EL CLOSET ABIERTO EN ESPAÑA CON MANUEL HUERTAS CANTERO: "Luchar, luchar, luchar. Nadie nos va a regalar nada"

El Closet Abierto se fue esta vez hasta España para conversar con el abogado Manuel Huertas Cantero, con quien conversamos acerca de su experiencia en materia de derecho, sobre el tema político, la diversidad y mucho más.
Manuel me cuenta que él nunca tuvo en mente ser abogado. De hecho siempre pensó que se dedicaría a algo relacionado con la biología que, por aquel entonces de más jovencito era su verdadera vocación. Fue a la hora de decidir qué carrera universitaria elegiría cuando su padre entró en escena. "Burgués de clase media como era, me aconsejaba que me decidiera por hacer una formación que en el futuro “me diera de comer” como decimos en España (Ya sabemos cómo está, desgraciadamente, el sector de la investigación en mi país)". Manuel siempre imaginó el derecho como una carrera gris, cuadriculada y farragosa pero aún sin saber todavía por qué, por primera vez en su vida le hizo caso a su padre y se matriculó en la universidad sin grandes expectativas. Me confiesa que nunca se lo agradecerá lo suficiente. Su padre había acertado, Manuel es hasta el día de hoy un abogado comprometido con sus clientes. A medida que iban pasando los años de facultad se fue enamorando cada vez más de una profesión que fue haciendo suya con el único objetivo de la consecución de justicia social, que siempre guió su vida y hacer que esa justicia se imponga en el mayor número de casos posible.
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El derecho y la TV
¿Cómo va tu estudio de abogados?
No me puedo quejar. Siempre he sido muy afortunado en la vida. Aguanté como pasante muy poco tiempo. Apenas estuve algo familiarizado con el cotidiano funcionamiento de la Administración de Justicia decidí dar el salto y montar despacho profesional propio. Desde el principio las cosas rodaron muy bien. Si eres honesto, trabajador, luchador y siempre dices la verdad al cliente (incluso cuando no es lo que quiere oír) al final te lo acaban reconociendo y el boca a boca, es la mejor publicidad que puedes tener. Todo ello con independencia de los muchos casos enormemente mediáticos que he llevado, o de mi aparición y participación en muchos medios de comunicación nacionales, regionales y locales que han acrecentado esa proyección en todo el país.
Canal Sur es un canal de televisión a la que tengo muchísimo cariño, como grandes amigos que allí he podido hacer, magníficos profesionales a los que tengo una gran admiración. Debo decir que cuando han tratado un hecho notorio de mi despacho lo han cubierto siempre desde la mayor rigurosidad y huyendo de cualquier tipo de sensacionalismo. Cuando he intervenido como tertuliano o colaborador o he participado en algún debate lo he hecho siempre desde la más absoluta libertad para defender mi postura y nunca nadie trató de imponerme algún tipo de censura previa o una determinada línea editorial. Debo decir siempre que, en lo que yo he conocido, Canal Sur conmigo siempre ha sido y es, una televisión pública respetuosa con la pluralidad de opiniones y puntos de vista. Es mi casa televisiva. He participado en muchos programas de la misma con grandes profesionales y ahora mismo tengo un proyecto entre manos que me hace muchísima ilusión. También he intervenido en programas líderes de audiencia en La 1 de RTVE, Telecinco, La Sexta TV, Antena 3 y Cuatro TV. De hecho a través de estas apariciones en medios (también en radio y con una columna semanal que tenía en el diario La Opinión de Málaga y numerosas tribunas que escribí para Diario Sur) es donde procuro encauzar el activismo social que siempre he querido hacer: tratando, según el caso, de concienciar a la gente para que denuncie cualquier injusticia de que sea objeto, que no se calle, que busque el amparo de jueces y tribunales que, si bien es verdad que son lentos, al final siempre hacen justicia. Animar a las personas para que luchen y batallen, para que se den cuenta, una vez logrado el resultado deseado, que el que la sigue la consigue y sólo el que se aguanta, es el que de antemano pierde.
Mi caballo de batalla en lo jurídico es ahora lograr una más específica regulación legal estatal que proteja a los usuarios de redes sociales de la nueva delincuencia y de los delitos y abusos que a través de éstas han aparecido en los últimos tiempos.
Y si me preguntas por mis debates semanales sobre política en la actualidad en 101 Televisión, decirte que me lo paso genial sacando mi lado más gamberro y menos políticamente correcto, intentando llamar a alas cosas por su nombre, defendiendo siempre postulados de izquierda pero huyendo de cualquier tipo de dogmatismo y muy contento por las audiencias y el seguimiento que estamos teniendo. Es muy reconfortante que en la calle la gente te reconozca tus intervenciones y te anime a seguir en esa línea.
La política
¿Cómo ves el panorama político de tu país en este momento?
