. También permiten monitorear las actividades de otros, saber si tu mensaje fue visto e ignorado con éxito, a qué hora estuvo conectado y hace cuánto tiempo, entre otras posibilidades.
Ahora con el típico “hazme una pregunta”, ya tienes un excelente pretexto para comenzar a platicar con quien tú quieras. Estos inicios de relaciones amistosas en algunas ocasiones desembocan en relaciones amorosas o tormentosas. Tú decides.
Por todo esto ha cambiado la sexualidad y el modo de pensar sobre ella, hemos encontrado en las redes una forma de ligar muy cómoda desde nuestras casas.
Y para no variar, el publicar tu situación sentimental en la categoría de "estar en una relación" ha creado una gran polémica, por un lado, se trata de un reconocimiento público que busca la aprobación de los otros que en ese momento ocupan la posición de audiencias y te dan un “like”, pero también funciona como un anuncio que exhibe la propiedad sobre la pareja, como marcando territorio, pero sin tener que orinar en nadie.
No obstante, lo publicado sobre la pareja puede ser una fuente de conflictos entre las esferas de socialidad compartidas y aquellas que se viven solo con amigos. Los contenidos que se publican pueden generar gusto o disgusto ante la pareja.
Tal vez te ha sucedido que el estar conectado y no responder con rapidez los mensajes podría ser interpretado por tu pareja como desinterés y entonces deberán poner las cosas en claro. No cabe duda que las nuevas posibilidades de comunicación a través de tecnologías están cambiando el significado de la presencia.
Ahora no solo se clama por la presencia real del ser amado, sino también por la presencia virtual, lo cual es tanto una fuente de cercanía en la pareja, como de conflicto ante la falta de respuesta.
Lo que sucede es que el concepto de amor romántico remite a idealizaciones como amar a una persona única a quien se le considera excepcional, con quien se desea estar y por quien se tiene gran interés. Dentro de este amor se enmarcan anhelos como la dependencia vital y la fusión, su mutua incondicionalidad y la creencia en que la experiencia del amor correspondido genera gratificación y felicidad, sin embargo, este amor supone un estado alterado de la conciencia que domina nuestros pensamientos.
Debes estar alerta para saber identificar cuándo se trata de un asunto de estar en contacto, y otro muy distinto cuando es una onda de vigilancia; cuándo el sentido de propiedad y celos constituyen una amenaza a la libertad y autonomía, más que un signo de amor. No te confundas.
Con la informática y sus conexiones mediatizadoras lejos de generar contacto cuerpo a cuerpo, lo que promueve desde las pantallas es exhibicionismo y voyerismo. Así las cosas, estamos inmersos en una sociedad capitalista que mira a la sexualidad como un bien comercial.
Pues, sí, somos carne de exhibición, pero aún así podríamos conseguir cosas buenas 😊
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