El Closet Abierto EN CARACAS: JOSE CONTRERAS QUINTERO

Por Antonio Capurro

José Contreras-Quintero nació en Mérida en los bellos Andes venezolanos, ahí donde existe también una sociedad católica conservadora muy fuerte. "Allí usan la palabra »manflórico« para referirse a los hombres afeminados en un sentido neutral, no tan ofensivo. Por otra parte, el conservadurismo y el tabú sobre el sexo en general, hicieron que viniera a darme cuenta de mi disidencia sexual un poco tarde, me parece, como a los 10 años, cuando mi mamá finalmente me habló del asunto de la reproducción sexual", afirma este activista venezolano quien ahora vive felizmente casado en Alemania con Karsten Mettendorf.

Sobre el proceso en asumir su orientación sexual, José lo describe como el personaje José Arcadio de la famosa novela del Gabo.


"Confusamente consciente de que estaba haciendo algo que desde hacía mucho tiempo deseaba que se pudiera hacer, pero que nunca se había imaginado que en realidad se pudiera hacer, sin saber cómo lo estaba haciendo porque no sabía dónde estaban los pies ni dónde la cabeza, ni los pies de quién ni la cabeza de quién, y sintiendo que no podía resistir más el rumor glacial de sus riñones y el aire de sus tripas, y el miedo, y el ansia atolondrada de huir y al mismo tiempo de quedarse para siempre en aquel silencio exasperado y aquella soledad espantosa".

Para Josch el único problema de ser gay fue no haberlo asumido antes porque en sus palabras esa negación que uno hace de sí mismo es muy dañina. Y en medio de eso, lo peor fue sufrir las agresiones físicas o verbales de cierta "antigente" con la que tuvo que coexistir. E
studió Ingeniería Geológica Ecológica, una carrera que de hecho, dentro del cliché, muchos no imaginarían para una persona gay, de hecho su bachillerato fue en una escuela técnica y solo tuvo 3 compañeras mujeres en clase. 

"Me desenvolví en espacios  tradicionalmente masculinos. Eso me gustaba por ser androfílico (risas), pero a la vez era un reto el tema de ser aceptado en la manada. Creo que en nuestros hogares hace mucha falta formar en los niños criterios de autonomía y autenticidad, tener valor para lidiar con el tema social sin renunciar a lo que uno es, sin negarlo ni adaptarlo a nadie. Esa fue una debilidad que subsané con otras ventajas que tenía sobre los demás. Me gustaría analizar más esa etapa de mi vida, para no caer rápidamente en el darwinismo social". 

Qué te animó a entrar al activismo? 

La buena gente de Venezuela Igualitaria. Me sentí identificado con su esfuerzo y su vocación de Justicia y Libertad. También mis compas de la Alianza Sexo-Género-Diversa Revolucionaria (ASGDRe), con quienes he crecido mucho como activista y ser humano. 

¿Qué es lo más difícil y desafiante de ser un activista por la igualdad de derechos en tu país? 

Lidiar con la incomprensión, la alienación, la disociación o la ignorancia de la gente extremista. Muchas veces sientes impotencia ante la injusticia, cuando uno cae en la ansiedad de anhelar cambios a corto plazo, olvidando que estos cambios son dialécticos, autodinámicos, humanamente. Nosotros no hemos experimentado alguna persecución oficial por el ejercicio del activismo LGBTI en Venezuela, pero sabemos que hay actores o actrices políticos que nos odian. En mi caso, denuncio o visibilizo en Twitter las posturas LGBTI-fóbicas de los políticos y muchos de ellos han bloqueado mi cuenta o utilizan a algún asistente suyo para que me acose. No ha pasado de allí, pero si nos cuidamos en la calle porque en Venezuela resulta muy sencillo contratar sicarios para asustar o eliminar personajes incómodos. 

¿Es mucho más fácil ser gay ahora, experimentar y vivir tu propia sexualidad en Venezuela que hace diez años cuando eras más joven? 