Nos pilla en un momento crítico. El golpe de Estado que los secesionistas han dado en Cataluña y que pretenden culminar el 1 de Octubre puede tener dos posibles consecuencias según cómo reaccionemos los constitucionalistas, y cómo ellos, al día siguiente. Yo entiendo que tiene que prevalecer necesariamente el Estado de Derecho y la legalidad y la Democracia. Si todos, izquierdas y derechas, catalanes y no catalanes lo logramos, habremos hecho un buen trabajo como país y que, con nuestros más y nuestros menos futuros, podremos sentirnos orgullosos de ello.
¿Cómo va todo con @AhoraPlataforma, una plataforma ciudadana de izquierda?
La han impulsado y puesto en marcha, de las mejores cabezas pensantes de que en este momento disponemos en España como Fernando Savater, Félix Ovejero, Félix de Azúa, Andrés Trapiello o Ramón de España; entre otros profesionales muy destacados. Nació el pasado mes de Marzo, y en apenas cinco meses hemos visto avanzar progresiva exponencialmente el número de seguidores en redes sociales, firmantes del Manifiesto Fundacional y asociados a los que nos une sentirnos profundamente de izquierdas pero a la vez huérfanos de un partido político actual al que seguir en tanto que con el panorama con el que nos encontramos hoy en España no nos sentimos identificados ni en las ideas (no ya obviamente las de derechas, sino incluso los que se dicen de izquierdas: PSOE, Podemos-IU, ERC, etc) ni con sus formas ni con sus modos. Gorka Maneiro, con escaño en el Parlamento Vasco en las 2 últimas legislaturas ha sido el catalizador de todo este malestar y, poseedor de muy buenas credenciales en política decidió ponerla en marcha para defender lo que denominamos una “Izquierda Cívica” alejada de populismos, y maniqueísmos y dogmas superados que apueste por la igualdad de todos los ciudadanos de España, en derechos y libertades con independencia del territorio en que residan.
Es importante resaltar eso hoy, cuando atónitos asistimos a la impasibilidad de las derechas, y a la inexplicable equidistancia o ambigüedad de algunas izquierdas ante aquellos nacionalistas que pretenden justificar a través de lo identitario un trato desigual y privilegiado, y por tanto insolidario, respecto a otros ciudadanos del Estado. Ya se vio la claudicación del partido del Gobierno frente al PNV cuando a cambio de su apoyo en los últimos presupuestos generales del Estado se arrimaron muchos más millones de euros tratando (vía cupo vasco) precisamente a una de las más ricas regiones de España en detrimento de las que más pudieren necesitarlos.
El nacionalismo catalán ha venido haciendo el mismo chantaje a los dos grandes partidos gobernantes desde el inicio de la democracia. Pensaban que mimándolo y dándole más de comer lo mantenían dormido sin darse cuenta que éste es insaciable y, a la mínima oportunidad que han tenido se han tornado claramente independentistas sin saberse muy bien aún cómo acabará esto, con el ilegal referéndum secesionista convocado para el 1 de Octubre.
Nosotros abogamos por un respeto absoluto a la Constitución; que si se ha de cambiar se haga; pero para ganar todos en derechos, libertades, igualdad y solidaridad. No precisamente para ahondar y perpetuar diferencias económicas entre unos territorios y otros. Esa es la esencia de la izquierda (llámese si quiere jacobina) que pretendemos recuperar. Estupefactos nos hallamos cuando partidos políticos que se dicen de izquierda, que por definición es universalista, igualitaria, y de clase, miran para otro lado, o no se pronuncian con firmeza en contra, cuando algunos (también desde la izquierda) defienden que unilateralmente y de forma absolutamente ilegal, precisamente las que son las regiones más ricas de España, puedan separarse del resto, decidiendo para ello sólo los habitantes de dicho territorio, por sí, para sí, y sin contar con la opinión del resto de los ciudadanos del Estado a los que también nos afectaría enormemente esa decisión. Hablan de un hipotético derecho a decidir que, visto lo visto hasta ahora, se traduce en un derecho a decidir qué normas legales quiero cumplir y cuáles no, lo cual en un estado de derecho como el nuestro, no puede prosperar. Y en esas estamos, para defender un estado de ciudadanos libres e iguales, social y, sobre todo, solidario.
Parecía que con la irrupción de nuevos actores en el panorama político nacional todos los vicios que se reprochaban al bipartidismo imperante en España desde la transición democrática iban a desaparecer. Todavía es pronto para comprobar si va a ser así y si estos nuevos protagonistas cambiarán para mejor el devenir político del país. De momento el papel de Ciudadanos me está pareciendo decepcionante. Tratan de vestir de regeneración democrática lo que sólo son meros retoques estéticos de políticas que siguen siendo las mismas en Andalucía donde han apuntalado a un PSOE que gobierna la región sin haberse dado jamás alternancia a éste desde la llegada de la democracia, y a un escandalosamente corrupto PP en el Gobierno de la Nación y en el de la Comunidad de Madrid al que muy barato han vendido su apoyo. Muleta del bipartidismo les llamaría yo. Artífices del mantenimiento del status quo existente desde el advenimiento de nuestro régimen democrático. Seguramente esa era la finalidad última de todos aquellos apoyos que recibieron de los grandes medios de comunicación y financieros controlados por la oligarquía del poder en el país a los que precisamente más interesaba que pareciera que todo cambia (recurro a la célebre frase de “El Gatopardo” de Visconti) para que todo siguiera igual. Y los españoles mordieron el anzuelo.
