PENSAMIENTOS Y DESEOS POR ANDREW GALLARDO: “Un nuevo amanecer"
El 2021 ha comenzado y con ello se nos ha regalado 365 oportunidades nuevas; 365 momentos para crecer, para aprender, para amar y para sentir. 365 oportunidades para explotar quienes somos realmente y para sacarle el jugo a todo lo que aprendimos con el maestro 2020.
Con la despedida del 2020, muchos celebramos con euforia y con gran alegría, como si todas las maldades y desgracias del mundo desaparecieran a las 12:00 am del 01/01/2021. Muchos otros despidieron el año con gran nostalgia y con el corazón arrugado, con memorias de sus seres queridos a quienes tuvieron que darle el último adiós a causa de la pandemia que aún nos está azotando. También nos encontramos los que despedimos el 2020 con grandes preocupaciones, ya que por motivos de salud mundial perdimos oportunidades, techo y demás situaciones por las que estuvimos trabajando arduamente y que de un momento a otro, en un cerrar de ojos nos quedamos viendo a los lados, observando como el sudor de nuestro esfuerzo era secado sin más; vimos como nuestros planes se derrumbaron, proyectos fracasaron y muchos nos quedamos solos en una habitación esperando que todo esto pasara, aguantando y viendo cada noticia que luchaba por hacerle frente a la tragedia sanitaria que aun hace presencia.
El año pasado trajo consigo un sin fin de noticias y novedades que parecían sacadas de una caricatura o de un comic apocalíptico; incendios, terremotos, huracanes, avispas asesinas, confirmación de avistamientos de OVNIS por parte de nada más y nada menos de un ente mundialmente reconocido; y otras noticias más, que prometían hacer del 2020 un año memorable. Pero como todo con humor es mejor, la sociedad además de preocuparse, también sacaba el sentido más jocoso a esas novedades. Los tan afamados memes que hacían sátira de las noticias no se hacían esperar, logrando aliviar un poco el estrés que las noticias nos pudieron causar.
Tanto como las personas que iniciaron el año ebrio de alegría y envueltos de compañía, como las personas que recibieron el año entre tristezas y preocupaciones, tienen algo en común. Mas allá del término calificativo despectivo con el que apodaron y recuerdan el año anterior, todos iniciamos el 2021 con esperanzas y metas; con la esperanza de que este año será mucho mejor, que volveremos a recuperar algunas oportunidades que se perdieron y aprovecharemos las nuevas oportunidades que se puedan presentar, recibimos el año con la ilusión de poder salir nuevamente a las calles y disfrutar del derecho a la libertad y del libre tránsito sin preocupación alguna, recuperar nuestras rutinas y mucho más importante, muchos comenzamos el año con la emoción de poder ver a nuestros amigos y seres queridos para luego poder compartir con ellos sin temor de algún contagio. También comenzamos el año con nuevas metas, un fin objetivo y especifico en el cual podríamos invertir parte de 365 oportunidades que el nuevo año nos estaba regalando; nos propusimos metas, metas en un sentido laboral y personal.
Pero bueno, no todo es malo, sería injusto decir que el año 2020 solo trajo desgracias a la humanidad, considero que debemos concederle un poco más de crédito, porque la verdad, si vemos el vaso medio lleno, el 2020, también nos dio la oportunidad de brillar, de aprender y de superarnos. En el año pasado muchos vieron la oportunidad para emprender de alguna u otra forma, de adaptarnos para seguir adelante tal como si de la evolución se tratara; y en algunos casos, el 2020, nos hizo ver nuestras fallas y puntos débiles los cuales debemos superar y trabajar, gracias al año pasado se le dio la relevancia e importancia merecida a la salud mental, se entendió cuan frágil puede ser y que debemos aprender a preservarla y mantenerla.
En conclusión, indudablemente el año pasado dejo una huella en la memoria de todas y cada una de las personas; hubo perdidas, fallas y derrotas, pero en la vida tenemos 2 opciones, ver el vaso medio vacío y solo quedarnos con lo malo que nos el 2020, o vemos el vaso medio lleno y nos quedamos con lo positivo que nos trajo el 2020, con la lecciones que nos dejó y el verdadero propósito que tuvo en nosotros, hacernos ver ciertos puntos que como humanidad nunca nos detuvimos a preocuparnos, a hacernos ver que debemos prepararnos en ciertas áreas para ser cada vez más íntegros y que cada país del mundo, goce de una buena organización para su población.
El 2021, tal y como mencione antes, es el año para poner en práctica lo aprendido en el año pasado, dar lo mejor que tenemos y hacer vale todas y cada una de las oportunidades que este año nos está regalando; y está en cada uno de nosotros decidir si las vamos a aprovechar o simplemente ignorar...
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