DragSpectacular: NIKITTA MIAMI
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DragSpectacular por Juan Carlos Herranz
Las nuevas generaciones de artistas llegan a los
escenarios pisando muy fuerte; bien preparadas y con ganas de tomar el relevo a
los actuales maestros de las tablas. La empresa se presenta con dificultades
pues, dada la gran profesionalidad de sus antecesor@s, el trabajo y el
sacrificio entre bambalinas se multiplica hasta límites insospechados. El
público exige calidad en el espectáculo y al creativo, cuando menos, verdadera
vocación. Nikitta Miami reúne todas
las actitudes y aptitudes para convertirse en toda una Drag Queen a pesar de
sus 23 años de edad. Tiene las cosas muy claras, la cabeza bien amueblada y un
amor al mundo artístico que nada tiene que envidiar a las actuales reinas del
cabaret. Cautiva desde sus tacones y sus espectaculares vestidos con un glamour
magnífico. Pragmática y sofisticada, Nikitta
Miami muestra sobrada perspicacia ante el venerable que acude a disfrutar
su sorprendente puesta en escena. Desde su corazón hace saltar al público —–en nubes de risas y con delicadeza—– para que olviden las angustias
provocadas por una sociedad que no siempre se muestra tolerante. Y es que
estamos siendo testig@s del posible nacimiento de un gran monstruo escénico.
Compagina su pasión artística con su trabajo como peluquera de personajes tan
conocidos como Rosa Benito; pero a Nikitta
Miami lo que de verdad le gusta es darle sonido a los truenos de la vida:
“Me
considero un artista que no tiene por qué definir su sexualidad. Ni soy
heterosexual ni homosexual ni lesbiana ni intersexual ni bisexual ni cualquier
otro término que haya sido creado durante la Edad Media por cuatro chalados.
Sobre el escenario soy Nikitta Miami y se acabó. Más allá de mi vida
profesional soy yo. Quien piense que un artista de cabaret, una Drag Queen o un
transformista se dirige a un público determinado está muy confundid@. A mis
espectáculos no se le pregunta a nadie por su opción sexual. El arte no tiene
sexo”.
Estamos en el siglo XXI. Sobran palabras para
presentar a esta joven estrella. Nos queda claro que tras la acción siempre
llega su reacción. Señores y señoras. Damas y caballeros… con ustedes… ¡Nikitta Miami!
-
¿De
qué manera descubriste tu vocación?
Desde
que tengo uso de razón he sentido curiosidad por el cabaret, las Drags Queens y
los transformistas. Una noche un amigo me mostró el mundo de los escenarios y
me lancé a ellos más convencido que nunca.
-
¿Te resultó fácil decir eso de mamá quiero ser Drag Queen?
He tenido la gran
suerte de tener una madre que siempre ha apoyado a su hijo sin miedo a lo que
la sociedad pudiese opinar. No solamente me resultó fácil sino que además me
sentí comprendido.
-
¿Cuáles
son los mayores obstáculos que os encontráis las nuevas generaciones de
profesionales?
Obstáculos existen muchos —–como en casi todos los aspectos de la vida—–, pero quizá el mayor, a mi parecer, sea que existe
un número exagerado de personas que aseguran ser artistas de cabaret, Drags
Queens o transformistas. Un artista nace o se hace pero siempre tiene que
sentir lo que transmite al público.
-
¿Existe
compañerismo entre las Drags Queens?
No
—–afirma con rotundidad—– Pocas son l@s compañer@s que te
tienden la mano o te ayudan a alisar esos obstáculos que encuentras en los
inicios. Un@s porque van a lo suyo y otr@s porque temen el cambio generacional
sobre las tablas; el caso es que no encuentras de manera fácil esa mano amiga
que esperas en tus comienzos profesionales.
-
¿Consideras
que tu trabajo está bien valorado por la sociedad actual?
En
mi opinión y desde mi propia experiencia, creo que se valora mucho más fuera de
los circuitos LGTBI que dentro de núcleos culturales o reivindicativos como
Chueca, Barcelona o Torremolinos.
-
¿Qué
tipo de público acude a los espectáculos de Nikitta Miami?
A
mí me sigue hasta Tutankamon a través de Skype o videoconferencia. Me considero
una Drag Queen apta para todos los públicos y situaciones. Unas veces soy fina
como las burbujas del cava, y otras veces más bestia que la mujer del Yeti con
taconazos y peluca. Me encanta hacer reír a la gente y pasarlo bien alejados de
todos los quebraderos de cabeza que tenemos en esta vida.
-
¿Se
sigue viendo al Drag Queen o al transformista como un artista dirigido a un
público determinado?
Si
te refieres a que si somos artistas para gays, lesbianas, bisexuales,
transexuales o intersexuales o personas con dos cabezas… mi respuesta es que
no. Al teatro, al cine o a una discoteca no se va a pene o vagina descubierta.
Se acude a disfrutar de un buen rato en compañía de tus amigos o amigas. ¿Por
qué tenemos que pensar en blanco y negro con lo bonito que es un arco iris?
¿Qué pasa, que el arte tiene sexo? Como soy mujer casada con niños no puedo ir
a disfrutar con mi marido de Nikitta Miami… ¡Por favor, que estamos en el siglo
veintiuno! Dejémonos de tonterías. Arte es arte.
-
¿Cómo
animarías a la gente a que disfrute y se divierta con tu espectáculo como lo
hacen cuando acuden al teatro, al cine o a cualquier otro tipo de evento
cultural?
La
amplia mayoría de la gente está cansada de lágrimas, crisis e impuestos. Creo
que saben cómo animar sus almas sin que nadie les indique el modo de hacerlo.
Ell@s disfrutan cada momento lo que las nuevas y veteranas generaciones de Drags
Queens les ofrecemos desde las tablas. Todo lo que nace del corazón llega a los
demás corazones.
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