RUTA DIVERSA PRIDE POR FRANCIS UGAZ "PUEBLERINO VIAJERO": TEL AVIV CON ORGULLO
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En el mes del orgullo LGBTQI+ iba a escribir un itinerario sobre Cajamarca, Perú. Hasta que me acordé de Tel Aviv en Israel.
Tel Aviv de mis amores, casi me quedo a vivir en tus tierras. Toda la vida, nuestras abuelas nos hablan sobre la religiosidad y lo bendito de Israel. Lo que no se dice, o mejor dicho, no se sabe, es que, Tel Aviv es la meca de la libertad y expresión sexual. Cada año, tiene uno de los desfiles pride más grandes del mundo, y de los más divertidos, donde básicamente te romperás el ojo.
Al trabajar para una aerolínea, accedo a pasajes realmente baratos. No fue un desafío llegar hasta allá. Tomé el vuelo desde Lima, con conexión en Sao Paulo y luego, directo a Tel Aviv.
Me habían advertido de los controles migratorios, dicen ser muy exhaustivos por los conflictos bélicos con los vecinos. Fui preparado para las preguntas. Sobre todo, porque antes, había visitado Egipto, Jordania y Marruecos. Lo primero que revisan son tus sellos en el pasaporte. Al presentarme, mencioné mi trabajo en la aerolínea, que me salvó del interrogatorio. Ingresé con facilidad.
Mi primera sorpresa fue el costo del taxi, que rondó los $50. Me sorprendió digo, porque el Shekel vale lo mismo que el Sol Peruano. Vaya bienvenida. Eso no sería todo. Básicamente, si compras un menú peruano a 10 soles, allá, el más básico, lo encontrarás a 40. Entonces hazte una idea de todos los costos. Prácticamente, como estar en Europa.
Me recomendaron un hostel muy bueno, no por las habitaciones vale decir, sino, por la ubicación. Frente al mar. El hostel se llama Beach Front Hostel. Y la verdad, no me arrepiento. Me sentía como en Cancún, cruzaba al bellísimo mar como si estuviera en un todo incluido y estaba pagando $35 la noche. Un hostel caro, a comparación del resto del mundo. Me encantó estar ahí, había muchísima comunidad LGBTQI+.
Conocí el primer día, en mi cuarto compartido, a un alemán. El cual, desempacó y se fue directo al bar de la terraza a preparar un trago urgente, para brindar su llegada. Me invitó. Le dije que me alistaría y subiría. Lo encontré conversando con un argentino. Me uní a ellos. No sabía que tendríamos desde ese día, una conexión de amistad tan cercana. Nos hicimos compañía el resto del viaje. Se unió, un par de días después, un suizo. Los tours eran para lo único que nos separábamos. Me encontré con dos compañeros de trabajo allá, todo de casualidad, y casi casi que tomamos los mismos recorridos, así que también fue muy especial su compañía.
De los 8 días que estuve, tres, recorrí Israel y un poco de Palestina. El primer día fuimos al Mar Muerto y Masada. El segundo, a Jerusalén y Belén (Palestina) y, el tercero, a Nazaret, el Mar de Galilea y el Río Jordán. Tomar estos tres tours costó aproximadamente, 330 dólares, en una especie de oferta. Ya te dije que no era barato. A eso, súmale que no incluye alimentación.
Fuera de mis visitas. Los demás días me los dediqué a la playa. A salir a bailar un par de días. Hay un bar que se llama Lima. Está demás decir que, los israelís son de las personas más guapas del mundo. A eso, hay que sumar que todos pasan por la vida militar obligatoriamente, lo que provoca que los cuerpos que ves en la playa, sean totalmente envidiables.
Israel es realmente amigable para los LGBTQI+, la sociedad en Tel Aviv es completamente tolerante; aunque no creo que sea lo mismo en Jerusalén, por ejemplo.
Te animo a visitar este país. Averigua cuál es la semana del pride antes. Asegúrate de agarrar cupo en algún hotel u hostel, según tu presupuesto. Y anda con las mejores expectativas. ¡Ah! Y no olvides que, te volverán a interrogar antes de tu vuelo de retorno. Ve con tiempo al aeropuerto.
¡Disfruta y déjame un mensaje contándome tu experiencia!
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