EL RINCÓN DE DANN POR DANIEL RUIz: EL ROMPECABEzas

Por Daniel Valderrama (Desde Barcelona)
drvarquitectos@gmail.com

Hay situaciones en la vida en que la que nos sentimos presionados por decisiones que nosotros mismos hemos tomado; nuestro primer instinto es culpar a los demás o simplemente culpar al universo y gritarle… ¿por qué a mí? Lo que se nos olvida por momentos es que nosotros tenemos el control absoluto de nuestra vida, de nuestro camino y de nuestras decisiones. Todo se vuelve mucho más fácil cuando dejas de castigarte buscando afecto, compasión y empatía con personas externas para darte la razón y decides hablar contigo mismo, hacer las paces con las miles de actitudes contradictorias que tienes en tu interior y aceptas que esa extraña mezcla de sentimientos y pasiones es lo que define quien realmente eres. 

Cuando haces un equipo con esas actitudes que tienes en tu interior y se reconocen todas como validas e indispensables para llegar a la plenitud, es cuando descubres y sientes con todo tu corazón que eres fuerte y que serás capaz de superar todas las situaciones que se te presenten en el camino de la vida. Ojalá nunca se nos olvidara que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es una elección. 

Nos cuesta mucho tener la paciencia para reconocer las distintas etapas del proceso y queremos llegar a la meta YA; es ahí cuando tomamos decisiones que lo único que harán es entorpecer el proceso y no nos dejarán disfrutar la trayectoria hacia nuestras metas. Podemos decir que nuestra vida es como un rompecabezas, cómo bien lo dice Jay Shetty en sus videos de motivación. 

Cuando empiezas a armar un rompecabezas y te preocupas por qué no puedes ver aun la imagen completa, se te va a ser muy difícil empezar; hay que ir poniendo pieza a pieza, probando distintas maneras y posibles combinaciones para ir encajando todo en su lugar. Lo mismo pasa con nuestra vida, cuando empezamos a estudiar algo, cuando empezamos una nueva relación o un nuevo trabajo, si nos preocupamos tanto por lo que queremos que eso sea al final y nos enfocamos tanto en todas las posibles variantes, nos paralizamos y se nos hace muy difícil avanzar. 

En un rompecabezas no puedes forzar las piezas para que encajen unas con otras, así como en nuestra vida no podemos forzar situaciones, relaciones, amistades o trabajos; Nunca le pidas a alguien que se quede, cuando lo único que quiere hacer es irse. Cuando forzamos a encajar una pieza con la otra puede que se vea bien a corto plazo, pero a largo plazo empezarás a notar las dificultades y las consecuencias de dos mundos totalmente distintos colisionando sin ningún tipo de control; toda esa fricción, esa tensión y esa presión incrementa la dificultad para poder avanzar. En la mayoría de las ocasiones tenemos trabajos que no amamos solo por la presión de armar un mejor curriculum y no una mejor vida, nos preocupamos por no llegar a pertenecer a ese estereotipo que tanto hemos visto desde niños, creemos que si no somos así, si no somos lo que la gente que nos ama quiere que seamos, no triunfaremos y no alcanzaremos nuestras metas. 


Si tan solo pudiéramos ser conscientes de lo difícil que es evolucionar teniendo en cuenta que de niños nos enseñan a “encajar” y de adultos nos exigen “sobresalir”. Todo sería más fácil si las intenciones fueran consecuentes y siguieran una misma línea, nuestras capacidades se duplicarían y solo ahí sentiríamos la verdadera evolución de nuestra sociedad. Cuando forzamos conversaciones, amistades y situaciones, lo único que estamos haciendo es alejar la conexión, alejar la felicidad y el verdadero significado de las cosas. 

Mientras armamos un rompecabezas, sí nos enfocamos solamente en una pequeña área, perdemos la noción de la imagen completa. Al empezar tenemos una sola pieza pero en el camino tenemos que entrar en ese proceso dinámico de mirar hacia atrás y hacia adelante una y otra vez para nunca perder la imagen completa y para poder valorar tus decisiones desde una perspectiva adecuada. Cuando ya estamos muy cerca del final, todas las piezas se ven iguales, tienes una imagen borrosa de la realidad y perdemos la claridad y la visión, solamente cuando somos capaces de mirar hacia atrás es cuando empezamos a entender los patrones, las conexiones, el color y la claridad de lo que realmente es. Nuestra vida se debe tomar como un rompecabezas, algo que tenemos que hacer pieza a pieza, día a día y lentamente podremos empezar a ver la imagen de quien realmente somos. 

No es fácil llegar a nuestros objetivos teniendo en cuenta el tipo de sociedad en el que hemos crecido, muchos tenemos que llegar a un momento en nuestra vida en donde nos vemos forzados a des-aprender gran parte de tu inconsciente para poder programarte de otra manera, de una manera en la que sientas la libertar y la plenitud de tus pasiones. Tenemos que dejar de creernos los modelos de amistades y los modelos de relaciones que nos llevan metiendo de manera forzada desde pequeños, somos demasiado complejos como para hacer encajar dos o más mundos totalmente distintos de una sola manera. Tenemos que ser capaces de encontrar nuestro propio modelo, uno que te sirva solamente a ti y a nadie más, aceptemos las diferencias, reconozcamos la variedad y aprendamos a vivir en paz con nosotros mismos. 

Comentarios