Sin duda. Debemos reconocer que el presidente Chávez también logró abarcarnos en ese proceso social que lideró. Nada más con la visibilización que hizo de la población LGBTI: nombrarnos, reconocer nuestra existencia en sus alocuciones y habilitar el apoyo, en la medida en que democráticamente le fue posible, hizo una diferencia importante. No se dieron las circunstancias para que durante su gobierno obtuviésemos los mismos logros que se dieron para las mujeres, las personas con discapacidad, los pueblos originarios o la población afrodescendiente; pero definitivamente hoy es más fácil para la juventud LGBTI desenvolverse en Venezuela. Esto no significa que estemos satisfechos, para nada, nos falta mucho por lograr. Sin embargo, luego de la Era Chávez, han seguido los avances, a cuentagotas, pero los ha habido. La mayoría de ellos, impulsados por el Gobierno. 


Desde tu experiencia ¿Cuáles son los principales prejuicios o estereotipos que todavía persisten en el tema gay dentro y fuera de la comunidad?


En Venezuela no consideramos que haya una »comunidad« LGBTI como tal. Digamos, no existe esa consolidación. Algunoss activistas apuestan por romper con esa idea en un sentido de asimilación heteronormada, recluyendo la sexualidad y la disidencia de género al ámbito privado, y otros se van por el lado de la integración o suma de las diferencias humanas como razón de unidad, un poco más en un sentido postmoderno o en el sentido marxista de la lucha de clases. Aclarado esto, podría decir que los prejuicios o estereotipos endógenos en la población LGBTI que nos flagelan tienen su origen en el machismo y la misoginia: estigmatizar a quienes se salgan de las categorías binarias de la ideología de géneros, el varón y la mujer canónicos. De allí sale toda la discriminación interna y externa. La peor parte la llevan los varones pasivos, afeminados o las mujeres trans, porque lo femenino se desprecia desde el machismo. 


¿Cómo defines la conciencia LGTBI?

Una conciencia justa nos vería a todas y todos como personas sexuales, simplemente. Dentro de lo sexual debe entrar incluso la gente asexual como parte de esa diversidad. Nosotras y nosotros LGBTI no debemos escindirnos de nuestros congéneres heterosexuales cisgénero o cisexuales, sino comprender que ellas y ellos no nacieron con actitudes LGBTI-fóbicas sino que les fueron inoculadas, fueron construidas y nuestra tarea es deconstruirlas, empezando con nuestra propia conciencia: dando el ejemplo. 


Antes de viajar a Alemania hacías talleres con Venezuela Igualitaria ¿cuéntanos más de ellos, ¿cuál ha sido la respuesta de los diferentes grupos de personas LTGB con los cuáles has trabajado?

Maravilloso. En estos talleres compartimos espacio varios colegas de Venezuela Igualitaria. Lo común es que Giovanni Piermattei haga una introducción sobre Venezuela Igualitaria, así como sobre elementos esenciales de sexualidades humanas: no se debe asumir que el auditorio maneja el tema, los términos básicos, &c. En algunos casos, nuestro abogado estelar José Manuel Simons expone los aspectos legales de la causa en Venezuela. Mi tarea ha ido sobre generar la dinámica del pensamiento crítico, desde la perspectiva del materialismo dialéctico aplicado a las sexualidades humanas, identidades y expresiones de género. La gente tiene diferentes reacciones. Observamos que los participantes se descubren a sí mismos en sus contradicciones: algunos las resuelven y otros no, algunos asumen la tarea de superarlas, otros no. Ese ejercicio político nos hace falta en América. En el mundo entero, me parece.

¿La comunidad LTGB venezolana está cohesionada y articulada en una agenda por la igualdad de derechos?

El momento cumbre en el que hemos alcanzado la mayor articulación y consenso ha sido quando Venezuela Igualitaria preparó el proyecto de Ley Matrimonio Igualitario: logramos recoger más de 20 mil firmas de apoyo a la propuesta en todo el país. Fuimos la gran mayoría unida, más de 40 agrupaciones LGBTI, feministas o pro-DDHH, a la Asamblea Nacional a entregar el proyecto, incluyendo a la hoy suplente en parlamento, Tamara Adrián, y el movimiento político en el que ella milita. Sin embargo, lamentablemente, hoy día eso ha cambiado debido a la diatriba política en Venezuela. Por una parte, el partido de Gobierno nos dio la espalda en el momento en que habría podido aprobar la Ley en la Asamblea Nacional, que entonces controlaba. Eso hizo que sus militantes LGBTI, incondicionales, se separaran de la causa del Matrimonio Igualitario, alineándose a lo que el partido establecía, desde una postura cristiana-evangélica. Podemos decir que ese partido, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en la práctica tiene un desempeño socialcristiano: alejado de la Izquierda Revolucionaria con la qual lo vinculan los Medios internacionales.