Lo de Podemos no ha sido menos descorazonador. Desperdiciando ese gran poder de seducción (bien que a base de un muy lamentable populismo) que ejercieron sobre millones de españoles que acabaron en las cunetas que dejó la dura crisis del 2008 y que soñaron con un zarandeo político en las instituciones, han primado en un ejercicio de pobre tacticismo cortoplacista, el tratar de acabar con un muy debilitado PSOE (previa fagocitación de IU) para convertirse en la fuerza hegemónica de la izquierda, frente a la posibilidad demandada por muchos de lograr crear junto a éste un frente amplio de izquierdas que desalojara al PP del poder y frenar y revertir el desmantelamiento del Estado del Bienestar que éste viene llevando a cabo con la excusa de que son necesarios recortes duros, curiosamente siempre en partidas sociales, para tratar de hacer frente a la actual crisis económica que hemos vivido. La negativa de Podemos de apoyar a Pedro Sánchez para tratar de apartar a Mariano Rajoy del poder fue la primera zancadilla que puso a que un gobierno de izquierdas rigiera el país. La defenestración del Secretario General de los socialistas por aquéllos que dentro de partido prefirieron abstenerse en la votación del candidato popular como presidente del gobierno, a la posibilidad y riesgo de tener que ir a nuevas Elecciones Generales fue la segunda. Ahí la izquierda española se pegó no uno, sino hasta dos tiros en el pie. Veremos cuál va a ser el precio que tendremos que pagar por ello no sólo la gente de izquierdas del país, sino éste entero. Que debido a esta descorazonadora situación muchos ciudadanos desencantados de unos y otros hayan decidido movilizarse en plataformas, organizaciones, etc para dar cauce a ese descontento y a sus ansias de participación activa en la política me parece una consecuencia de lo más lógica. Y también sana. Política se puede hacer desde cualquier foro y en cualquier ámbito. Y los ciudadanos no podemos mantenernos ajenos a ella.
¿Cómo ves la participación de los líderes y actores políticos de tu país en este momento?
Estamos ante una situación especialmente crítica en la actualidad. Se habla de salida de la crisis económica amparándose en la buena marcha de los datos “macro”, pero los “micro” no están respondiendo igual. La precariedad sigue instalada en muchísimos hogares españoles. Luego tenemos una gravísima corrupción política que se encuentra totalmente institucionalizada y que hace perder legitimidad y credibilidad no ya sólo a las instituciones, sino que salpica a un Poder Judicial que el partido en el Gobierno no ceja en tratar de colonizar y por ello de controlar minando con ello la sacrosanta separación de poderes básica en toda democracia.
Mariano Rajoy, el hombre que mira para otro lado ante los desmanes y escandalosa situación jurídica de su partido, investigado hasta por financiación ilegal, e implicado en numerosísimos casos de corrupción, se ve favorecido por el hecho de que la confrontación y división suicidas de la izquierda le hace seguir ganando elecciones.
Pedro Sánchez redivivo tras las últimas primarias del PSOE que a tanta gente ilusionó, se descuelga ahora con su frívola e irreflexiva idea de las “naciones” que conforman el Estado sin darse cuenta (o sí, y no le importa con tal de pisar Moncloa) de la gasolina que echa al fuego encendido por los secesionistas en Cataluña y, está por ver si no mojará también a Euskadi (otra vez) y Galicia a los que también ha considerado tales en unas recientes declaraciones.
Pablo Iglesias (una vez que se han tragado a IU) tiene como único objetivo el sorpasso al PSOE y convertirse en la principal fuerza de la izquierda. Sin darse cuenta (o so lo hace le da igual) que en esa guerra fraticida, quién únicamente gana es la derecha.
Y Albert Rivera…, ¿Qué ha hecho Rivera con 32 escaños en el Congreso desde las últimas Generales?. Me lo explican, por favor.
En nuestro Parlamento, donde antes se hizo política, hoy se hace poco más que circo para alimentar tuits y anécdotas en las noticias. Es lamentable. Vergonzoso. Para mí, decepcionante.
Siempre. Herencia de mis abuelos paternos que como tantos malagueños hubieron de huir de la represión franquista tras la toma de Málaga durante la Guerra Civil por la Carretera de Almería en dirección a Valencia. Mi abuelo Rafael purgó luego en cárceles de la dictadura sus simpatías izquierdistas y su fidelidad a la II República. Mi abuela Amalia fue una adelantada a su tiempo y aún recuerdo sus diatribas contra el dictador y la admiración que me producía de niño ese compromiso con unas ideas que a lo largo de toda su vida conservó.
