Entre líneas e historias Por Carlos Gómez: De la reconversión a la acupuntura. Las torturas que aún impone la sociedad
Por Carlos Alfredo Gómez (Desde Buenos Aires, Argentina)
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Hace unos años atrás, recién saliendo del closet, estaba en el proceso en el que le decía a todo el mundo que yo era gay. Esto no siempre es positivo o al menos no todas las reacciones que recibí fueron agradables.
Una de esas respuestas desfavorables, la obtuve de parte de una psicóloga y ministra religiosa. Esta señora me dijo "lo gay se me podía quitar con acupuntura" y que ella le había aplicado este supuesto tratamiento a estudiantes de psicología y a algunos seminaristas.
Obviamente yo nunca accedí, pues ya desde ese momento estaba seguro de lo que quería. Sin embargo, yo me puse a pensar ¿qué tal si mi respuesta hubiese sido afirmativa? O ¿quién quiere someterse a esa locura de tratamiento? Me imaginé por un segundo a una persona frágil, manipulada y desorientada accediendo, y me dio dolor pensar que alguien pueda hacerlo.
Por eso en estas líneas e historias quiero compartir mi opinión acerca de los tratamientos de conversión o reconversión (como suelen llamarlos), una práctica antiética y destructiva que en la actualidad aún sigue aplicándose en muchos lugares del mundo.
La Asociación estadounidense de psicología advierte que la aplicación de estos tratamientos es dañino y pueden inducir, con un alto índice de probabilidad, a que la persona sufra depresión o tendencia al suicidio. Particularmente creo que las personas que acceden a este tipo de terapias, es porque tienen una presión muy grande, desconocen la posibilidad de vivir plenamente, están sugestionados por creencias ignorantes o son manipulados por personas de su entorno más cercano.
En la Ciudad de México recientemente, el 24 de julio de este año, el Congreso aprobó con 49 votos a favor, 9 en contra y 5 abstenciones, que las terapias de reorientación sexual son un delito, ya que violan el libre desarrollo de la personalidad e identidad sexual. Es increíble ver en el año 2020 noticias como estas, es una ambigüedad de sentimientos, pues celebramos el hecho de dar un paso en la libertad de pensamientos, sentimientos y preferencias sexuales, pero por otro lado podemos darnos cuenta que todavía quedan muchas mentes y corazones cerrados a respetar la decisión de amor libre. Otro punto importante es saber que las religiones tengan como opción que con ayuda espiritual alguien puede dejar de ser homosexual.
Es un tema muy debatible hablar de religión o política, sin embargo en lo que a mí respecta hablo desde el corazón y la conciencia, de cómo me siento feliz con la vida que decidí tener, sin hacer daño, respetando a los demás y viendo más allá de un cuadro limitado lo que es el significado de la vida.
Recientemente en la serie La Casa de las Flores, desde su óptica entretenida y cómica, muestran en la tercera temporada un poco de estos centros de reconversión, donde aplican terapias inhumanas para supuestamente reconvertir a un homosexual, lo más contradictorio y a su vez divertido es que quien lleva al personaje de Diego al centro de reconversión, es su primo, el cual está casado y con familia, sin embargo en una de las escenas demuestra que sigue teniendo una actitud que evidencia su comportamiento gay.
El gay, la lesbiana, la persona trans, o cualquier otro ser humano con una actitud diferente quizá molesta a la sociedad, precisamente por eso, por ser diferente, por romper el paradigma impuesto y no ir con lo heteronormado, no ir con lo establecido en las reglas sociales, y eso en muchas sociedades no es perdonable. Por eso es que debemos seguir alzando la voz y denunciando lo que está mal, lo que agrede la libertad, lo que está más allá de los límites del respeto.
Personas buenas y malas vamos a encontrar en cualquier lugar, serán algunos heterosexuales otros homosexuales, no obstante lo importante es saber que debemos defender lo que somos, luchar por nuestra libertad y vivir felices, la condición sexual no hace el corazón de las personas.
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