Por otra parte, la militancia LGBTI de Derecha Liberal o Socialdemócrata, está alineada con lo que dicta su coalición hegemónica hoy en la Asamblea Nacional: la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), de vocación cristiana-católica fundamentalista y ultraderecha, incluyendo a la suplente Tamara Adrián, quien parece estar negociando las uniones civiles, traicionando la causa del Matrimonio Igualitario que ella apoyó con su firma y su presencia en el evento. En el medio quedamos quienes seguimos impulsando la causa del Matrimonio Igualitario, quienes dejamos de lado nuestra postura política partidista para dar prioridad al reconocimiento de nuestros derechos. La polarización no me parece mala: es una expresión de la lucha de clases; lo malo es que perdamos de vista la perspectiva como minoría LGBTI.


De hecho tener una representante transgénero en el congreso como lo es Támara Adrián es una motivación, ¿no está llevando ellas los reclamos del colectivo?

Como he dicho, Tamara nos acompañó hasta el momento en que fue electa como suplente en la Asamblea Nacional. Una vez allí le ha tocado alinearse a los dictámenes de la coalición MUD, salvaguardando también sus intereses políticos y económicos personales. Tamara viene de la clase económica acomodada y tiene privilegios que debe proteger, eso la separa de nuestros intereses como clase trabajadora, incluso de los intereses de la población trans a la que ella misma pertenece. No hablemos del sector de compañeras trans quienes sobreviven en la prostitución, en situación de calle y son asesinadas impunemente. 

¿Cuáles son los principales avances en materia de inclusión de la diversidad sexual en tu país de los cuales has sido testigo?

En materia legal han sido muy pequeños: algunas menciones en las leyes sobre no discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género; como el caso de las leyes sobre actividades bancarias y de arrendamiento. Apenas este año se logró la declaración del 17 de Mayo como día contra la discriminación de personas LGBTI desde la Asamblea Nacional, paralelamente, el Gobierno de Caracas decretó a la ciudad (municipio Libertador) como zona libre de discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género. Esta ha sido una acción contundente que ha impulsado réplicas en otras instituciones como la Defensoría Pública. Una acción semejante tomó el concejo municipal de Chacao. Parecerá una tontería, pero la posibilidad de llevar a cabo las marchas LGBTI en Venezuela se dio en los primeros años del gobierno de Chávez, porque en el régimen anterior las movilizaciones LGBTI eran reprimidas con gas y macana. La población LGBTI era perseguida con el instrumento legal que llamaban Ley de Vagos y Maleantes y durante operativos policiales terroristas denominados »profilaxia social.« Uno de nuestros enemigos de aquellos tiempos fue Antonio Ledezma, hoy disfrutando el beneficio de cumplir sentencia en su casa por sus acciones antidemocráticas, quien es presentado por los Medios como una víctima.

¿Cuál es tu perspectiva respecto al resto de países de la región?


Me sorprendió Colombia, siendo más conservadora que Venezuela. Sin embargo, prefiero no opinar mucho sobre lo que ocurre en otros Estados-Naciones-Países-Pueblos, en especial en aquellos donde no he vivido, por respeto a sus soberanías y autonomías, a sus democracias. Lo que me parece necesario es unificar esfuerzos en el continente y más allá, para crecer en capacidad y retroalimentarnos. También, sumar la causa LGBTI a la causa de la Unidad Americana, ante las amenazas que se ciernen sobres nuestros pueblos.

