CON MIS DERECHOS NO TE METAS. VÍCTOR MOLINA: "Necesitamos educación con enfoque de género en las escuelas para acabar con el machismo"
Por Antonio Capurro
Fotografías por Pancho Fung
©Todos los derechos reservados
Comunicador social y ferviente activista por los derechos humanos platicamos con Víctor Molina, venezolano radicado en Lima y felizmente casado con Zeús Cáceres, acerca de su trabajo en Amnistía Internacional Perú, la igualdad de derechos, la diversidad LTGBQ y mucho más.
Cuéntanos de ti ¿qué estudiaste? es lo que más te gusta de tu carrera?
Yo nací en Caracas. Estudié Comunicación social con especialización en Audiovisuales y Espectáculos. Me gradué de la universidad en Caracas y mi especialización la hice en Madrid. Lo que más me gusta es ser capaz de transmitir mensajes complejos para un público amplio a través de diferentes técnicas, siempre a la búsqueda de un propósito de impacto a favor de las vida de las personas y con miras al alcance de grandes audiencias.
¿Cómo va el trabajo en Amnistía Internacional Perú? ¿Cuánto tiempo en la organización?
Amnistía Internacional Perú es una organización sólida con cerca de 150 mil miembros y simpatizantes que tiene presencia prácticamente en todas las provincias del país. Actualmente centramos nuestro trabajo en temas de memoria histórica, pueblos indígenas y derechos sexuales y reproductivos, así como en solidaridad internacional. Trabajamos desde los años 70 a la búsqueda de un mundo en el que todas las personas puedan disfrutar de todos sus derechos humanos, sin discriminación. Yo empecé a trabajar en marzo y estoy muy contento con el activismo y liderazgo de las personas que voluntariamente construyen este movimiento.
¿Qué es lo que más te gusta del Perú?
La gran cantidad de organizaciones de derechos humanos de base que a través de propuestas claras le plantan cara a los retos que implica la construcción de una sociedad tan compleja como la peruana. También la manera cómo se articulan a través de coaliciones maravillosas como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
Desde tu punto de vista ¿cómo ves la situación de los derechos LTGBQ en el Perú haciendo una comparación con otros países de la región?
Desde el punto de vista del disfrute de los derechos humanos la situación es de un atraso doloroso: en el país no se reconocen las uniones entre personas del mismo sexo, ni el reconocimiento de la identidad para las personas trans. Esto último es terrible porque condena a la marginalidad e incluso a la muerte a tantas personas, puesto que del derecho a la identidad dependen otros derechos como la salud, la educación y el trabajo. Ni siquiera están tipificado los crímenes de odio debido a movimientos legislativos que han profundizado la terrible deuda del Estado peruano con los derechos humanos y que afecta no solo a las personas LGBTI: una sociedad donde reina la homofobia y la discriminación es una sociedad que se empobrece en todo su conjunto. Sin embargo desde el punto de vista del activismo el panorama es positivo: cada vez somo más quienes luchamos en la construcción de un Perú libre de homofobia en el que el Estado cumpla con sus obligaciones internacionales.
¿Qué tal todo en el Perú? ¿Fue difícil adaptarte?
Yo llegué directamente en marzo para asumir mi trabajo en Amnistía Internacional Perú y me adapté inmediatamente. Acepté este reto y me vine desde España precisamente porque ya conocía el país y me gustaba mucho la idea de trabajar aquí y ahora: estamos viviendo un momento histórico de cambios importantes a favor de los derechos humanos en el que las personas están tomando las riendas de su futuro y ser parte de eso es emocionante. La marcha del orgullo cada vez está más nutrida y demostraciones como #NiUnaMenos son masivas. Estamos en un punto similar al de los Estados Unidos previo a la conquista de los derechos civiles. No hay mejor lugar en el mundo para estar en estos momentos.
¿Qué es lo qué más te gusta del Perú? ¿Tu comida peruana favorita?
Su gente y sobre todo sus activistas y personas defensoras de derechos humanos. El lomo salteado me encanta, sobre todo los de un chifa que está cerca de las oficinas de AIP.
¿Cuál dirías que es tu filosofía de vida?
Los derechos humanos son el pilar de mi razonamiento moral. Yo creo que todos necesitamos creer en algo y yo creo en los derechos humanos.
¿Cómo fue tu proceso de visibilidad? ¿Cuál fue la reacción de tus padres y hermanos?
