LETRAS INDÓMITAS CON JUAN MAIRENA: siempre me han interesado los temas de identidad y diversidad sexual.
Inquietud, indignación y, sobre todo, cansancio. La gente empieza a estar harta de tanta crisis apocalíptica. ¿Es que el mundo se ha vuelto loco? La pandemia, Filomena (la tormenta de nieve que arrasó Madrid el año pasado), el volcán Cumbre Vieja que, a pesar de encontrarse a dos mil kilómetros de Madrid, lo vivimos como si estuviera en Móstoles. Y ahora, la invasión de un loco (muy hijo de su nombre) cuyas consecuencias no nos atrevemos a imaginar.
¿De qué forma personal te ayudó la pandemia, qué cosas nuevas de ti mismo descubriste?
Descubrí muchas cosas buenas, como la solidaridad de la gente y el tremendo esfuerzo que algunos profesionales tuvieron que hacer para salvar nuestras vidas. Pero también descubrí cosas malas, como el enfrentamiento de una sociedad fragmentada que no ha superado todavía los estigmas de la guerra civil y una dictadura demasiado larga. Esto me produce una profunda tristeza. Creíamos que la pandemia nos haría mejores personas, pero todavía no estamos preparados, no hemos alcanzado la madurez suficiente para estar unidos cuando las circunstancias lo requieran.
Sin lugar a dudas la caída de Franco, los estudios culturales, la conformación de un estado laico y la apertura hacia la igualdad de derechos en tu país hizo que la diversidad en la literatura llegue para quedarse, ¿consideras que existen otros fenómenos culturales que hicieron posible esto? ¿cuál ha sido la evolución de la literatura LGBTIQ española si es que podemos nombrarla así?
No soy experto en la materia, pero me atrevería a decir que, a nivel cultural, hubo fenómenos que influyeron en la apertura de la sociedad y, probablemente, en la formación de muchos escritores y escritoras, a la sazón niños o jóvenes, que hoy se dedican a la literatura LGTBIQ. Aunque para algunos resulte difícil de creer, uno de esos fenómenos fue "La bola de cristal", un programa infantil de televisión, presentado por cantantes como Alaska o Javier Gurruchaga, que acabarían convirtiéndose en iconos LGTBIQ. Por otro lado, tras la muerte del dictador, empezó a surgir referentes como Federico García Lorca, un autor hasta entonces vetado por la dictadura, o Luis Cernuda y otros autores que tuvieron que ocultar su condición durante el franquismo. Ya en los ochenta, empezó a abrirse camino la literatura abiertamente homosexual y aparecieron figuras como Álvaro Pombo, Vicente Molina Foix o Luis Antonio de Villena. En el teatro de los noventa, destaca el dramaturgo Juan García Larrondo, quizás el autor más representativo de la literatura dramática LGTBIQ española, con obras maravillosas como "El último Dios", "Margarita aparece ahogada en una cesta" o "Noche de San Juan". Y en la actualidad, la literatura LGTBIQ triunfa entre los libros más vendidos de la mano de Nando López, un autor de literatura juvenil cuya obra "La edad de la ira", éxito literario y teatral, acaba de estrenarse estos días como serie de TV.
Aunque tu carrera o profesión es la de periodista y politólogo, ¿siempre supiste que deseabas dedicarte al arte de alguna forma?
No sé si lo sabía, creo que no, pero el arte me ha acompañado toda la vida. Cuando era niño hacía teatro de títeres con mi hermano gemelo. En la escuela me entretenía escribiendo poesías en vez de ponerme a estudiar. Y en la adolescencia comencé a pintar, ganando incluso algunos premios en esa época. Pero al arte propiamente dicho no me dedicaría hasta mucho tiempo después. De hecho, solo llevo diez años escribiendo y dirigiendo teatro. Antes había hecho alguna incursión en el relato o en la novela, pero al ver que no conseguía vivir del cuento, decidí probar con el teatro, que no me da para vivir, pero me da la vida.
¿Qué te llamó la atención del periodismo y de las ciencias políticas?
Mi vocación periodística la descubrí haciendo un programa de radio en la emisora local de mi pueblo. Descubrí que me gustaba comunicar y decidí hacer las maletas y venirme a Madrid a estudiar Periodismo. La carrera de Ciencias Políticas la hice porque me gustaba la política internacional y, en aquel momento, creía que me debía especializar en algún tema concreto. No me interesaba la política como profesión, pero sí todo lo que tenía que ver con las relaciones internacionales.
Hablábamos acerca de que no todos los que se dedican al arte pueden vivir de ello salvo algunas excepciones, ¿también es tu caso cierto?
