ZEUS VARGAS en primera persona: "Follar es un placer"

"FOLLAR ES UN PLACER"

Por Juan Carlos Herranz

Zeus Vargas protege su trabajo en lugar de enjuagar sus lágrimas ante los improperios de despojos humanos quienes; además de egoístas e hipócritas, quisieran ser protagonistas de su impresionante historia. A la gente le gusta su trabajo porque tiene una personalidad arrolladora, un hermoso cuerpo, una mirada que quita el aire al mejor postor y, sobre todo, porque ha labrado la tierra y ampliado su camino en el horizonte con arados de madera y cargándose mil y un bulto a la espalda hasta llegar a ser una de las principales estrellas de la productora Macho Factory —–puntualiza que está abierto a contratación con cualquier otra empresa porque no se casa con nadie—–. En su opinión, los fanatismos que más debemos temer son aquellos que pueden confundirse con la tolerancia, por eso este actor se desnuda sin escrúpulos, ya no solo ante las cámaras —–enseguida se excitan porque está buenísimo—– sino ante la sociedad actual. Toda tolerancia llega a ser, a la larga —–de tamaños, colores y sabores entiende mucho—–, un derecho adquirido, por eso ha sabido ocupar su trono exclusivo en el difícil mundo de la industria pornográfica. El propósito primario de la cultura —–en todo su esplendor y a través de cualquier profesión—– es hacer de nuestras mentes un lugar de esparcimiento y fantasía para los escasos momentos de ocio.

Zeus Vargas conquista horizontes mientras menea las almas de profesionales que comparten con él un gusto exquisito por el arte de follar. Campechano y disoluto sin límites, este atractivo español reside en Alemania con su inseparable marido. Sólo respetando su vida personal ha logrado el respeto de su cada vez mayor número de fans. El año que viene anuncia nuevos proyectos para los amantes del género. Quizá se presente como esa pompa de jabón que nos haga estallar mucho antes de lograr acariciar su piel. El intenso temperamento que traspasa su inquietante mirada y preciosa sonrisa, asciende al Olimpo de los Dioses del sexo —–desde el cauce por el que discurre su propia existencia—–, como el agua limpia: gastando lentamente la piedra e invadiendo nuestros corazones y más ocultas perversiones. El valor espera en casa de los cobardes; el miedo va a buscar a sus víctimas, la valentía de esta figura del porno se enfrenta a la prudencia, la intolerancia y los falsos héroes. Éxito es el nombre de los errores, por ello este gran artista pone toda la carne en el asador en cada producción, en todos y cada uno de los magníficos polvos que se pega, con sus potentes compañeros de reparto, a la salud de los homófobos que cada día se masturban pensando en su piel. Un comienzo bestial que siempre les deja la miel en los labios antes de comenzar a seguir lanzando improperios contra sus semejantes para esconder sus propias vergüenzas. Talentoso es aquel que hace historia. Leyenda quien ayuda a corregirla, aunque sea desde una puta cama.

-         ¿Cuándo decidiste dedicarte a la industria pornográfica?

Decidí dedicarme a la industria pornográfica tras conocer a un chico con quien mantuve relaciones sexuales. Él era un actor muy famoso en el porno y, tras el encuentro, me aseguró que tenía cualidades para dedicarme a ello. Me animó a presentarme a un casting y acepté una primera entrevista con su jefe. Me dieron de inmediato mi primera escena para comercialización exclusiva en países del este de Europa y, desde ese momento, comencé a desarrollar mi profesión como actor para adultos.

-         ¿Cómo nace una estrella porno?

Las estrellas están en el cielo —–asegura con firmeza—–. Prefiero decir que somos artistas del sexo o actores para adultos. Cada un@ de nosotr@s nacemos de un vientre diferente por lo que nos forjamos, sobre el fuego ardiente, a nuestro ritmo personal. Lento pero sin pausa, espero poder llegar a ser reconocido por el público en general. Mi trabajo se prepara a fuego lento, por eso siempre estoy estudiando nuevos proyectos que me proponen dentro y fuera de la industria pornográfica. Jamás he tenido prisa por ser famoso pero jamás he sentido que haya nacido para ser uno más. ¡Zeus Vargas va a por todas! —–exclama con denotada ilusión.

-         ¿Qué sientes cuando te entregas a un desconocido?

Siempre que mantengo relaciones sexuales con alguien que no conozco siento mucho placer —–responde sin andarse con rodeos—–. No me va la gente absurda que confunde amor con follar. ¿Qué siento cuando me entrego a un desconocido? —–Reafirma su contestación—–: Follar es un placer. Los focos y las cámaras hacen su trabajo, yo el mío y cuando terminamos el rodaje de la escena regreso con mi marido. Lo que tengo claro es que no soy asexual y disfruto mucho mi trabajo.

-         ¿Cuáles son las diferencias más notables entre el servicio público que ofrece un actor reconocido como tú y el que ofrece un chapero a pie de calle?