¿Cuál es el papel que ha jugado la izquierda y la derecha de tu país en sumarse a la demanda de una agenda por la igualdad de derechos y la inclusión LTGB?
En cuanto a la Izquierda, la Izquierda Revolucionaria, anarquista, comunista o marxista, constituye un cuerpo político muy pequeño. Se ha pretendido, desde diferentes posiciones, vincular al Chavecismo, al PSUV o al Gran Polo Patriótico con esta Izquierda, que es la única que considero Izquierda y a la cual pertenezco; pero es falso. Chávez fue un hombre cristiano y militar, del partido socialcristiano por parte de su padre, sin embargo, en él se dio la transformación de postura política que lo llevó hacia la socialdemocracia, a las puertas del socialismo, como siempre dijo él: ¡rumbo al socialismo! – pero nunca en socialismo propiamente dicho. 


Luego vienen dos sectores de esta Izquierda: el ala radical, que se opone al matrimonio en general por ser una institución burguesa, y el ala estalinista, por darle un nombre, todavía hoy afectada por las posturas homofóbicas de Federico Engels, reproducidas por Stalin y Fidel Castro. En el medio nos encontramos quienes consideramos al Matrimonio Igualitario, junto con otras propuestas legislativas de Venezuela Igualitaria, como acciones pragmáticas inmediatas de transformación material, sin perder de vista el contexto histórico y sociológico de Venezuela.

Si hablamos de Derecha, desde mi perspectiva, comenzaríamos con el partido de Gobierno (risas). En ese paquete entran la Oposición entera junto con el ala evangélica-católica del PSUV. De los partidos formales de la Derecha, Voluntad Popular, curiosamente, tiene un movimiento LGBTI denominado ProinclusiónVP que nos ha apoyado y acompañado en buena parte de las acciones. Digo curiosamente, porque ese partido se ha hecho conocer por sus acciones anti democráticas violentas, con decenas de víctimas ya en su expediente. Los católicos se concentran en dos partidos: COPEI y Primero Justicia que nos adversan frontalmente. De los socialdemócratas, Un Nuevo Tiempo tiene un movimiento LGBTI formal (UNT Diverso) que nos ha acompañado. Sin embargo, estos movimientos se han plegado al dictamen de la coalición MUD: uniones civiles, negando la igualdad humana legal, civil y social que buscamos. 

¿Existe diversidad sexual en las empresas y los negocios, los empleados o empleadas puede ser abiertamente sin temor a ser discriminados o discriminadas?

Depende. Por lo general no. Persiste la discriminación machista en muchos procesos de selección para oportunidades de empleo, especialmente con la gente disidente de género, específicamente: varones afeminados o mujeres trans. Esto ocurre tanto en empresas privadas como en empresas socialistas.

¿Tú que trabajabas en una empresa del estado nunca tuviste ningún problema al respecto?

Pues, en esos once años, apenas supe de algún par de comentarios o murmuraciones de colegas. Sin embargo, puedo hablar de dos etapas en mi experiencia laboral-personal allí: cuando ingresé y cuando salí. Al comenzar, ofrecí una imagen de varón heterosexual, debo confesar. Incluso presenté a una amiga como novia. La empresa era entonces muy conservadora y miraba mucho el tema de la Familia Tradicional: típica historia de ingresar, trabajar, tener seguro médico, comprar un carro, comprar una casa, casarse, viajar, tener hijos, llevarlos al plan vacacional, a los eventos de la empresa, jubilarse, pagar la funeraria; etc, pero PDVSA cambió, Venezuela cambió, yo cambié y a través de ese cambio me fue posible, por decirlo así, salir del clóset en el salón Simón Bolívar del edificio principal de PDVSA, durante un proceso de consulta a las trabajadoras y los trabajadores que impulsó el presidente Nicolás Maduro con el apoyo de Eulogio del Pino, presidente de PDVSA. Llegué incluso a entregar en manos de este compañero las propuestas de inclusión que presentamos con Venezuela Igualitaria y la Alianza Sexo-Género-Diversa Revolucionaria, para personas VIH+, feminismo y trabajadoras y trabajadores LGBTI que fueron aprobadas para implementarse a través del Plan Estratégico de PDVSA 2016-2025. Mis colegas del trabajo lo supieron, lo sabían, apoyaron las propuestas y creo que esa es una de las mayores alegrías que me ha dado Venezuela. En mis últimos años pude ser abiertamente quien era, manteniendo el respeto del equipo. En mi experiencia ese respeto ha estado siempre anclado a mis capacidades académicas, técnicas o profesionales y a mi desempeño social y familiar. Lo que observo es algo así como: es gay, pero es buen ingeniero; es un buen muchacho, lo único es que es gay, pero bueno, nadie es perfecto. Supongo que se impone la ética utilitaria en nuestra sociedad también.