Salí del closet a los 19 pero ya de antes progresivamente fui compartiendo mi manera de ser en la medida que la iba descubriendo. El apoyo familiar fue total. Además construí una vida entorno a ello y me independicé muy rápido. No me puedo quejar pero también estoy consciente de que no todas las personas tienen las mismas oportunidades y eso es una lástima. Se podría decir que vengo de una familia de mente abierta pero ese puede no ser siempre el denominador y es algo que debemos entender. Muchas personas LGBTi terminan en la calle por el rechazo familiar, sin embargo el Estado tiene ahí un rol fundamental que no está cumpliendo. El de educar a la sociedad para que este tipo de cosas no pasen. Necesitamos educación con enfoque de género en las escuelas para acabar con el machismo y eso es responsabilidad del Estado quien tiene la obligación de invertir los recursos que sean necesarios para romper con los patrones culturales nocivos para el disfrute de los derechos humanos.
¿Qué significa para ti ser un hombre visiblemente gay?
La libertad de poder ser como soy; sin embargo debemos respetar el derecho a la privacidad de quienes no se sientan preparados para dar el paso.
¿Cuándo fue tu primera marcha del orgullo?
Fue en Caracas hace mucho tiempo. Había muchísima gente y una gran sensación de alegría y "orgullo", que es una palabra importante. Orgullo significa que no nos avergonzamos de ser como somo y eso sentíamos, mucho orgullo y se siente muy bien. Caminamos con la frente muy en alto.
¿Es Venezuela un país más abierto con el tema LTGB? ¿Cómo es la comunidad gay?
No. Venezuela se enfrenta a los mismos retos de Perú y las autoridades en las últimas dos décadas no han hecho nada a favor de los derechos sexuales y reproductivos por promoverlos, protegerlos o respetarlos; al contrario, al igual que en Perú han habido retrocesos.
La comunidad gay venezolana en cambio está bien articulada aunque si tuviera que compararla con la peruana no es tan visible. La actual crisis de derechos humanos que se vive en Venezuela complejiza el panorama y hace que las organizaciones LGBTI tengan que centrarse mucho en el problema de la violencia armada y la falta de tratamientos contra el VIH. Muchas personas están afectadas. Hemos perdido décadas valiosas de avances que nos han dejado junto a Perú en la cola de los derechos sexuales y reproductivos, porque comparativamente la región en su conjunto ha avanzado muchísimo (incluso en países que históricamente se consideran conservadores, como Chile, Colombia y México), en cambio nosotros en el atraso total, junto a Bolivia y Paraguay. Es una cosa muy triste.
¿Ves a la comunidad LTGBQ peruana cohesionada?
Es un movimiento diverso en el que por supuesto siempre van a existir diferentes puntos de vista pero más allá de eso me parece que sí. Es muy rica y heterogénea y al mismo tiempo se une en bloque de cara al resto de la sociedad y están consiguiendo impacto y visibilidad.
¿Si tuvieras que comparar a Venezuela con el Perú en el plano de la diversidad sexual que me dirías?
Ambos son países con una cultura de diversidad en los que las personas LGBTi cumplen un papel fundamental en la construcción de sus sociedades incluso a pesar de los muchos obstáculos que encuentran a la hora de disfrutar de sus derechos. No hay diferencias.
¿Te has sentido discriminado de alguna forma?
Sí. Yo creo que ninguna persona LGBTI está exenta de eso, incluso los que podríamos creernos más privilegiados, pero lo peor que podemos hacer es echarnos a morir. Debemos luchar contra la discriminación con energía y sin amargura.
Eres un hombre felizmente casado, ¿cómo se conocieron, cuánto tiempo juntos, cómo fue la ceremonia? ¿Les gustaría tener familia? ¿Se muestran como tales en los espacios públicos?
Sí, nos conocimos por Internet hace ya 6 años y convivimos desde hace unos 4. Fue una ceremonia sencilla en España, en San Juan de Alicante y nos tomamos fotografías en una colina famosa donde las personas que ni siquiera conocíamos gritaban "¡Que vivan los novios!". Fue un momento muy emocionante. Sí nos gustaría tener una familia, estamos pensando en adoptar, y sí somos muy visibles: caminamos todo el tiempo de la mano, nos presentamos como "esposo".
¿Qué consejos le darías a los lectores para mantenerse junto en una relación?
En mi caso mi esposo ha sido un compañero de luchas: lucha a favor de los derechos sexuales y reproductivos y lucha a favor de muchos otros derechos. Eso no has unido y nos ha brindado valores de respeto y tolerancia que a la vez que exigimos los vivimos hacia dentro en nuestro día a día.