La izquierda ha sido el gran motor del cambio en este país desde la Transición a la democracia. El divorcio, la interrupción voluntaria del embarazo, la construcción de un Estado Social, la lucha por la igualdad no sólo de la mujer, sino también del colectivo LGTBQ, la Ley de Dependencia, y muchos otros, son logros indiscutibles. No obstante hoy veo cierto complejo en esa izquierda que se avergüenza de defender el Estado que parece haber monopolizado hasta el momento la derecha, frente a las pulsiones secesionistas de ciertas fuerzas nacionalistas que lo que pretenden es romper nuestra convivencia basada en la libertad y en la igualdad de derechos de todos los ciudadanos en pos de lo que no es más que un supremacismo identitario que esconden tras un falso victimismo cultural, por lo demás sin razón de ser en la España de hoy día. Rebelándose contra esta sorprendente pasividad ante el continuo chantaje de los nacionalistas es precisamente como ha nacido Plataforma Ahora a la que he decidido unirme.

Todo un logro ¿no? Fue aprobada ley de Igualdad LTGBI por el Congreso de tu país.
Un enorme paso adelante que era necesario y justo, dadas las lagunas y carencias jurídicas, que pese a los innegables avances que se han conseguido ya, siguen existiendo en nuestra legislación y era necesario solucionar. Es ambiciosa y valiente y, si no me equivoco, caso de aprobarse en su integridad, nos colocará de forma indudable en la vanguardia mundial de la protección y la garantía de los derechos del colectivo LGTBQ.
Desgraciadamente con su abstención en la votación, y su anuncio de presentar enmiendas a la totalidad, el PP vuelve a descolgarse de lo que es ya el sentir mayoritario de la población española. Otra oportunidad perdida para la derecha en este país respecto a esta cuestión. Y una decepción para aquéllos que creímos que con presencia de representantes suyos en el pasado World Pride de Madrid, el PP dejaba atrás las posturas reaccionarias que le caracterizaron en el pasado. Si fueron únicamente a “hacerse la foto” para ahora hacer esto, me parece vergonzoso. Habrá que esperar a ver qué enmiendas presentan, y en qué sentido van. Visto lo visto en el pasado, y ahora otra vez con este gesto, no guardo muchas esperanzas.
Indudablemente fue la izquierda la que luchó siempre por la defensa de los derechos del colectivo LGTBQ. Para la historia quedará la vergonzante postura contraria al reconocimiento de la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción que mantuvo el PP con interposición incluso de un recurso contra la Ley de Rodríguez Zapatero ante el Tribunal Constitucional.
Con Mariano Rajoy en la presidencia del PP pudo desistirse de ese recurso. Y no se hizo. Tuvo que ser el Alto Tribunal quien viniera a confirmar lo que ya era el sentir mayoritario de la sociedad española, que el matrimonio igualitario cabía en nuestra Constitución y que su prohibición conculcaría numerosos derechos fundamentales de que gozamos los españoles. Eso el PP lo tendrá siempre en su “debe”. No obstante, y dado que no existe debate al respecto en nuestra sociedad pues la cuestión de la absoluta igualdad de derechos y libertades de todos los españoles con independencia de cuál sea su orientación sexual es algo aceptado ya por la inmensa mayoría de la ciudadanía, el PP ha entendido por fin que no cabe otra que pasar página en ese aspecto y aceptar que debe hacer política para todos los ciudadanos sean o no heterosexuales, homosexuales, bisexuales, etc. Su presencia por vez primera en los actos del último Orgullo LGTBQ de Madrid y otras tantas ciudades ha marcado un punto de inflexión en ese aspecto. Ha habido gente que desde posiciones sectarias lo ha criticado. Yo no. “¡Por fin!” me dije. Por fin os habéis dado cuenta que esto no puede ser caballo de batalla en nuestra actual sociedad. No olvidaremos qué hicisteis, pero os damos la bienvenida. Estamos todos juntos en la defensa de la libertad y la igualdad. Espero eso sí, que más allá de este importante gesto simbólico, sus políticas en este sentido sean coherentes con el mismo a partir de ahora. Estaremos expectantes y no dejaremos de ser críticos. Por otro lado, siempre he luchado contra ese falso estereotipo de que el colectivo LGTBQ es monolítico en cuanto a ideas políticas. Más allá de la orientación sexual y el deseo de poder vivir como a cada uno le venga en gana y como cualquier otro ciudadano, entiendo normal que haya gente progresista y conservadora, del Real Madrid, del Barça o de la Real Sociedad; con deseo de casarse y/o adoptar, o no. Abomino de la uniformización y las etiquetas. Tu orientación sexual determina lo que haces dentro de tu cama, pero no debería marcar y ordenar lo que haces fuera de ella.