¿Los medios de comunicación tocan el tema de la igualdad de derechos de forma abierta y bien informada, existe el debate y la discusión?

Este año la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), gracias a la solicitud de Venezuela Igualitaria y a la gestión de su actual presidente William Castillo, abrió las puertas al movimiento LGBTI para trabajar en la materia. Nuestros Medios reflejan la postura social histórica venezolana: estereotipos, información mal comunicada, falta de formación, reproducción de la LGBTI-fobia, etc. Con decirte que un medio estatal digital llegó a referirse a Tamara Adrián como »el diputado transformista«. Persisten el tabú y la generalización. Aun no aparecemos en la TV como personas trabajadoras, honestas, ejemplares y sexuales, digamos. Nuestra sexualidad todavía se estigmatiza, se veta, un beso simple entre varones es impensable en estos momentos en alguna telenovela.

Dos recientes películas venezolanas de temática gay han triunfado en festivales de cine internacionales, ¿se puede decir que el cine venezolano ha salido del closet y el arte en general?

En ese nivel sí, así como en teatro y otras expresiones del Arte. Incluso, en la cultura venezolana se ha dado históricamente el travestismo masculino con mucha naturalidad: las famosas negritas de carnaval, por ejemplo, son oportunidades de transgeneridad anónima para varones heterosexuales. Para nosotros es maravilloso que estemos siendo representados a través del Arte de ese nivel, pero necesitamos tener presencia también en los espacios mediáticos masivos. Azul y no tan Rosa tuvo 600.000 espectadores en las salas de cine, lo cual equivale al 2% de la población del país: algunas telenovelas o el Miss Venezuela alcanzan entre 70 y 90% de audiencia en TV. 

Josch, más allá del activismo.

¿Cómo te describirías a ti mismo? En tu perfil deTwiter del cual eres muy activo escribes #Animal #Male #Wolf #EarthCitizen #LGBTI #Buddhist #Atheist #Anarcho #Author #Professor ¿qué es lo que te define mejor?

Animal, sí. Como geólogo uno sistematiza todo: este ser, si no es mineral ni vegetal – que es nuestro caso –, es animal. Evolucionista: no tengo complejos al reconocerme como animal humano. Me gusta ponernos en el mismo nivel de nuestros parientes mamíferos, reptiles, aves, etc. Siendo animal, soy terrestre: no reconozco nacionalidades en términos del Estado. Suelo considerar Nazi a cualquiera que defienda supremacías patrioteras. Esta postura es producto de una especie de sincretismo filosófico entre anarquismo y budismo, así, lo que me define mejor, sería la impermanencia, el movimiento, el cambio.

A decir de tu Twitter también tienes el don de la ubicuidad y es que haces muchas cosas y las haces bien ¿cómo manejas eso?


Mis amigos de la universidad decían que mis días tenían 48 horas (risas). Creo que si uno se organiza y se capacita, puede lograr hacer muchas cosas bien hechas. Como regla general no asumo retos que sienta que no puedo llevar a cabo con la calidad que cultivo. Ahora, conversando, a veces he apuntado a que mucho de eso ha sido posible porque no he tenido una relación de pareja sólida o consolidada. El amor romántico demanda atención y tiempo, creo que hasta ahora no he estado muy dispuesto a hacer esa concesión.

De hecho por tus fotos sabemos que eres velludo ¿por eso lo de wolf? ¿te identificas con la comunidad bear o consideras que es otra etiqueta?