¿Tienes algún icono o algún personaje gay que te haya inspirado?
Sí. Me gusta mucho RuPaul. Es un hombre gay abiertamente homosexual que ha asumido con mucha alegría y desde su trabajo la promoción de los derechos de las personas homosexuales con una perspectiva de total orgullo y además con un grandísimo éxito que trasciende las fronteras.
¿Más gente debería salir de closet, no para cambiar los prejuicios y estereotipos?
Sería útil pero es una decisión personal. Debemos aplaudir a cada quien que con coraje da el paso pero no debemos presionar a quienes nos parece que lo son pero no quieren dar el paso. La visibilidad en todo caso es fundamental.
¿Alguna película gay en especial? ¿Algunos autores o géneros favoritos en cine o literatura?
Me gusta mucho el documental Paris Is Burning: Muestra la cultura gay norteamericana como una fuente de creación. Me encanta el trabajo de Amélie Nothomb por su profunda individualidad aunque no es una autora de contenido LGBTI, Disfruto mucho de las películas de terror, de los documentales y de la narrativa contemporánea. Me he animado a escribir yo mismo una novela que espero alguna editorial peruana se anime a publicar!
¿Cómo te ves en diez años en lo personal y profesional?
Le tengo un miedo irracional a envejecer y no me gusta pensar tanto en el futuro. Soy más de vivir el día a día y para mí no hay proyecto más importante que el último en el que estoy trabajando, en este caso: motivar y modelar el activismo destacado y valioso de Amnistía Internacional Perú con una perspectiva estratégica a la búsqueda de impacto a favor de los derechos humanos y un fortalecimiento del movimiento.
¿Cuál es tu red social favorita, cómo te manejas con tus followers?
Twitter. Soy muy interactivo: Me gusta escribir lo que pienso, compartir información pero también sentir el pulso de la opinión pública a través de él e intercambiar con las demás personas. Educar y aprender y también divertirme. Twitter es magnífico porque trata de ideas y pensamientos.

¿Cuáles son tus pasatiempos qué haces para divertirte cuando no estás trabajando?
Voy al gimnasio, al cine, veo muchas películas y cuando puedo leo libros (lo que pasa es que mi trabajo me exige leer muchísimos informes y políticas por lo que a veces leer no es lo que más me provoque en mis tiempos libres a pesar de que me gusta mucho leer).
Fotografías por Pancho Fung
©Todos los derechos reservados
Comunicador social y ferviente activista por los derechos humanos platicamos con Víctor Molina, venezolano radicado en Lima y felizmente casado con Zeús Cáceres, acerca de su trabajo en Amnistía Internacional Perú, la igualdad de derechos, la diversidad LTGBQ y mucho más.
Cuéntanos de ti ¿qué estudiaste? es lo que más te gusta de tu carrera?
Yo nací en Caracas. Estudié Comunicación social con especialización en Audiovisuales y Espectáculos. Me gradué de la universidad en Caracas y mi especialización la hice en Madrid. Lo que más me gusta es ser capaz de transmitir mensajes complejos para un público amplio a través de diferentes técnicas, siempre a la búsqueda de un propósito de impacto a favor de las vida de las personas y con miras al alcance de grandes audiencias.
¿Cómo va el trabajo en Amnistía Internacional Perú? ¿Cuánto tiempo en la organización?
Amnistía Internacional Perú es una organización sólida con cerca de 150 mil miembros y simpatizantes que tiene presencia prácticamente en todas las provincias del país. Actualmente centramos nuestro trabajo en temas de memoria histórica, pueblos indígenas y derechos sexuales y reproductivos, así como en solidaridad internacional. Trabajamos desde los años 70 a la búsqueda de un mundo en el que todas las personas puedan disfrutar de todos sus derechos humanos, sin discriminación. Yo empecé a trabajar en marzo y estoy muy contento con el activismo y liderazgo de las personas que voluntariamente construyen este movimiento.
¿Qué es lo que más te gusta del Perú?
La gran cantidad de organizaciones de derechos humanos de base que a través de propuestas claras le plantan cara a los retos que implica la construcción de una sociedad tan compleja como la peruana. También la manera cómo se articulan a través de coaliciones maravillosas como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
Desde tu punto de vista ¿cómo ves la situación de los derechos LTGBQ en el Perú haciendo una comparación con otros países de la región?