Se ha avanzado muchísimo. Es evidente. No hay tolerancia social hacia la LGTBQfobia. ¿Ciertos tics del pasado? Los hay. Y están siendo denunciados. Pero creo que la sociedad actual está dispuesta a conseguir que se erradiquen. Las denuncias por delitos de odio Y LGTBQfobia han aumentado. Es cierto. Pero también porque muchos que antes se callaban y soportaban ataques de este tipo no denunciaban, y hoy sí se deciden a hacerlo. El papel de la Policía Nacional, policías locales y Guardia Civil ha sido también determinante al respecto. Se han concienciado enormemente con el problema de la LGTBQfobia y hoy día muestran una encomiable determinación en la lucha por su persecución y sobre todo que quien acuda a denunciar uno de estos delitos en una comisaría encuentre un ambiente receptivo, cálido y comprensivo hacia su situación que por ejemplo hace 20 años era algo impensable. Creo que puedo decir que si hay una institución gayfriendly por excelencia en España, esos son nuestros cuerpos policiales. Eso te dice mucho de un país. Y es algo de lo que me encuentro particularmente orgulloso. ¿Me pregunta por los fundamentalistas del odio de Hazte Oír? No les demos más de esa publicidad que con su vergonzosa, tránsfobica y provocadora campaña están buscando, por favor.
¿Cuándo saliste del closet?
Desde el momento en que te das cuenta que a partir de determinada edad a unos niños empiezan a interesarles las niñas de una manera nueva, y viceversa, y en ti no observan esa evolución hacia el otro sexo. Cuando te percatas que tienes que autocensurarte y no actuar con libertad o naturalidad pues eso está censurado. Si te sales de lo que se suponía era la “ortodoxia” sufrías el reproche social (en este caso tus propios compañeros de colegio) en forma de burlas, rechazo y ostracismo.
Afortunadamente hoy, la educación en el respeto (no tolerancia, detesto ese concepto) a la diversidad y la lucha contra el acoso escolar desde edades muy tempranas están acabando con esa situación. No obstante aún hay mucho por hacer en ese sentido. Me preguntas por mi caso y paradójicamente debo decirte que pese a provenir de una familia progresista y liberal, ubicada en la izquierda, en ese aspecto no me lo pusieron nada fácil. Hace más de 20 años que salí del armario. Aquéllos no eran estos tiempos. Mis padres tenían unos planes trazados para sus hijos en los que obviamente la homosexualidad de uno de ellos no tenía cabida. Miedo al rechazo social, al qué dirán, el desconocimiento, la incomprensión, fueron durísimos el primer año.
Tanto que para poder hacer una vida normal (ni siquiera militante, sino normal: poder salir de casa, disponer de dinero, no ser objeto de reproches, acusaciones o chantaje emocional a cada momento – y me cuenta que ES LA PRIMERA VEZ QUE CUENTA ESTO PÚBLICAMENTE-) hube de marcharme a vivir con quien entonces era mi pareja y seguiría siéndolo hasta 18 años después, un año a Estocolmo (Suecia) donde acabé la carrera estudiando mientras trabajaba limpiando oficinas.
Es de las cosas que más me enorgullece haber hecho a lo largo de mi vida. Habiendo sido desde pequeño un niño extremadamente obediente y dócil, llegado el momento de defender mi integridad moral me planté por primera vez frente a mis padres y pegué el portazo. Ésa era mi vida. Ése era yo. Subido en el avión me di cuenta que me había hecho adulto. Me había convertido en un hombre. Afortunadamente luego las cosas cambiaron de negro a blanco, y el cariño y el respeto de mis padres por su hijo pudo más que todo lo demás y desde entonces han sido mi más firme apoyo en todo momento y son actualmente unos progenitores de lo más gayfriendly. Lo normal. O lo que debería ser lo normal.
¿Te llegaste a casar con tu pareja de dieciocho años? ¿Piensas tener familia? ¿Qué le dirías a las pareas del mismo sexo para que mejores y afiancen su relación?
Me casé, sí. En 2007. Cuando llevábamos juntos 13 años ya. Y me divorcié, en 2012. Mi pareja actual no es aquélla. Todo tiene un principio y un final. ¿Formar una familia? Por supuesto. Esa es mi intención siempre que me comprometo con alguien si veo que esa persona rema en la misma dirección y el viaje merece la pena. ¿Dar consejos?. ¡Ya los quisiera yo para mí en muchas ocasiones! (Risas). Creo que la receta no tiene géneros ni edad y vale para cualquier tipo de pareja: Querer sin medida al otro, quererse también uno mismo, respetar, exigir respeto, ser generoso, tener empatía, hablar mucho, transigir, saber pedir perdón, perdonar…¡ah! Y no irse nunca a la cama con un conflicto sin arreglar. Si todos los sabemos, otra cosa es que seamos capaces de ponerlo en práctica día a día, año tras año…
¿Los principales prejuicios o estereotipos en el tema gay?