Así es, la mayoría de las personas que se dedican al arte, al menos en el mundo del teatro que es donde me muevo, tienen que realizar otros trabajos para sobrevivir. Tan solo unos pocos actores, que tienen además la suerte de hacer cine y televisión, pueden vivir de su profesión. Y lo mismo ocurre con autores y directores de teatro que, aunque en países como Alemania o Reino Unido están más valorados, en España han de ejercer como docentes, en el mejor de los casos, para poder vivir.
¿Cómo ha sido tu viaje personal por el tema de la diversidad e identidad a lo largo de tus 46 años? Somos de otra generación y es que ahora presenciamos y vivimos un mayor espectro de diversidades y formas de vivir y ejercer la sexualidad, de nombrarla.
Personalmente, y sobre todo como escritor, siempre me han interesado los temas de identidad y diversidad sexual. Entre otras cosas porque siempre he creído que para entender el mundo debemos empezar por entendernos a nosotros mismos, saber quiénes somos. No podemos entender al otro si no sabemos quiénes somos nosotros en realidad. Solo de esa manera podremos aceptarnos y aceptar a cada persona en su individualidad. Y yo estoy todavía en ese proceso de autoconocimiento. En España hemos avanzado mucho, sobre todo a partir de la aprobación del matrimonio igualitario, que es el mayor logro alcanzado en nuestro país en el camino hacia la normalidad. Otro de los grandes logros de esta generación ha sido la visibilidad. Ahora hay referentes LGTBIQ en ámbitos como la música, el cine, la literatura, la política o el deporte, algo que me parece fundamental para la normalización.
Por otro lado, es cierto que ahora hay un mayor espectro de diversidades que quizás cree algo de confusión. Mucha gente piensa que todo esto es una invención o una moda. Yo creo que siempre han existido todas estas formas de sentir y vivir la sexualidad, pero hasta ahora no le habíamos puesto etiquetas, probablemente, porque al tratarse de un tema tabú, nadie hablaba de ello. No sé si las etiquetas son buenas o malas, pero, en un principio, me parecen necesarias en la medida en que nos ayudan a entender un poco mejor a las personas.
¿Cada que tiempo regresas a Huelva, qué es lo que más te gusta de tu ciudad? ¿Cómo fue tu vida cuando niño y adolescente, porque me dijiste que dejaste tu pueblo para estudiar en la ciudad?
Pues ahora voy menos porque, aunque sigo teniendo familia allí, ya no viven mis padres. En cualquier caso, suelo ir en verano y nunca falto para Navidad. Mi infancia y adolescencia fue muy feliz, ya que tuve la suerte de nacer en un ámbito rural, y no hay nada mejor para un niño que jugar y crecer en plena naturaleza. Además, estábamos muy cerca de la playa, donde pasé momentos muy felices con mi familia.
Acerca de tu faceta de dramaturgo con casi 14 obras escritas y 4 obras dirigidas ¿Cómo ves tu evolución aquí, cuáles son tus metas u objetivos en esta faceta tuya? ¿Cuáles son las obras que han significado un desafío personal desde el punto de vista artístico o personal?
Estoy muy contento porque nunca pensé que llegaría a estrenar o publicar una obra de teatro y ya llevo unas cuantas. La verdad es que nunca me he creado demasiadas expectativas ni me gusta hacerlo, no me pongo metas ni tengo prisa, solo quiero vivir el presente y hacer lo que más me gusta, que es escribir. La dirección me divierte, pero es una tarea muy dura y, en principio, quiero dedicar más tiempo a escribir que a dirigir.
La obra que más ha significado para mí y a la que tengo más cariño es "Cerda", por ser mi primera obra larga, por la gente con la que trabajé, por el maravilloso lugar en el que tuve la suerte de estrenarla, por el momento en que lo hice, por ser la primera obra que estrené fuera de España y por todas las alegrías que me dio.
¿Qué significó para ti ganar un premio tan importante como el de Francisco Nieva?
Cualquier premio es importante si ayuda a dar a conocer tu obra, pero este es mucho más importante para mí porque lleva el nombre de la persona que me animó a escribir teatro, el dramaturgo al que más admiro y al que considero mi maestro. Este premio, de alguna manera, nos ha vuelto a unir, esta vez para siempre. Y eso me hace muy feliz.
Lo más reciente ha sido descubrir la poesía y lo haces con una fina sensibilidad. ¿De qué forma empezó, te gustaría publicar un libro de poesía? ¿Algún autor que admires o cuya obra te haya inspirado? ¿A qué le escribes, en qué momentos o bajo qué circunstancias encuentras la inspiración?
Aunque había escrito alguna poesía durante mi infancia y juventud, la poesía la descubrí realmente con Gloria Fuertes, una de las mejores poetas de nuestro país, a la que tuve la oportunidad de conocer y acompañar en recitales poéticos a mediados de los noventa. Gloria ha sido mi gran inspiración para muchas cosas, pero nunca antes me había atrevido a escribir poesía, tal vez porque no me sentía capacitado o no encontraba el momento para hacerlo. Pero un día de pandemia, empecé a escribir poesía y ya no pude parar.