Desde el punto de vista del disfrute de los derechos humanos la situación es de un atraso doloroso: en el país no se reconocen las uniones entre personas del mismo sexo, ni el reconocimiento de la identidad para las personas trans. Esto último es terrible porque condena a la marginalidad e incluso a la muerte a tantas personas, puesto que del derecho a la identidad dependen otros derechos como la salud, la educación y el trabajo. Ni siquiera están tipificado los crímenes de odio debido a movimientos legislativos que han profundizado la terrible deuda del Estado peruano con los derechos humanos y que afecta no solo a las personas LGBTI: una sociedad donde reina la homofobia y la discriminación es una sociedad que se empobrece en todo su conjunto. Sin embargo desde el punto de vista del activismo el panorama es positivo: cada vez somo más quienes luchamos en la construcción de un Perú libre de homofobia en el que el Estado cumpla con sus obligaciones internacionales.
Yo llegué directamente en marzo para asumir mi trabajo en Amnistía Internacional Perú y me adapté inmediatamente. Acepté este reto y me vine desde España precisamente porque ya conocía el país y me gustaba mucho la idea de trabajar aquí y ahora: estamos viviendo un momento histórico de cambios importantes a favor de los derechos humanos en el que las personas están tomando las riendas de su futuro y ser parte de eso es emocionante. La marcha del orgullo cada vez está más nutrida y demostraciones como #NiUnaMenos son masivas. Estamos en un punto similar al de los Estados Unidos previo a la conquista de los derechos civiles. No hay mejor lugar en el mundo para estar en estos momentos.
¿Qué es lo qué más te gusta del Perú? ¿Tu comida peruana favorita?
Su gente y sobre todo sus activistas y personas defensoras de derechos humanos. El lomo salteado me encanta, sobre todo los de un chifa que está cerca de las oficinas de AIP.
¿Cuál dirías que es tu filosofía de vida?
Los derechos humanos son el pilar de mi razonamiento moral. Yo creo que todos necesitamos creer en algo y yo creo en los derechos humanos.
¿Cómo fue tu proceso de visibilidad? ¿Cuál fue la reacción de tus padres y hermanos?
Salí del closet a los 19 pero ya de antes progresivamente fui compartiendo mi manera de ser en la medida que la iba descubriendo. El apoyo familiar fue total. Además construí una vida entorno a ello y me independicé muy rápido. No me puedo quejar pero también estoy consciente de que no todas las personas tienen las mismas oportunidades y eso es una lástima. Se podría decir que vengo de una familia de mente abierta pero ese puede no ser siempre el denominador y es algo que debemos entender. Muchas personas LGBTi terminan en la calle por el rechazo familiar, sin embargo el Estado tiene ahí un rol fundamental que no está cumpliendo. El de educar a la sociedad para que este tipo de cosas no pasen. Necesitamos educación con enfoque de género en las escuelas para acabar con el machismo y eso es responsabilidad del Estado quien tiene la obligación de invertir los recursos que sean necesarios para romper con los patrones culturales nocivos para el disfrute de los derechos humanos.
¿Qué significa para ti ser un hombre visiblemente gay?
La libertad de poder ser como soy; sin embargo debemos respetar el derecho a la privacidad de quienes no se sientan preparados para dar el paso.
¿Cuándo fue tu primera marcha del orgullo?
Fue en Caracas hace mucho tiempo. Había muchísima gente y una gran sensación de alegría y "orgullo", que es una palabra importante. Orgullo significa que no nos avergonzamos de ser como somo y eso sentíamos, mucho orgullo y se siente muy bien. Caminamos con la frente muy en alto.
¿Es Venezuela un país más abierto con el tema LTGB? ¿Cómo es la comunidad gay?
No. Venezuela se enfrenta a los mismos retos de Perú y las autoridades en las últimas dos décadas no han hecho nada a favor de los derechos sexuales y reproductivos por promoverlos, protegerlos o respetarlos; al contrario, al igual que en Perú han habido retrocesos.
La comunidad gay venezolana en cambio está bien articulada aunque si tuviera que compararla con la peruana no es tan visible. La actual crisis de derechos humanos que se vive en Venezuela complejiza el panorama y hace que las organizaciones LGBTI tengan que centrarse mucho en el problema de la violencia armada y la falta de tratamientos contra el VIH. Muchas personas están afectadas. Hemos perdido décadas valiosas de avances que nos han dejado junto a Perú en la cola de los derechos sexuales y reproductivos, porque comparativamente la región en su conjunto ha avanzado muchísimo (incluso en países que históricamente se consideran conservadores, como Chile, Colombia y México), en cambio nosotros en el atraso total, junto a Bolivia y Paraguay. Es una cosa muy triste.