Afortunadamente se va superando cada vez más. Por ello creo que es necesaria la visibilización (aunque estoy en contra del “outing”). Cuantos más seamos quiénes demos la cara, la población no LGTBQ podrá ir comprobando que ni muchísimo menos somos un grupo homogéneo, con los mismos gustos, preferencias, ideas políticas, etc. Somos diversos. Diferentes. Personas en definitiva, sin más ni menos. No se pueden buscar rasgos comunes o idénticos a un colectivo que conforma entre el 10% y el 15% de la población. Hay de todo. Afortunadamente. ¿Existen prejuicios y estereotipos con los pelirrojos?. ¿Con los zurdos?. ¿Con los budistas o los vegetarianos?. Los habrá, pero como siempre, créame, son falsos, y por ello absurdos.
Ahora los liderazgos LTGB se han empoderado y vemos líderes, ¿piensas en que muy pronto tendremos más de esos lideres en puestos claves o como decisores políticos?
Sinceramente pienso que ya están. Lo han estado siempre. Desde que el mundo es mundo. Desde que el hombre es hombre. Otra cosa es que en tiempos pasados hubieran manifestado abiertamente ser LGTBQ o no. No es que estemos llegando ahora. Es ahora cuando algunos, cada vez más, decidimos no ocultarnos. ¿No nos acordamos acaso de Alejandro Magno, de Marco Antonio y tantos otros gobernantes y brillantes militares?
¿Alguna película de temática gay que te haya gustado mucho por el mensaje?
Hay tantas…In another land; Harvey Milk (inevitablemente); Plegarias para Bobby; Amigos Inseparables. Esas películas que me han dicho que debemos ser consciente de dónde venimos, a dónde hemos llegado, y a donde nunca querremos volver. Luchar, luchar, luchar…
¿Tienes algún personaje o icono gay que te haya inspirado en tu vida?
Más que personas específicas, un rasgo en concreto: El de todos aquéllos que han sido capaces de escapar del Destino que sus circunstancias históricas, sociales, económicas o familiares parecían tenerle obligatoriamente reservado, para con rebeldía y valentía, buscar y encontrar un camino propio. Un lugar en el mundo. Un lugar al que no estaba “programado” que pudieran llegar. Ésos hombres; esas mujeres; sí que me parecen todo un ejemplo a seguir. Y ya le digo que para ello nada tiene que ver la orientación sexual que hubieran podido tener.
En la más reciente cumbre de la NATO el esposo del primer ministro belga fue incluido en la foto oficial de las esposas de los líderes de este grupo, ¿un avances representativo en la política exterior?
Es un gesto. Muy importante. No el único al más alto nivel político o institucional de este tipo que hemos visto últimamente. Lo veo positivamente. Visibiliza. Hace más cotidiano lo que antes era muy excepcional o hasta imposible. Ayuda a crear referentes a nivel mundial. Por otra parte creo que es inevitable. Aunque a veces en avances sociales la Historia ha demostrado que la Humanidad puede poner la marcha atrás, en este momento, con lamentables excepciones (que las hay y graves), creo que el movimiento global hacia el respeto y la equiparación de derechos del colectivo LGTBQ es hacia adelante, en progresión y acelerando. Eso sí, nunca hay que bajar la guardia. Y hacer lobby, de forma organizada y a nivel mundial. Es un trabajo en el que hay que seguir avanzando.
¿Cuál es el panorama actual de los derechos LTGBQ en Europa?
En Europa somos unos privilegiados. España, Portugal, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia cuentan con legislaciones que contemplan el derecho a contraer matrimonio, e Italia, Suiza, República Checa, Grecia y otros más, dan mayor o menor grade de equiparación jurídica a las llamadas uniones civiles. En el tema de la adopción los matices varían de un Estado a otro.
Por regla general la opinión pública favorable a estos avances sociales supera el 60% de la población. Hay casos preocupantes denunciados por Organizaciones Internacionales como el de Lituania, Croacia y Polonia y muchos otros del antiguo bloque soviético.
La Normativa europea es clara al respecto prohibiendo toda suerte de discriminación por razones de orientación sexual, pero no se cumple en todos los países de la Unión.
Europa, será el continente de los derechos y las libertades, o no será. Una vez concluya el Brexit, y antes de pensar en nuevas ampliaciones, deberá apostar por consolidar los avances alcanzados en su seno en materia social y cohesionarse internamente en este aspecto. Todo aquel Estado que no atienda a un riguroso respeto de los Derechos Humanos no puede continuar en su seno y debería ser expulsado. Esto no es sólo un mercado común, sino una comunidad de valores. Y en esa dirección debe proseguir su andadura futura.
