EN PRIMERA BUTACA: LA SUMA DE NOSOTROS
La Suma de nosotros es una curiosa y extraña película australiana estrenada en el año 1994, en la que podemos ver a un muy jovencito Russel Crowe en uno de sus primeros papeles cinematográficos. Dirigida por Kevin Dowling es una comedia dramática que recibió buena acogida por parte del público y premios en el Festival de Montreal: Mejor guión y en el Festival de Sidney: Premio del público.
Hardy (Jack Thompson), es un padre atípico o por lo menos fuera de lo común, un papá súper gay friendly de mente totalmente abierta que no cuestiona para nada la orientación sexual de su hijo Jeff (Russel Crowe), a quien le fastidia eso un poco, aunque no tanto como para darle a la pelea.
La película está basada en una obra de teatro de David Stevens que nos muestra las inesperadas complicaciones que experimenta un joven como Jeff debido a la absoluta confianza de su progenitor. En la película el principal problema de Jeff es que su infructuosa búsqueda para encontrar una pareja que de cierta forma su padre sabotea cuando cree haber encontrado un chico con buenas cualidades (John Polson), quien termina sacando cuerpo al ver la gran aceptación de Harry, pues él por el contrario, debe lidiar con un padre homofóbico.
El filme reúne a estos dos hombres en los diferentes espacios de la casa familiar donde Harry el viudo que trabaja como piloto de un transbordador nos habla frente a la cámara de sus emociones y nos hace testigos de sus vidas, aunque en algunos momentos puede parecer algo desfasado o muy intrusivo, no perturba sobremanera.
En la historia ambos hombres, uno heterosexual y otro gay, buscan el amor aunque sin mucho éxito. No spoilers aquí. La trama es consistente y nos da un plot que pondrá a los dos personajes principales en jaque; sin embargo algunos de los recursos narrativos como el flashback de la abuela de Harry, quien fue lesbiana, nos trata de subrayar que
La suma de nosotros es un filme sencillo, fresco, divertido, con buenas actuaciones, aleccionador en cuanto al mensaje de responsabilidad filial y sobretodo un claro ejemplo de modelo a seguir que deberían ver todos aquellos padres homofóbicos. A fin de cuentas a quién no le gustaría tener un papá casi maravilloso como Harry, aunque demasiado empalagoso para algunos gustos.
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