¿Ves a la comunidad LTGBQ peruana cohesionada?
Es un movimiento diverso en el que por supuesto siempre van a existir diferentes puntos de vista pero más allá de eso me parece que sí. Es muy rica y heterogénea y al mismo tiempo se une en bloque de cara al resto de la sociedad y están consiguiendo impacto y visibilidad.
¿Si tuvieras que comparar a Venezuela con el Perú en el plano de la diversidad sexual que me dirías?
Ambos son países con una cultura de diversidad en los que las personas LGBTi cumplen un papel fundamental en la construcción de sus sociedades incluso a pesar de los muchos obstáculos que encuentran a la hora de disfrutar de sus derechos. No hay diferencias.
¿Te has sentido discriminado de alguna forma?
Sí. Yo creo que ninguna persona LGBTI está exenta de eso, incluso los que podríamos creernos más privilegiados, pero lo peor que podemos hacer es echarnos a morir. Debemos luchar contra la discriminación con energía y sin amargura.
Eres un hombre felizmente casado, ¿cómo se conocieron, cuánto tiempo juntos, cómo fue la ceremonia? ¿Les gustaría tener familia? ¿Se muestran como tales en los espacios públicos?
Sí, nos conocimos por Internet hace ya 6 años y convivimos desde hace unos 4. Fue una ceremonia sencilla en España, en San Juan de Alicante y nos tomamos fotografías en una colina famosa donde las personas que ni siquiera conocíamos gritaban "¡Que vivan los novios!". Fue un momento muy emocionante. Sí nos gustaría tener una familia, estamos pensando en adoptar, y sí somos muy visibles: caminamos todo el tiempo de la mano, nos presentamos como "esposo".

En mi caso mi esposo ha sido un compañero de luchas: lucha a favor de los derechos sexuales y reproductivos y lucha a favor de muchos otros derechos. Eso no has unido y nos ha brindado valores de respeto y tolerancia que a la vez que exigimos los vivimos hacia dentro en nuestro día a día.
¿Tienes algún icono o algún personaje gay que te haya inspirado?
Sí. Me gusta mucho RuPaul. Es un hombre gay abiertamente homosexual que ha asumido con mucha alegría y desde su trabajo la promoción de los derechos de las personas homosexuales con una perspectiva de total orgullo y además con un grandísimo éxito que trasciende las fronteras.
¿Más gente debería salir de closet, no para cambiar los prejuicios y estereotipos?
Sería útil pero es una decisión personal. Debemos aplaudir a cada quien que con coraje da el paso pero no debemos presionar a quienes nos parece que lo son pero no quieren dar el paso. La visibilidad en todo caso es fundamental.
¿Alguna película gay en especial? ¿Algunos autores o géneros favoritos en cine o literatura?
Me gusta mucho el documental Paris Is Burning: Muestra la cultura gay norteamericana como una fuente de creación. Me encanta el trabajo de Amélie Nothomb por su profunda individualidad aunque no es una autora de contenido LGBTI, Disfruto mucho de las películas de terror, de los documentales y de la narrativa contemporánea. Me he animado a escribir yo mismo una novela que espero alguna editorial peruana se anime a publicar!
¿Cómo te ves en diez años en lo personal y profesional?
Le tengo un miedo irracional a envejecer y no me gusta pensar tanto en el futuro. Soy más de vivir el día a día y para mí no hay proyecto más importante que el último en el que estoy trabajando, en este caso: motivar y modelar el activismo destacado y valioso de Amnistía Internacional Perú con una perspectiva estratégica a la búsqueda de impacto a favor de los derechos humanos y un fortalecimiento del movimiento.
¿Cuál es tu red social favorita, cómo te manejas con tus followers?
Twitter. Soy muy interactivo: Me gusta escribir lo que pienso, compartir información pero también sentir el pulso de la opinión pública a través de él e intercambiar con las demás personas. Educar y aprender y también divertirme. Twitter es magnífico porque trata de ideas y pensamientos.

¿Cuáles son tus pasatiempos qué haces para divertirte cuando no estás trabajando?
Voy al gimnasio, al cine, veo muchas películas y cuando puedo leo libros (lo que pasa es que mi trabajo me exige leer muchísimos informes y políticas por lo que a veces leer no es lo que más me provoque en mis tiempos libres a pesar de que me gusta mucho leer).
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