En esta nueva faceta también me siento muy afortunado ya que, en unos meses, sale mi primer libro de poemas, mucho antes de lo que hubiera imaginado. Escribo sobre la vida, sobre el amor y sobre mí mismo. Lo hago para conocerme mejor, para intentar entender el mundo y por el puro placer de jugar con las palabras.
¿Qué tanto te ha ayudado la poesía a descargar los desamores, los desencuentros y las frustraciones de tu vida? ¿Es siempre el mejor lugar para liberarse de todo?
Pues al llegar tan tarde a este campo (como a casi todo en mi vida), no he tenido la oportunidad de descargar todas esas frustraciones, pero siempre es un buen lugar para liberar lastre y volar ligero. ¡Y a mí me encanta volar!
¿Cuál es tu proceso de creación dramatúrgica, necesitas de algún momento especial o de ciertas condiciones?
En mi caso tengo un lugar, un rincón especial para crear. El momento no se sabe, pero, como decía Picasso "cuando llegue la inspiración, que me pille trabajando". En cualquier caso, antes de empezar a escribir necesito encontrar algo que me conmueva y dejarlo reposar. Después empiezan a surgir imágenes, frases o diálogos de personajes que ellos mismos empiezan a susurrarme al oído y que necesito apuntar en ese instante para que no se me olviden. Siempre he pensado que, en ese acto íntimo de contar historias, el autor no es más que un mero instrumento, una especie de médium que se limita a transcribir lo que los personajes le dictan.
¿Cuáles son esos hitos que desde tu perspectiva consideras significativos para la diversidad LTGB diez años después del triunfo de la igualdad en España?
Pues, desde que se aprobó el matrimonio igualitario en 2005, el hito más significativo en nuestro país ha sido la aprobación de la ley trans que, entre otras cosas, facilita la filiación de hijos de lesbianas, la reproducción asistida a personas con capacidad de gestar y sanciona las terapias de conversión. Este ha sido el mayor hito en nuestro país en los últimos años gracias a la llegada al poder de un gobierno progresista. Por otro lado, estamos viendo como el avance de la ultraderecha está intentando acabar con los derechos LGTBIQ que tanto esfuerzo ha costado conseguir.
¿Cómo vives el mes del orgullo en Madrid?
Con mucha normalidad. La verdad es que no suelo participar en las fiestas, pero sí en actividades teatrales o musicales programadas durante este mes.
¿Qué tipo de libros te gustan?
Leo un poco de todo, novela, poesía, ensayo, pero lo que más me gusta es el teatro, que también se lee. Y, afortunadamente, es un sector en crecimiento, cada vez son más las editoriales que se dedican a publicar teatro, al menos en nuestro país.
¿Alguna película o personaje de ficción favorito?
Mi película favorita es "All about Eve" y mi personaje de ficción favorito puede ser Margo Chaning, interpretado por Bette Davis en esa misma película, o Norma Desmond, interpretado por Gloria Swanson en "Sunset Boulevard".
¿A quién admiras?
Aparte de la gente a la que he citado, admiro mucho a Juan Mairena, mi padre. Y a tanta gente del mundo del cine, la música, el teatro y la literatura que no cabría en esta entrevista. Pero ellos y ellas lo saben, saben muy bien cuánto les admiro.
¿Cuáles son los prejuicios o estereotipos que todavía te cuestan desterrar o que nos cuesta?
Todos los relacionados con el machismo. Es nuestro peor enemigo, lo llevamos dentro todos y todas porque hemos crecido con él. Va a costar mucho eliminarlo para siempre, pero no pararemos hasta conseguirlo.
La cultura queer o temática gay también ha estado marcado por ciertos estereotipos como por ejemplo uno de ellos la imagen hipersexualizada ¿estamos todavía demasiado erotizados? ¿te has considerado alguna vez un hedonista?
La imagen hipersexualizada supongo que es consecuencia de la liberación de un colectivo que ha estado demasiados años reprimido sexualmente. También es una forma de protesta, de hacerse visible y reclamar un espacio que siempre se le ha negado.
Yo me considero un hedonista del buen comer y de todos esos pequeños placeres que me ayudan a ser feliz. Puedo estar a dieta, pero siempre me doy pequeños caprichos que considero necesarios para vivir con alegría.
Desde ya estás invitado a Perú y conocer este lindo país ¿qué sabes de la cultura peruana?
No mucho la verdad, pero, para no quedar del todo mal y hablando de buen comer, te diré que adoro el ceviche, un buen lomo saltado, el ají de gallina, me encanta la causa limeña y un buen pisco sour con su canelita por encima.
Muchas gracias por la invitación.
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