Terrible. Vergonzoso. Indignante. Estoy con Usted en que la Unión Europea debería mostrar más firmeza en la exigencia de respeto hacia los Derechos Humanos no sólo en Chechenia, sino en toda Rusia. Existen mecanismos políticos y económicos para forzar un cambio en ese sentido. Pero hay que tener voluntad decidida para ello, y que no tiemble el pulso a la hora de plantar cara al Kremlin.
Que Putin diga que Rusia apoyará que se investigue dicha atrocidad me parece de un supino cinismo cuando en el resto de Rusia, si bien no hay (aún) campos de concentración para personas LGTBQ (que se sepa), sí que se reprime con dureza la libertad de expresión y manifestación del colectivo, se pisotean sus derechos, y no hablemos ya de cualquier avance en materia de matrimonio, adopción o protección contra la discriminación.
Pero atención, no es sólo Rusia. No olvidemos que en Arabia Saudí, Irán, Yemen, Sudán, Qatar, Mauritania y tantos otros, aún se castiga con la muerte el simple hecho de tener relaciones homosexuales o, en el mejor de los casos, con gravísimas penas de cárcel y castigos corporales.
El papel lo soporta todo. Las buenas intenciones y las declaraciones grandilocuentes quedan muy bien en prensa. Otra cosa es lo que efectivamente ocurra en cada frontera, centro de Internamiento, o campo de refugiados. Quiero creer que la persecución por motivos de orientación sexual se viene aceptando en plano de igualdad con otros motivos para conceder el tan anhelado asilo. Europa no puede ser un muro contra el que choque la gente que huye arriesgando la vida en lanchas porque sabe que aun así es la única forma de salvarla. Sé que la solución no es, no puede ser simple ni fácil. Pero ante familias que se lanzan al mar con sus hijos pequeños huyendo, y ahogándose muchos de ellos en el Mediterráneo, no podemos mirar para otro lado. Es una tragedia. Y no podemos presumir de respeto a los Derechos Humanos cuando hay otros humanos, sujetos también de esos mismos derechos, llamando a nuestras puertas, pidiéndonos ayuda desesperados y negándosela porque su pasaporte sea de otro color. Me niego a aceptar excusas de índole burocrático y de seguridad. El Gobierno de Mariano Rajoy no ha estado, ni está, a la altura de la situación, cuando aún no se ha hecho cargo del cupo de refugiados que ante Europa se comprometió a acoger. Me da vergüenza.
Ya sabemos que en la Historia, los derechos de los hombres no van en una carretera de un solo sentido. Siempre ha habido avances y épocas de retroceso. De momento la progresión es hacia delante, pero eso no quita en cualquier momento y en cualquier lugar del mundo puedan perderse mejoras en el futuro. Mire qué ha ocurrido en Rusia con Vladimir Putin. Siempre digo que los derechos nunca se regalan. Se conquistan. Pero sería injusto comparar la lucha por los derechos LGTBQ que hemos llevado a cabo en Occidente con la que a, por ejemplo, deben enfrentarse quienes viven en Irán, Arabia Saudí, etc. Porque si aquí te metían en una cárcel, allí directamente te cuelgan de una grúa o te arrojan desde un edificio.
Quienes vivimos en regímenes democráticos y somos privilegiados en este sentido, no podemos desentendernos y abandonar a su suerte a quiénes sobreviven en tales condiciones. Yo por ejemplo colaboro con las Acciones Urgentes de Amnistía Internacional en defensa de los derechos humanos de las minorías sexuales en tales países. Y como yo muchos, pero eso no es suficiente. Hace falta, como antes le dije, hacer lobby a nivel internacional. Presionar a nuestros gobiernos e instituciones para que se involucren en la exigencia de respeto a tales derechos en esos lugares. No podemos dejarles a su suerte. Tienen que saber y comprobar, día a día, que estamos con ellos. Que no están solos.
Sé que la regulación legal es muy heterogénea dependiendo de según qué país en concreto. Desde la repugnante criminalización hasta de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, Jamaica y otras islas del Caribe con severas penas de cárcel, hasta el reconocimiento legal del matrimonio y la adopción de hijos en Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, algunos Estados de México, Canadá y más recientemente, por fin, Estados Unidos tras una larga lucha en tal sentido de los movimientos por los derechos civiles.
Me encantaría que Perú se subiera a ese carro. Os pido que no os desaniméis. Seguid luchando por ello, haciendo pedagogía a la ciudadanía, argumentando y reclamando la igualdad en el ámbito político y jurídico. No olvidéis que en muchos países, lo que no fueron capaces de aprobar políticos cobardes, lo sacaron adelante Jueces y Tribunales valientes que no se debían a ningún electorado. Luchar, luchar, luchar. Nadie nos va a regalar nada.

En el aspecto internacional ¿cómo ves el avance del terrorismo de los lobos solitarios de ISIS, la YIHAD y el estado islámico en los países europeos o Gran Bretaña? ¿Representa un peligro real para España?