Yo me siento todo un Wolf, pero para muchos ¡soy un Oso! (risas). Entiendo que la diferencia está en lo fit o robusto/obeso que sea el cuerpo. Sobre las etiquetas tengo cierta contradicción porque me parecen importantes como parte de nuestra autenticidad, nuestra identidad y nuestra tendencia gregaria. Parece que tenemos la necesidad de sentirnos parte de algo, las etiquetas pueden servir para eso: para reivindicar nuestra autopercepción.

¿Desde cuándo budista, fuiste antes cristiano o católico, algo que a muchos gays cristianos o católicos les ocurre es que cuando se dan cuenta que no pueden con las represiones y exclusiones dentro de la religión es que se alejan o divorcian, te pasó lo mismo?


Fui bautizado católico y fui practicante hasta el día exacto en que cumplí 15 años. Era catequista de primera comunión y mi hermano es sordo. Le propuse al sacerdote la posibilidad de tener un grupo de niños sordos para darles el catecismo en lengua de señas. Las madres y los padres de estos niños fueron a inscribirlos y el sacerdote me reprendió: cómo era posible que yo le enviara a »esa gente« a la iglesia, que esos niños solo iban a distraer a los demás comunicándose con las manos, eso me fracturó el alma. Luego de eso, me confesé en la catedral de Mérida, pero este otro sacerdote me dijo que yo era un soberbio que quería destacarme sobre mis colegas catequistas porque sabía lengua de señas: no volví. Sin mencionar que el sacerdote, con quien me confesaba, lanzaba indirectas afirmando que él no era maricón. Eso lo pude sobrellevar, pero cuando discriminó a mi hermano, no. Llegué al budismo luego de pasar por el cristianismo protestante y el materialismo dialéctico, que me hizo ateo. Hace ya 6 años que transito por el noble sendero.

También manejas un blog con post muy interesantes acerca de temas variados desde el lenguaje como un elemento de inclusión hasta el chavismo llamado Ecoconciencia. ¿cómo lograremos que la conexión espiritual entre la Naturaleza y la Humanidad sea una realidad para un mundo mejor?

Unificando nuestras luchas, como dice mi amado amigo Ciro Casique. Si no nos reconocemos como humanas y humanos, como la gente que trabaja: mujeres, negros, indios, varones antipatriarcales, niñas, niños, intersexuales, musulmanes, queers, judíos, transgénerxs, ateos, transexuales, abortistas, bisexuales, animalistas, veganos, libertarios, obreros, ecologistas, campesinas, policías, militares, docentes, médicos... prolesexuales, como suelo decir; si seguimos dispersos, divididos por la alienación, la disociación, el fetichismo, las ideologías, la metafísica... corremos el peligro de la extinción.



¿Te gustaría formar una familia?

Ocurre que no estoy luchando por mis intereses individuales, estoy luchando porque cada persona tenga la posibilidad de ser lo más libre posible para experimentar el desenvolvimiento de su personalidad y de esa manera avanzar colectivamente hacia una humanidad realizada. Con el nacimiento de mis sobrinos, por una parte, me entusiasma la idea de verme en un hijo o una hija, pero estoy decidido a que si en algún momento asumo ser padre, será por medio de adopción: hay muchos niños esperando por un buen padre y siento que puedo ser uno.

En Perú recordamos mucho las famosas telenovelas de los ochenta y noventas con todas esas bellezas de mujeres pero también de hombres ¿cuál es el hombre venezolano más sexy o cuáles? ¿es el hombre venezolano apasionado?

No admito la existencia de una venezolanidad generalizable: en Venezuela hay varones apasionados y también los hay anti apasionados, a quienes se les llama »huevo sin sal«. Por otra parte: ¡Venezuela es el manantial de la gente sexy! (risas) Colombia también, veo ambos países en este sentido como uno solo. Me parece que el mestizaje nos ha dado eso: una belleza siempre original. Si entras al Metro de Caracas hallarás mínimo siete candidatos para escoger marido (risas). Estoy obligado a mencionar algunos famosos de la TV, para mí: Carlos Mata, Ricardo Álamo, Gerónimo Gil, Carlos Cruz, Pastor Oviedo, Carlos Guillermo Haydon, el Guille García (de Azul y no tan Rosa). Pero el venezolano más sexy es mi ruludo que ahora vive en la Argentina.


Comentarios