EDITORIAL: LA GENERACIÓN DEL BICENTENARIO PERUANA TAMBIÉN ES LGBTIQ+

Fueron seis días en los que la política peruana se vio convulsionada por componendas de ciertos partidos que sólo buscaban tomar el poder para su beneficio propio, tapar sus intereses económicos y cambiar lo avanzando hasta ese momento en temas como por ejemplo la educación. Su objetivo: colocar a lo más extremo de la derecha conservadora en un gobierno de facto promovido desde la vacancia presidencial. No lograron su objetivo, felizmente. Y es que uno de los factores de su derrota se articuló desde la ciudadanía que salió a protestar en un decisivo #TomaLaCalle debido al hartazgo del pueblo peruano. Lamentablemente se perdieron dos vidas, Inti y Bryan, dos jóvenes peruanos que salieron a defender sus derechos. Dos jóvenes de la nueva generación, la generación del bicentenario.

En esta gran marcha nacional que fue creciendo desde la primera noche del 9 de noviembre hasta el sábado 14 de noviembre también flameó junto a nuestra bicolor la bandera del orgullo llevada por activistas LGBTIQ+ de diversos grupos o colectivos. Ahí estuvieron jugandosela por la democracia y sus derechos, ciudadanos de un país en donde sus derechos no son reconocidos plenamente donde todavía no son ciudadanos completos. Sin embargo, se compraron el pleito porque son peruanas, peruanos y peruanes que aman a su país, que forman parte de una nación que busca lograr una sociedad más inclusiva con plena igualdad de oportunidades, desarrollo económico y bienestar común. Porque también quieren hacer y ser país.

Se habla de una generación del bicentenario y los jóvenes LGBTIQ+ del Perú, por supuesto que lo son. Saben que es hora de asumir, de participar, de empoderarse porque sólo de esa forma podrán colocar su voz. Porque la consigna es no quedarse callados. La generación del bicentenario son también los gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, travestis, transgénero, intersexuales y todos, todas y todes que anhelan y harán un 2021 donde el orgullo sea una bandera nacional.  



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