Es un peligro real para todo el orbe. No existe ni existirá nunca la seguridad plena. En España acabamos de sentirlo en carne propia hace muy poco en Barcelona. Creo que tenemos que ser conscientes de que todos estamos en riesgo. Pero eso no significa que debamos vivir con miedo. Sí precaución. Sí prevención. Pero nunca miedo que es lo que ellos pretenden. Habrían ganado la batalla entonces y los países democráticos no deben renunciar al régimen de libertades, derechos, respeto a lo diverso y a las minorías, y separación entre religión y Estado, que tanto ha costado conseguir.
Controlar muy de cerca cualquier brote de radicalismo que se detecte en mezquitas (en especial las salafistas), redes sociales, foros, etc. Reforzar los servicios de inteligencia dedicados al estudio, control y erradicación del terrorismo yihadista. Hacer más fluido el intercambio de información entre los diferentes cuerpos policiales de los diferentes Estados. Adoptar con estos movimientos radicales y asesinos una política preventiva de detección y neutralización en origen. Y aquí, pedagogía: No permitir que la consecuencia de dichos ataques sea la aparición de islamofobia o xenofobia. Como dicen los propios musulmanes, ellos no son terroristas. Ni un terrorista, es un buen musulmán. No confundamos las cosas.
En España, Venezuela se viene utilizando como arma arrojadiza principalmente entre el derechista PP y sus medios afines contra el izquierdista Podemos cuando aquél trata de tapar y eludir sus propias vergüenzas en cualquier debate político. Resulta zafio. Hasta ridículo en ocasiones.
Pero Podemos se resiste por su parte a condenar un régimen como el de Maduro que, con sus maneras evidentemente autoritarias está conduciendo al país a un conflicto que, de no pararse a tiempo, mucho me temo (y ojalá no ocurra) pueda llegar a una situación de conflicto armado.
Entre aquéllos que salen a la calle a protestar contra la represión con cacerolas, y los que los esperan con rifles en la mano, yo no puedo ser equidistante. Tomo partido. Siempre apoyaré a los primeros. Me da igual la ideología política de cada bando. Faltaría más.
¿Qué el resto de Estados no intervenga?, ¿Qué se deje que ellos “solucionen sus problemas”?, ¿Cuántos muertos van ya?, ¿Cuántos más tienen que caer?, ¿Acaso no padecimos en España una situación similar de supuesta “no intervención” de nuestro entorno más inmediato cuando Franco con su alzamiento nacional golpista contra la democráticamente constituida II República, condujo al país a una Guerra Civil a la que tras centenares de miles de muertos, siguió una atroz dictadura de más de 40 años en la que continuó llevándose a cabo una brutal represión de todo disidente?. ¿De verdad no hubiéramos preferido una intervención internacional que parase todo aquello? ¿Acaso no nos acordamos de lo ocurrido hace no tanto en la antigua Yugoslavia, de lo que aún tendremos que avergonzarnos durante siglos como comunidad internacional por nuestra pasividad y mirar para otro lado? ¿En qué está pensando la ONU?
Un poco más...
¿Cuándo no estás trabajando cómo vives tu tiempo de ocio?
Mi trabajo y mis otras actividades me dejan muy poco tiempo libre. Pero eso sí, el que puedo sacar procuro aprovecharlo al máximo para estar conectado a la realidad, a lo que pasa en el mundo. Me interesa enormemente. Gracias a mi pareja he recuperado otra vez el gusto por la lectura en papel (especialmente el ensayo político) que tenía un poco abandonado por la prensa digital. Viajo todo lo que puedo, salimos a cenar y probar nuevos sitios. Cine: Él escoge una película de terror (que le encantan) y yo, o me tiro la hora y media a base de sobresaltos pasándolo realmente mal o me voy a otra sala. A veces cedo y entro con él. Otras, le digo directamente que no. (Risas). Ah, y la cocina. Aquí donde me ve soy un consumado cocinillas enamorado de la comida asiática. No se me da nada mal.
En el continente americano ya he estado en unas cuantas ocasiones: Canadá, Estados Unidos, Argentina y Brasil. Perú y México están en la agenda de viajes pendientes e inmediatos. Me fascina la historia precolombina de su país y tengo muchísimas ganas de visitar Machu Pichu (ya sé que cada vez es más difícil), Cuzco, las líneas de Nazca; conocer de primera mano su magnífica nueva cocina que ya tiene fama internacional y como no, sus ricos ceviches, las papas a la huancaína, el caldo de cabeza... “No se lo digas a nadie” de Jaime Bayly fue una de las novelas que marcaron mi juventud. Y la obra de Vargas Llosa me ha acompañado toda mi vida.
No todo tiene porque ser tan serio, ¿cuál consideras tú que es el hombre vivo más sexy de España y del mundo?
Indudablemente, y se lo digo de lo más en serio: Mi pareja.
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