Las Noches de Nochebuena Por Sergio Nochebuena: Que se vaya quien se tenga que ir...

Por Sergio Nochebuena (Desde Ciudad de México)

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"Te amo, pero puedo prescindir de ti", sé que esta frase te puede sonar fría y cruel, pero tú no necesitas a alguien a tu lado para ser feliz, ya que mientras más pleno y feliz te sientas contigo mismo, más posibilidades tienes de encontrar a alguien igual que le encante la idea de compartir contigo y te ofrezca amor de verdad.

Los que han encontrado el camino de su autorrealización y sienten pasión por lo que hacen no suelen quedarse estancados en idioteces. La pérdida y la soledad ya no los asustan. 

Qué triste cuando el miedo a perder la fuente de seguridad y el aparente bienestar te mantiene atado a una forma de tortura pseudoamorosa, de consecuencias fatales para tu salud física y mental. No lo permitas. 

Abre bien los ojos ya deja de buscar a quien no te busca, de esperar a quien no te espera y de escribir a quien no te escribe. Basta ya de eso. 

Ya lo decía el gran poeta y escritor uruguayo, Mario Benedetti: "Que llegue quien tenga que llegar, que se vaya quien se tenga que ir, que duela lo que tenga que doler… que pase lo que tenga que pasar". 

No sé ustedes, pero yo ya no estoy para esos juegos de quienes siguen haciéndose los difíciles e interesantes como método de conquista. Qué flojera. 

Te invito a que observes tu relación de pareja tal cual es, sin distorsiones ni autoengaños, una autoobservación franca, asertiva y cruda, pero necesaria para sanear el vínculo o terminarlo si fuera necesario. 

No te confundas, los problemas de la vida diaria como el trabajo excesivo, cansancio y estrés pueden producir irritabilidad y algo de mal humor, pero nunca desamor. No dejas de querer a tu pareja porque estás cansado, al contrario, tu compañero puede ser el soporte, el oasis donde reposar. 

Creo que no existe condena más terrible que vivir con el corazón hecho piedra al no saber amar, tampoco saben vivir. Muchas veces con tal de sujetar a la persona que se dice amar, negamos, justificamos, exageramos, olvidamos, idealizamos, minimizamos y cultivamos falsas ilusiones. Ponte buzo.

El apego nos nubla la visión y los sentidos, en la adicción amorosa el autoengaño puede adoptar cualquier forma. 

Sé cómo te sientes porque yo también he estado de ese lado, la adicción afectiva es el peor de los vicios y depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilación psicológica donde el amor propio, el autorrespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente. 

Una mente apegada crea el anhelo de la continuación y perpetuación. Sin embargo, no hay nada fijo de qué aferrarse.

Y en estos menesteres de la vida no importa qué tan fría sea tu relación, a veces la sola presencia de la pareja te produce la sensación de estar a buen resguardo. 

Anhelar una vida de pareja estable no implica apego, pero volverse obsesivo ante la posibilidad de una ruptura sí que lo es,  ten mucho cuidado porque el miedo al desamor (carencia afectiva) rápidamente se transforma en necesidad de ser amado. Tal vez lo que sentías por esa persona no era amor, sino más bien una adicción psicológica.

El desapego no significa desamor, sino una forma sana de relacionarnos, déjame decirte que sí es posible amar sin esclavizarnos. 

Si alguien permanece a tu lado disfrútalo, alégrate, pero si decide irse, aunque lo resientas demasiado tú puedes seguir adelante haciéndote cargo de ti mismo.  En determinadas circunstancias, aprender a retirarse oportunamente puede ser la mejor elección. 

Tú que estás pasando o pasaste por esta situación sabes perfectamente a lo que me refiero, hazte un enorme favor y nunca elijas la intranquilidad, las dudas y el desprecio envueltos en explicaciones  en lugar de tu felicidad, te mereces a alguien que sepa qué tiene enfrente, que te valore y respete de la misma forma en que tú lo harías por él. 
Debes tener muy claro que una buena relación de pareja debe fundamentarse en el respeto, la comunicación sincera y un buen trato. 

La idea no es reprimir las ganas naturales que surgen del amor, sino fortalecer la capacidad de soltarse cuando haya que hacerlo, lo que sucede es que el fantasma del apego te enferma, incapacita, degrada, somete, deprime, estresa, cansa y te desgasta como no tienes idea.  

Las buenas parejas no vienen empaquetadas de fábrica, más bien hay que pulirlas en el día a día. Para que una relación afectiva sea gratificante, debe haber reciprocidad, es decir, un intercambio equilibrado ¡Ojo! No me refiero a cosas materiales,  sino a sentirte escuchado, valorado y bientratado. 

Si no tienes pareja y te sientes solo, no te apresures a buscar a alguien con la desesperación del adicto. Toma las cosas con calma. La experiencia me ha enseñado que cuanto menos se busque, más se encuentra, así que no corras.  

La desigualdad del intercambio acaba por destruir cualquier vínculo. Si alguien no aprecia lo que le das, el amor se deshace en el camino. A todos nos convendría borrar muchos de esos nombres y liberar espacio, no sólo en nuestro celular, sino también en nuestra mente y nuestra vida.   

Nunca debes resignarte a vivir infeliz, si no eres bien tratado, muévete entonces de ahí. Recuerda que la gente vale por lo que es y no por lo que tiene, y nada tiene que ver la humildad y la sencillez con el dinero, son cosas muy distintas. 
  
Cuando damos lo mejor de nosotros a otra persona, cuando decidimos compartir la vida, cuando abrimos nuestro corazón de par en par y desnudamos el alma al menos merecemos comprensión. Qué mal plan que se ignore o desconozca fríamente el amor que regalamos a manos llenas es una total desconsideración ¿Verdad?  

Resignarte a una mala relación te quita el derecho al amor. Si lo que deseas es terminar realmente con una relación enfermiza y no morir en el intento, la ruptura debe ser total y definitiva, debes bloquear, en lo posible, todos aquellos estímulos sensoriales que activen esquemas pasados. 

Todo lo que viviste era necesario porque tenía una razón de ser y esa razón era hacerte encontrar a la persona indicada. Ya dale vuelta a la página, ya lo decía nuestro querido José José "Lo pasado, pasado". Gente diferente le dará cosas diferentes a tu vida, pero por favor, no dejes que un acto cobarde y desagradecido cambie tu forma de ser. 

Te mereces a alguien que no te dejará a la mitad del camino con tus sentimientos hechos una maraña, alguien que te corresponda en la misma medida, alguien que se quede a tu lado por amor y no por comodidad.  Tú ya sabes que el amor no se busca, se construye a diario. 

Por favor, ya no te conformes con las sobras o migajas afectivas de alguien que se hace del rogar; el amor no es caridad. Nadie necesita a alguien que no sabe lo que quiere, que no ve lo mucho que vales ni todo lo que puedes aportar a su vida. En estos terrenos del amor o se da bien, o mejor no se da nada; evita las medias tintas, así las cosas.  
No te preocupes, la vida no se equivoca cuando quita personas de nuestro viaje para darnos algo mejor. Al final comprenderás que esa persona te enseñó a no ser como ella y eso se agradece.