PENSAMIENTOS Y DESEOS POR ANDREW GALLARDO: ILUSIÓN A PRIMERA CITA
Cuantas veces nos ha pasado que llegamos a casa de nuestra mejor amiga y le contamos TODO lo que ha sucedido en nuestra más reciente cita, le comentamos sobre cuan enamorado e ilusionado estamos de esa persona con quien recién hemos salido, porque sencillamente en la salida TODO fue maravilloso. La cita pudo haber sido en el lugar más común del planeta tierra, pero la sola presencia de esa persona lo transformó en el lugar ideal; nuestro acompañante quizás no era un galán de telenovelas, pero su sonrisa, energía y algunos actos de educación lo vuelve el caballero perfecto que todos hemos soñado. Nos vamos desde los más sencillo a lo macro, y decimos “Es que todo fue genial, nos reímos demasiado, la pasamos muy bien, nos conectamos, de verdad creo él es el indicado; quiero conocerlo más, quiero verlo más; lo vas a conocer, lo vas a amar...”. Y así vamos, permitimos que nuestro corazón se apodere de nuestra mente y fantaseamos desde cosas tan sencillas de ¿Cómo será la siguiente cita? Y la idealizamos, hasta el futuro más utópico y rosa que solo nuestra cabeza puede soñar... Y mientras nuestra mente nos lleva a saltar nubes por nubes, recorriendo cada escena que nos imaginamos junto a esa persona con la que ya estamos planificando una vida; nuestra gran confidente, emocionada por todo lo que ha escuchado, hace la pregunta del año “¿Y cuánto tiempo llevan conociéndose?”
Decimos la verdad, que solo llevamos una cita, adornamos la salida, la escena, las palabras, hasta las acciones de quien presuntamente nos pretende; además lo concatenamos con lo previo, con lo que hemos conversado por chat y con lo bien que nos sentimos cuando nos escribimos; a veces sentimos un poco de vergüenza porque, aunque sabemos que la inconciencia nos gobierna, en nuestra conciencia sabemos que realmente estamos volando y saltándonos pasos; y es por esta misma razón es que evitamos tocar el tema de cuánto tiempo nos llevamos conociendo y huimos de ese tema y nos quedamos con nuestras experiencias y que, aunque muchas veces estas sean falsas por ser tergiversadas y mal interpretadas, es de lo único de lo que queremos hablar.
Es realmente fascinante como pasamos de un momento en donde estamos con nuestro Romeo comiendo, nos ensuciamos un poco con las salsas y el por tan solo tener la cortesía de pasarnos la servilleta y así poder limpiarnos (porque quizás le puede parecer desagradable vernos en ese desastre), nosotros magnificamos este mero acto como lo más romántico que nos haya pasado, creemos que él es un caballero y asumimos que será nuestro príncipe azul, ese que tanto nos han prometido y que en algún punto conseguiremos y tendremos nuestro final feliz. Cuando la verdad podría ser un poco más sencilla, no romántica y no tan digna de un cuento de hadas.
Luego de días conversando sin más salidas, pasan los días y nos ocupamos (uno más que otro), ya no recibimos respuesta de algunos mensajes, por lo que muchas veces nos desesperamos y dramatizamos pensando que posiblemente ya no seamos de interés para esa persona que en algún momento consideramos nuestro príncipe azul; posteriormente lo que pensamos se materializa, notamos como efectivamente el interés que sentimos o que creímos sentir va desvaneciendo poco a poco hasta no quedar nada, como si de unos caídos pétalos de rosa se tratara. Por algunos días nos sentimos tristes, vacíos y desmotivados, o sea, ¿qué se supone que se debamos hacer con la vida ya que ya estaba planificada? Se supone que íbamos a conocer la familia del otro, a mi familia le iba a agradar y su familia me amaría, esto sin mencionar que sus amigos serian mis a amigos y mis amigos los suyos; se supone que seriamos parejas, los mejores amigos, nos apoyaríamos en todo, y sin mencionar por favor de que viviríamos juntos y conoceríamos el mundo y todo sería sencillamente PERFECTO.
Lamentablemente las cosas no suceden como las planeamos, ellas solo pasan, ocurren, tienen un destino muy diferente e independiente al que nosotros deseamos. Muchas veces nos lamentamos por esto, porque aquella ilusión que gobernó en nuestra cabeza sin autorización, no cumplió con lo prometido y sencillamente nos engañó, a veces hasta lloramos esa desilusión.
Puede que esto parezca algo absurdo, es decir, ¿Qué se ilusiona en la primera cita? La respuesta es: “Yo, además de muchas otras personas que también lo hacen, por no mencionar que algo común en la adolescencia”. Y no tiene nada de malo admitirlo, por el contrario, está bien que lo admitas y más importante aún, que lo sientas, porque sentir es maravilloso y es lo que nos diferencia de otras personas; tener la capacidad de poder sentir tus emociones y pasearte en ellas como si de una montaña rusa se trata es lindo, la ilusión de conocer y compartir con alguien nuestro tiempo, las mariposas en el estómago y nervios que se presentan por tan solo pensar en aquel caballero sin armadura, el estrés por no saber que ponernos para ir a verlo porque queremos causar una gran impresión; la desilusión porque las cosas no funcionaron tal como queríamos y el sentimiento naciente por el galán de turno, es solamente una experiencia por la que estamos obligados pasar para crecer, para madurar y aprender a controlar y manejar nuestras emociones y sentimientos porque es divino sentir, pero juro que es mucho mejor cuando aprendemos a manejar nuestros sentimientos y no permitimos que estos nos controlen, porque aprendemos algo muy importante, y es que soltar duele mucho menos que aferrarse a una simple ilusión.
Cuan hermoso es poder disfrutar de cada experiencia que la vida nos y poder disfrutar cada segundo, aun si fuera la primera y la ultima cita con esa persona, cada momento es unico y merece ser el mejor .
ResponderEliminar