No existen diferencias en cuanto al hecho de negociar con el cuerpo. Yo vendo mi arte, mi esencia corporal y mi cuerpo a cambio de un contrato profesional con una productora. Las producciones, eso sí, permanecerán años en las redes sociales —–por lo que recibirá la caché pactada—–, mientras que un chapero de a pie, de calle, sólo ambiciona sexo por dinero rápido.  Reconozco que, a raíz de dedicarme a rodar películas pornográficas he logrado tener mi propia agenda de clientes que me ofrecen unos ingresos económicos extras. Aun así, me considero artista del sexo por encima de un medio para servicios carnales.

-         ¿Dónde queda la dignidad en tu vida personal después de rodar?

Persona digna, personaje vicioso; eso es lo que soy. Siempre llevo mi dignidad puesta; lo único que cuando voy a un rodaje la dejo colgada en la puerta del baño. Me gusta ducharme después de rodar con varios tíos y volver a ser un hombre normal. Una rosa blanca de metal —–ríe a pleno pulmón—–. Me gusta presumir de ser quien y como soy. Para mí es un privilegio haber hecho infinidad de largometrajes con grandes artistas del sexo quienes, en ningún momento, me han hecho perder mi dignidad como ser humano o viceversa. La sociedad es hipócrita porque sabemos que existen más putos en la calle que en una película pornográfica. Quien lo niegue que tire la primera piedra y esconda la mano si se siente feliz.

-         ¿Qué te molesta más cuando las voces críticas se ceban con el sacrificio que supone grabar una película para adultos?

No me molestan esas voces ignorantes —–utiliza expresiones cultas—– y no hace daño quien quiere sino quien puede.  Me hago a la idea de que pertenecen a pobres incultos, voces frígidas e impotentes que no tienen ni puta idea por lo que —–actores y actrices pornográficos—– tenemos que pasar para que ell@s se masturben y lleguen al orgasmo en la clandestinidad. Pongo por ejemplo que la mayoría de los hombres que consumen pornografía gay son heterosexuales que desean clavártela o ponerse con el culo en pompa. Me parece muy triste que la vida de un ser humano pueda ser tan efímera como reprimida. El ser humano es efímero y reprimido. Desde tiempos de la prehistoria las relaciones sexuales no dependían de una condición artificial. La Edad Media es una época donde los idiotas lograron convencer a la gente inteligente y con dos dedos de frente.

-         ¿Existe amor para ti después de protagonizar uno de tus largometrajes pornográficos?

Nunca me he enamorado de ningún compañero de trabajo —–guiña el ojo a su marido con absoluta complicidad—–. Otra cosa es que alguno me haya gustado y hayamos prolongado la relación sexual más allá de la ficción. Siempre me apunto a follar cuando sé que nadie me va a decir corta o cambia de posición. De ahí a que yo sienta amor existe una gran diferencia: donde tengas la olla, no metas la polla —–habla de las relaciones sexuales con la misma naturalidad que si estuviese hablando de un partido de fútbol—–. Jamás me enamoraría de un compañero de reparto.

  

                  ¿Cuáles son tus metas en la vida?

Acostarme satisfecho —–asegura parco de palabras—–. ¿Para qué enrollarme con planes de futuro pudiendo ser feliz día a día? Me conformo con levantarme, cada mañana, y ver la luz del sol resplandeciente. La gente está olvidando que las cosas realmente valiosas de la vida no tienen un precio definido porque son tesoros al alcance de todos. Yo hago sexo por dinero, por dar servicio, por tener mi nevera llena… pero siempre he caminado en la vida pisando fuerte… ¿Cuántas veces hemos dedicado nuestro tiempo a escuchar las olas del mar en nuestra playa favorita? —–Sorprende el giro de sus declaraciones—–. ¡Valoramos tan poco la vida!

-         ¿La sociedad es tan hipócrita porque folla poco y disfruta más jodiendo a sus semejantes?

Un sector de la sociedad es absurdo porque es infiel al amor y consume productos pornográficos mientras nos critican a las personas de mente abierta y/o liberales. La mayoría de esa gentuza critica a sus semejantes porque sus vidas están vacías y no valen ni para echar un buen polvo. Considero a ese sector de la sociedad como un trozo de mierda que si no fastidiase al prójimo nadie se daría cuenta de su existencia. Nuestras vidas y nuestros cuerpos no les pertenecerán jamás y siempre haremos lo que nos dé la gana —–habla molesto—–. Si los reprimidos se dedicasen a amar y follar bien, dejarían de joder al prójimo. Lamento que mis declaraciones puedan parecer soeces pero ya es hora de hablar alto y claro. Somos personas. Somos corazones. No somos desequilibrados como est@s descerebrad@s.

-         ¿Consideras que el mundo actual va de culo?

Sí; estoy convencido de que la sociedad actual está tan amargada que terminará desprendiéndose por el precipicio hacia el infierno. Ya no solo porque muchos pongan el culo y luego intenten ocultarlo. Basta con encender la televisión y ver que el Telediario es una verdadera y vergonzante película de terror.  El ser humano se ha deshumanizado.

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