LAS NOCHES DE NOCHEBUENA POR SERGIO NOCHEBUENA: ¿Qué es lo perverso?

Por Sergio Nochebuena (Desde Ciudad de México)

Síguelo en IG

La perversión es preocupante cuando una persona no consigue mantener una relación con otros, más que de una forma parcial que para el compañero puede resultar insatisfactoria. 
Actualmente es preferible hablar de expresiones del comportamiento de la sexualidad o parafilias. 

El matrimonio formado por el ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson, eligieron la palabra parafilia para describir las conductas sexuales previamente catalogadas nada más y nada menos como perversiones, desviaciones o aberraciones sexuales. 

Toda la gente realizamos estas conductas sólo que con diferentes intensidades, es decir, todos somos un poco perversos. 

Las parafilias son formas de conducta erótica en donde los métodos por los que se consigue la excitación sexual tienen una estructura de vinculación en la que el componente interpersonal del vínculo no está presente o bien, se encuentra presente pero en forma muy desbalanceada. 

Te sorprendería saber que muchísimas personas que trabajan en morgues o en sitios en donde se manejan cadáveres, tienen esta práctica sexual con los muertos. 

Cuando un comportamiento adquiere carácter de exclusividad, como forma única de acceder al placer, constituye una situación problemática que puede resolverse con ayuda de un profesional en sexualidad humana.  

Por ese miedo a ser etiquetado es que ocultamos nuestras fantasías y convertimos el sexo en un ejercicio de cinismo. Doble vida desde el pensamiento mismo: lo que soy y lo que digo que soy; lo que quiero y lo que hago, lo que te digo y lo que me callo. Lo cierto es que en la sexualidad nuestra "de genio, poeta y loco, todos tenemos un poco". 

En este sentido las expresiones del comportamiento de la sexualidad, en el nivel exclusivo, tienen antecedentes de una importante represión de la sexualidad durante los primeros años de vida. Estas conductas no son innatas, se adquieren conforme el individuo crece y en la medida en que son reforzadas.

En todas las culturas la comunidad decide lo que es lícito en el sexo y lo que no lo es. 
Mi deber como educador sexual es informar que toda actividad erótico-sexual tiene, como una de sus características principales, el acuerdo entre las personas que intervendrán en el acto, es decir, el sexo debe ser de mutuo acuerdo, cuando eso no ocurre se incursiona en el terreno legal en vista de que se comete un agravio en contra de la persona. 

Esta situación puede ser problemática si te está causando malestar, a tu pareja o a terceros, por lo que esto evidencia la existencia de tres indicadores de molestia: el individual, el de pareja y el social. Ponte buzo. 

Hoy en día la ciencia concluye que el concepto de perversiones era un criterio más moral que científico y se decidió llamar parafilias a estas variantes pasionales del sexo.
En ocasiones estos comportamientos adquieren características tanto de compulsión como de exclusividad, y es en estos casos cuando se convierten en situaciones problemáticas que requieren tratamiento, así las cosas.  

No confundas perversión con perversidad, ya que ésta última palabra tiene un significado de malignidad, de inclinación a hacer el mal intencionalmente, y de ahí vienen las confusiones. 

En cambio ser honesto, decir las cosas, ponerles simplemente nombre y apellido eso sí parece ofender hondamente la conciencia. 

El exhibicionista goza mostrando, al ser mirado y admirado. Siempre hay detrás una historia, en todos los humanos. Narciso se cura de la herida en cada encuentro. El exhibicionista patológico queda atrapado en esta maña. Si no lo admiran, no goza.
El voyeur sólo quiere ver, en realidad se podría llamar simplemente "mirón" ya que la palabra viene del francés y significa exactamente lo mismo. El gozo consistía precisamente en no ser descubierto en la rendija de la puerta muda. 

Y ahí estamos entonces dándole like a fotos en Instagram disfrutando de mirar y otros de mostrar sus cuerpos estéticos, para todo hay público, y así vivimos la era del "selfie". 
Así tenemos por ejemplo al necrófilo que siente atracción por la muerte o lo muerto. La necrofilia es una de las expresiones más desprestigiadas y de la que de inmediato se piensa que sólo la llevan a cabo individuos mentalmente muy dañados. 

Algunos dicen que los mexicanos nos reímos de la muerte, otros dicen que se le venera porque se le teme, pero en ambos casos constituye una parte importante de la forma de ser de los mexicanos y si existe duda al respecto basta recordar todos los rituales efectuados el pasado 1 y 2 de noviembre en todos los rincones de mi querido México. 
Por cierto que el grabador mexicano, José Guadalupe Posada, se sentía muy atraído por la muerte pero hasta donde se sabe su pasión no llegaba a lo sexual. 

Otra variante es el sádico, que si te ama, si te ve (que en el fondo es lo mismo) nunca te hará sufrir y entonces jugarán juntos. En cambio, si no ves al otro, entonces el sadismo es peligroso, porque deja de ser cómplice del gozo compartido para masturbarse solitariamente con un ser humano que no es un objeto inerte. Al sádico patológico y equivocado hay que curarlo, es pernicioso para los demás, pagando el precio de hacer tanto daño. 

El masoquista goza siendo humillado, cada golpe, cada insulto, lo justifica y le sube la hormona. Aquí es necesario mencionar que también hay personas atrapadas en relaciones de pareja en las que sufren, son maltratadas, violentadas, ignoradas, pero de las que les resulta muy difícil escapar. De estas personas se suele decir que son masoquistas.

Las personas atrapadas en relaciones sádico-masoquistas no es que busquen el sufrimiento sino que tratan de evitar el abandono o el descontrol. No son personas a las que les gusta sufrir como se oye habitualmente; tienen un problema y necesitan ayuda profesional para superarlo.

No es posible determinar, ni siquiera con exactitud, cuántas personas tienen este tipo de comportamiento debido a que no existen datos estadísticos confiables y las personas que buscan ayuda profesional son pocos. 

La resolución de problemas es una necesidad práctica para la convivencia de los "monos desnudos" que somos, según el zoólogo británico, Desmond Morris. No puede ser que, por una calentura de bragueta, por una hormona alocada que nunca se resolvió en el cerebro, un sujeto se dedique a violar porque le da gusto.

La psicoterapia permite a estas personas la ganancia de autoestima y la posibilidad de mejorar sus relaciones interpersonales y encontrar así formas aceptables de gratificación sexual. 

Debes saber que siempre existe una salida y merece la pena revisar si algunas parafilias se transforman en una manía compulsiva que te aísla. En estos casos es necesario pedir ayuda profesional. 

Es por eso que si esclaviza, en lugar de ser un placer es un tormento y habrá que librarse de un pedazo de obsesión. Muchas veces hace falta ayuda para desengancharse de ese vicio. 

Lo que importa realmente es qué hacer con ello, con lo que sientes. El sexo humano inventa el erotismo, y eso ya no es carne, es arte. 

Muchas gracias a quienes me han escrito a mi correo personal, con gusto les puedo proporcionar información con el contenido de mi columna. Un abrazo y un beso.